El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instruyó ayer al Pentágono y a otras agencias del gobierno que le presenten un plan para militarizar la frontera con México utilizando a la Guardia Nacional.
El Pentágono “deberá apoyar al Departamento de Seguridad Nacional en asegurar la frontera sur y tomar otras medidas necesarias para detener el flujo de drogas mortales y contrabando, pandilleros y otros delincuentes e indocumentados a este país”, exigió Trump.
Dio un plazo de 30 días al jefe del Pentágono, James Mattis; al fiscal general, Jeff Sessions; y a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, para que le presenten un informe conjunto que detalle el “plan de acción” para militarizar la frontera.
Trump firmó este miércoles la orden para desplegar “lo antes posible” un número no determinado de militares de la Guardia Nacional en la frontera, ante lo que considera un aumento intolerable de la inmigración ilegal.
La medida fue anunciada después de días de tensión y ataques del presidente estadunidense contra México por una caravana de cientos de inmigrantes centroamericanos por territorio del país que se realiza cada año para hacer conciencia sobre el problema, aunque la Casa Blanca atribuyó la medida al aumento en la llegada de indocumentados al país desde febrero.
“Seguimos viendo niveles inaceptables de drogas ilegales e inmigración ilegal entrando en nuestra frontera sur. Esto no sólo amenaza la seguridad de nuestras comunidades y niños, sino también nuestro sistema legal. Es hora de actuar”, dijo por su lado la secretaria de Seguridad Nacional de EU, Kristjen Nielsen, en una conferencia de prensa.

Riesgo de dañar gravemente la relación bilateral: SRE

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) contestó este mismo miércoles, mediante un comunicado, que la militarización de la frontera con México por parte de Estados Unidos dañaría gravemente la relación bilateral.
No obstante, decidió tomar en cuenta que en una reunión con el titular de la SRE, Luis Videgaray, la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, aseguró que la Guardia Nacional sólo realizaría labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior, por lo que los elementos no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero.
En el comunicado, la cancillería retomó la explicación de Nielsen de que se trata de un despliegue de la Guardia Nacional de características comparables a los que tuvieron lugar en 2006, durante la administración de George W. Bush, con la operación Jump Start, y en 2010, durante la administración de Barack Obama, con la operación Phalanx.
“En todas las comunicaciones sobre la materia, el gobierno de México ha expresado al gobierno de Estados Unidos que, si el anunciado despliegue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera, ello dañaría gravemente la relación bilateral”. Asimismo, “ha reiterado la importancia fundamental del respeto a la dignidad y los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos”, informó la SRE.
Indicó que México mantendrá comunicación permanente con el Departamento de Seguridad Interior de EU, a efecto de dar seguimiento a esta medida.

Peña, a la espera de que EU aclare envío de tropas

Antes de la difusión del comunicado de la SRE, el presidente Enrique Peña Nieto comentó que “el posicionamiento del gobierno de la República se fijará con toda claridad a partir del esclarecimiento que haga la autoridad norteamericana”.
Peña al término del acto donde designó como nuevo titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) al ex diputado priista Baltazar Hinojosa –en sustitución de José Calzada, quien dejó el cargo el 16 de marzo para dirigir el Movimiento Territorial del PRI.
“Será a través de la cancillería que el gobierno mexicano esté fijando una posición clara frente a cualquier determinación que tome el gobierno de los Estados Unidos, y todavía no ha ocurrido”, agregó el mandatario.

“No nos damos a respetar”

Diputados pidieron que el gobierno federal responda con firmeza al gobierno de Estados Unidos, ante el anuncio de lo que parece la inminente militarización de la frontera con México.
El perredista Jesús Zambrano indicó que no puede prevalecer la actitud tibia ante una nueva agresión de Estados Unidos.
“Queremos manifestar nuestro rechazo absoluto y, desde luego, dejar claro que es inaceptable que el gobierno de Trump esté asumiendo una actitud de abierta conflictividad y confrontación contra el pueblo y el Estado mexicano, con su amenaza de la militarización de la frontera.
“Nos parece que el gobierno y nosotros, como Poder Legislativo, estamos obligados a expresar nuestro tajante rechazo, lo inaceptable que es una actitud de estas entre vecinos y de socios comerciales, y de socios en muchos asuntos de la vida humana y de las relaciones entre países (…) Este anuncio que nunca lo habíamos visto de la militarización de la frontera sur de Estados Unidos es, en verdad, inadmisible”, manifestó.
Consideró que la actitud de Trump se debe a que quiere establecer un escenario de fuerza para el último tramo de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), porque quiere que México llegue de rodillas y “no debemos permitir que se actúe de esa manera”.
Aparte, el diputado del PAN Marko Cortés advirtió que México no es respetado porque no se ha dado a respetar.
“Seguimos viendo al gobierno federal titubeante. Debemos tener una posición digna, contundente y clara”, manifestó.
Cortés agregó que “fue un error” que Peña “se reuniera con el yerno del presidente de Estados Unidos. Los titulares de los Ejecutivos se reúnen entre pares, entre iguales, y por eso es que nos tratan como nos tratan, porque no nos damos el lugar que tenemos como país”, criticó.