Un senador demócrata estadunidense se reunió ayer con Kilmar Ábrego García, deportado a El Salvador por error de la nueva administración. Un juez federal impide al presidente estadunidensedeportar a personas no nacionales a terceros países “sin el debido proceso”
Abril 19, 2025
Europa Press
Madrid
El presidente estadunidense, Donald Trump, acusó a su predecesor en el cargo, Joe Biden, de permitir la entrada en Estados Unidos a “millones de criminales” de “todo el mundo” debido a su “mala” gestión de las fronteras y ha reivindicado su labor es expulsar a todas esas personas del país al tiempo que ha exigido que se le permita hacer su trabajo.
“El soñoliento Joe Biden, el peor presidente de la historia de Estados Unidos, ha permitido que millones y millones de criminales, muchos de ellos asesinos, narcotraficantes y personas liberadas de prisiones e instituciones mentales de todo el mundo, entren a nuestro país a través de su peligrosa y mal concebida frontera abierta. Lo siento, pero es mi trabajo sacar a estos asesinos y matones de aquí. Por eso me eligieron”, ha expresado Trump en una publicación en redes sociales.
Estas palabras han sido pronunciadas en un contexto de gran expectación respecto al futuro de Kilmar Ábrego García, el hombre deportado por un “error administrativo” y bajo acusación de pertenecer a una pandilla a El Salvador, que “no regresará” a territorio estadunidense, según ha afirmado este miércoles la Administración Trump, confrontando directamente con el Tribunal Supremo del país.
Minutos antes, el mandatario compartió también en sus redes sociales una supuesta imagen de la mano de Ábrego con el nombre de la organización criminal MS-13, la Mara Salvatrucha, tatuado en los nudillos.
“Esta es la mano del hombre que los demócratas consideran que debería ser devuelto a Estados Unidos, por ser una persona tan buena e inocente”, ha señalado el republicano. “Me eligieron para expulsar a la gente mala de Estados Unidos, entre otras cosas. Se me debe permitir hacer mi trabajo”, ha sentenciado.
Ábrego fue deportado a mediados de marzo como parte de las políticas impulsadas por Trump para expulsar a los migrantes ilegales del país, si bien en este caso el ciudadano salvadoreño gozaba de estatus de protección temporal concedido por un juez en 2019 tras abandonar su país de origen huyendo de la violencia.
La jueza federal Paula Xinis ordenó su repatriación, si bien el Ejecutivo recurrió a la Corte Suprema para que bloqueara la decisión. Sin embargo, el máximo tribunal estadunidense respondió que el gobierno debía “facilitar” el regreso de Ábrego, pero sin dictar ninguna orden concreta al respecto.
Por otro lado, el senador demócrata por el estado de Maryland, Chris van Hollen, viajó hasta El Salvador para reunirse en persona con Kilmar Ábrego.
Van Hollen, que en los últimos días solicitó reunirse con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, para abordar la situación, publicó en sus redes sociales una imagen del encuentro con Ábrego. “Dije que mi principal objetivo en este viaje (a El Salvador) era reunirme con Kilmar. Esta noche (ayer) tuve la oportunidad”, dijo.
El senador relató más tarde en una rueda de prensa desde Washington que Ábrego, tras ser detenido, fue llevado a un centro de detención en Baltimore, donde le negaron la posibilidad de realizar una llamada a su familia para informar sobre lo sucedido.
“En algún momento, no sé si fueron horas o días, le esposaron, le pusieron grilletes y le subieron a un avión junto con otras personas”, explicó, agregando que en ese momento le trasladaron a la cárcel de máxima seguridad de El Salvador, conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
“Le pusieron en una celda con, si mal no recuerdo, unos 25 presos más en el CECOT. Dijo que no tenía miedo de los demás presos en su celda, pero que estaba traumatizado por estar en el CECOT y temeroso de muchos de los presos de otros bloques que le llamaban y se burlaban de él de diversas maneras”, ha agregado.
Ábrego posteriormente fue trasladado a otro centro de detención en Santa Ana con “mejores condiciones”, si bien “todavía no tiene acceso a noticias del mundo exterior ni la posibilidad de comunicarse con nadie”, advirtió.
Durante la rueda de prensa, Van Hollen también denunció complicaciones a la hora de reunirse con Ábrego. “A las afueras de CECOT, nos detuvieron unos soldados. Se veía que el resto del tráfico podía pasar. Nos detuvieron y nos dijeron que no podíamos seguir adelante”, resaltó.
“Es importante que la gente entienda que este caso no se trata solo de un hombre. Se trata de proteger los derechos constitucionales de todos los residentes de Estados Unidos. Si se niegan los derechos constitucionales de un hombre, se amenazan los derechos constitucionales y el debido proceso de todos los demás en Estados Unidos”, ha zanjado.
En la imagen compartida por Van Hollen, Ábrego aparecen sentado en lo que parece un restaurante con vasos en la mesa. De hecho, el propio Bukele aprovechó para ironizar con la instantánea y poner en duda las críticas que recibe el CECOT, la macrocárcel en la que se denunciaron malos tratos y condiciones vejatorias para los presos.
“Kilmar Ábrego García, milagrosamente resucitado de los ‘campos de exterminio’ y la ‘tortura’, ahora bebe margaritas con el senador Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador”, afirmó Bukele en sus redes sociales, donde aseveró que “ahora que se confirmó su salud”, a Ábrego “le corresponde el honor de permanecer bajo custodia de El Salvador”.
Por su parte, Trump ha asegurado que Van Hollen “ha quedado como un idiota” durante la visita que protagonizó a El Salvador para cerciorarse del estado de salud de Ábrego García.
Por otro lado, un juez federal resolvió ayer que Trump no podrá deportar a personas no estadunidenses a terceros países –distintos de su lugar de origen– sin respetar el debido proceso, lo que incluye permitirles plantear preocupaciones sobre su seguridad.
Estados Unidos puede al día de hoy deportar a personas extranjeras a un país distinto del suyo, incluso si un juez de inmigración ordena su traslado a un lugar donde corran el riesgo de ser torturadas o asesinadas, sin darles la posibilidad de advertir a las autoridades responsables de la deportación sobre el grave peligro o amenaza de muerte que enfrentan, ha subrayado el magistrado Brian Murphy en una orden judicial recogida por ABC News.
El gobierno reclama a Harvard datos sobre donaciones procedentes del extranjero
El Departamento de Educación de Estados Unidos pidió a la Universidad de Harvard que entregue una lista con información sobre donativos procedentes del extranjero que ha recibido en un nuevo encontronazo entre las autoridades norteamericanas y la histórica institución a la que han acusado de ser el caldo de cultivo de sentimientos antisemitas.
“Como receptora de fondos federales, la Universidad de Harvard debe ser transparente en sus relaciones con fuentes y gobiernos extranjeros. Lamentablemente, nuestra revisión indicó que Harvard no ha sido totalmente transparente ni íntegra en sus divulgaciones, y eso es inaceptable e ilegal”, ha hecho saber la secretaria de Educación, Linda McMahon, en un comunicado publicado por la Secretaría en su página web.
El gobierno estadunidense exige una lista de todos los obsequios, subvenciones y contratos extranjeros procedentes de o con fuentes extranjeras y Harvard, así como “registros relacionados con estudiantes extranjeros expulsados o estudiantes extranjeros cuyas credenciales de Harvard fueron canceladas desde el 1 de enero de 2016 hasta el presente”.
Asimismo, el Departamento de Educación también solicita “una lista de todos los investigadores, académicos, estudiantes y profesores visitantes o temporales de Harvard que pertenecen o están afiliados a gobiernos extranjeros”.