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“Daños catastróficos” en París por los “chalecos amarillos”; protestas llegan a Bélgica y Holanda

Mil 700 arrestos y 264 heridos es el saldo de las manifestaciones del sábado en toda Francia. “La violencia fue menos radical, pero el daño es probablemente más grave que hace una semana”, lamenta Emmanuel Grégoire, adjunto de la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo. Pese a la suspensión de la subida de los impuestos a los carburantes, las exigencias se han ampliado y ahora se dirigen directamente contra el presidente Emmanuel Macron

DPA /?XinhuaParís

Diciembre 10, 2018

 

“Chalecos amarillos” se confrontaron el sábado con la policía cerca del Arco del Triunfo, en París, la capital de Francia. La policía antidisturbios disparó gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes que marcharon en la capital francesa por cuarto fin de semana consecutivo .Foto: Xinhua

Las protestas del sábado de los “chalecos amarillos”, que se saldaron con más de 1.700 arrestados y 264 heridos en toda Francia, dejaron daños “catastróficos” en la capital París, aseguró ayer el Ayuntamiento de la capital gala.
“El espectáculo que dio París es catastrófico”, dijo Emmanuel Grégoire, adjunto de la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, en declaraciones a la televisión francesa France Inter.
“La violencia fue menos radical, pero el daño es probablemente más grave que hace una semana”, añadió.
El movimiento tomó las calles de la ciudad y de otras ciudades del país por cuarto fin de semana, pese a la suspensión de la subida de los impuestos a los carburantes por la que protestaban en un principio. Sus protestas se han ampliado y ahora se dirigen directamente contra el presidente, Emmanuel Macron. Además, ayer se extendieron también a Bélgica y Holanda.
En esa nueva jornada de protestas se produjeron otra vez enfrentamientos y disturbios y la policía empleó gas lacrimógeno en varias ciudades. En París algunos manifestantes incendiaron vehículos e intentaron levantar barricadas, a lo que los agentes respondieron con cañones lanzaagua.
Según el balance publicado por el Ministerio de Interior galo en Twitter, las protestas de la víspera dejaron 1.700 arrestos, de los que 1.220 quedaron detenidos, lo que según el derecho francés significa que pueden estar bajo custodia policial hasta 24 horas para evitar que cometan delitos.
El balance de heridos se eleva a 264, entre ellos 39 miembros de las fuerzas de seguridad, según el Ministerio. Y en total salieron a manifestarse 125.000 personas, 10.000 de ellas en París.
Según el Gobierno, en todo el país se desplegaron 120.000 policías, gendarmes y bomberos, movilizados tras los disturbios ocurridos durante las manifestaciones de la semana pasada.
Sin embargo, la prensa francesa hizo un balance más positivo de las protestas de este sábado. En esta ocasión el caos no venció en París, resumió por ejemplo Le Parisien, gracias a la estrategia de las fuerzas de seguridad, que arrestaron a mucha más gente y controlaron los bolsos y mochilas de los manifestantes.
Grégoire reconoció que la violencia del sábado fue menor, pero dijo que más partes de la ciudad se vieron afectadas debido a una mayor expansión del movimiento. París no puede seguir enfrentando este tipo de peligro una vez a la semana, dijo el funcionario del Ayuntamiento, exigiendo al Gobierno de Macron respuestas para frenar la crisis.
Macron, que no se ha pronunciado sobre las protestas durante varios días, se dirigirá a la nación a comienzos de la próxima semana. El primer ministro, Edouard Philippe, dijo que el presidente propondrá medidas para “alimentar” el diálogo.
La situación la mañana del domingo en París era tranquila, informó un reportero de dpa. Muchos escaparates estaban rotos en los Campos Elíseos y aún se veían numerosos vehículos de las fuerzas de seguridad cerca del Elíseo, la sede del presidente francés, y del Grand Palais.

Las protestas del sábado terminaron en enfrentamientos

El sábado, pese a los intentos de la policía francesa de contener la escalada de la protestas con un fuerte despliegue de seguridad y cientos de detenciones, la situación se salió de control en la tarde del sábado. En las calles de la capital francesa volvieron a verse automóviles ardiendo y negocios asaltados mientras los manifestantes intentaban levantar barricadas. Los manifestantes arrancaron las placas de madera con las que habían sido protegidos muchos negocios en los Campos Elíseos y los saquearon, informo la emisora BFMTV.
La Policía utilizó de forma puntual gas lacrimógeno en los alrededores de los Campos Elíseos, donde los manifestantes eran sometidos a una revisión de sus mochilas y bolsos para evitar que introdujeran objetos peligrosos. Los agentes también emplearon cañones lanzaaguas, después de que grupos de manifestantes intentasen levantar barricadas en el centro de la ciudad, según pudo verse en imágenes de televisión.
Durante la mañana los “chalecos amarillos” intentaron bloquear en varias ocasiones la autovía que rodea París, explicó a dpa una portavoz policial, aunque las fuerzas de seguridad consiguieron contenerlos con rapidez y la situación se mantuvo tranquila. Los manifestantes también bloquearon numerosas carreteras en el resto del país.
Las estaciones del metro del centro permanecieron cerradas, al igual que muchos comercios, que protegieron sus escaparates.
También fueron suspendidos seis partidos de la primera división y permanecen cerradas varias atracciones turísticas, como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, la Ópera o las catacumbas.
Las protestas se extendieron a otras ciudades del país, en su mayoría en marchas pacíficas, informaron diversos medios.
Las encuestas muestran un amplio apoyo ciudadano a los “chalecos amarillos”, denominados así por los chalecos de seguridad reflectantes que utilizan durante las protestas.

Bélgica y Holanda se sumaron al movimiento el mismo sábado

En tanto, las protestas de los “chalecos amarillos” se extendieron a otros países cercanos, como Bélgica y Holanda.
En Bruselas se produjeron algunos enfrentamientos aislados entre la policía y los manifestantes, que se saldaron con 400 detenidos. Unas 1.000 “chalecos amarillos” participaron en las protestas, según dijo una portavoz de la policía a dpa.
Unas 500 personas marcharon hacia el barrio de las instituciones europeas de Bruselas y chocaron con el cordón policial, según la agencia Belga. Un pequeño grupo consiguió romper el bloqueo policial, provocando enfrentamientos en los que se lanzaron botellas y postes indicadores contra los policías, que respondieron con gas lacrimógeno.
En tanto, varios cientos de manifestantes bloquearon una importante vía de tráfico en la zona europea. En una calle cercana la policía repelió con camiones lanzaaguas a varios cientos de manifestantes. En el este del país los “chalecos amarillos” bloquearon la autopista E40, que lleva a Francia, obligando a los conductores a desviarse por la ciudad de Adinkerque.
En Holanda protestaron varios cientos de personas contra la creciente brecha entre ricos y pobres. Pedían la dimisión del Gobierno del liberal Mark Tutte, la salida de Unión Europea (UE), una menor edad de jubilación y la abolición de las medidas de protección mediambiental, según informó el diario holandés Het Parool.
El primer ministro Rutte mostró el viernes comprensión ante los manifestantes, que en su opinión quieren mostrar su descontento por problemas como la migración y la caída del nivel de vida de la clase media. “Todos llevamos un chaleco amarillo”, dijo Rutte, según la agencia de noticias ANP, mostrándose dispuesto al diálogo.
Mientras, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó lo que consideró un “uso excesivo de la fuerza” contra los manifestantes mientras Steve Bannon, el ex estratega jefe Trump, consideró que los integrantes del movimiento son “exactamente el mismo tipo de personas” que votaron por el actual presidente estadunidense y por la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), el Brexit.