El secretario de Defensa de Estados Unidos, el general James Mattis, visitó ayer a las tropas desplegadas por orden del presidente Donald Trump en la frontera sur ante el avance por México de varias caravanas de migrantes centroamericanos que pretenden pedir asilo, aunque los grupos están llegando a la ciudad de Tijuana, fronteriza con California.
Mattis se desplazó al sur de Texas, donde hay 2 mil 800 de los 5 mil 600 soldados en activo desplegados. Los otros están en Arizona (mil 500) y California (mil 300).
“Estamos aquí por el número de (inmigrantes) ilegales que dicen que van a intentar entrar ilegalmente a nuestro país”, dijo Mattis a las tropas, según medios estadunidenses.
El jefe del Pentágono defendió además ante los periodistas el despliegue ordenado por Trump, el cual ha perdido lugar en el discurso del presidente desde las elecciones legislativas de medio mandato celebradas el 6 de noviembre.
Ante las tropas y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, que se unió a él en Texas, Mattis destacó que la misión de los soldados es apoyar a las autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). “Ese y solamente ese es nuestro papel ahora mismo”, indicó.
La ley impide a los cuerpos militares participar en la detención de civiles, así que no pueden arrestar a inmigrantes sin papeles. Sus tareas son básicamente de apoyo logístico.
Está previsto que los soldados estén allí hasta el 15 de diciembre, aunque esa fecha podría cambiar.
Se trata del mayor despliegue militar en la frontera desde la Revolución Mexicana. El número de soldados en activo es, además, más del doble de los 2 mil que hay en Siria luchando contra el Estado Islámico.
Junto a ellos hay además 2 mil 100 miembros de la Guardia Nacional -un cuerpo de voluntarios que sirve de reserva al ejército-. Fueron enviados en abril por Trump ante la llegada de otra caravana.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desplazó ayer a una alta funcionaria de seguridad de su cargo después de que la primera dama, Melania Trump, demandara su despido.
“Mira Ricardel seguirá apoyando al presidente en su salida de la Casa Blanca hacia un nuevo rol dentro de la administración”, dijo ayer la portavoz Sarah Sanders en un comunicado.
Por otro lado, los Republicanos de la Cámara de Representantes eligieron ayer a Kevin McCarthy como líder de la minoría de la Cámara para el nuevo Congreso que comenzará en enero.
McCarthy obtuvo 159 votos a favor y 43 en contra, con lo que venció a Jim Jordan, líder del grupo conservador Freedom Caucus de la Cámara.
En un informe del Washington Post se indicó que McCarthy venció a Jordan gracias al apoyo del presidente de la Cámara, Paul Ryan, y a su estrecha relación con el presidente Donald Trump.
El cargo número dos de la minoría de la Cámara lo obtuvo el representante Steve Scalise.

Requiere el Tratado Comercial México-EU-Canadá cambios, dice congresista demócrata

La Administración Trump deberá negociar cambios a la redacción del nuevo Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para lograr votos de la nueva mayoría demócrata para su ratificación, aseguró este miércoles un influyente congresista demócrata.
Dos días tras que la inminente nueva Presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, condicionara su apoyo al T-MEC a una reforma laboral en México, el congresista Bill Pascrell, quien lideraría el Subcomité de Comercio Internacional, pidió más mecanismos de aplicación de la ley laboral.
“No sólo debe haber cambios en la ley (de Estados Unidos) sino más mecanismos de aplicación”, indicó en entrevista con la agencia Bloomberg el congresista Pascrell, un crítico histórico de la aplicación de la situación laboral en México como un supuesto aliciente a la falta de empleos a estadunidenses.
Hasta el momento, Trump planea firmar a finales de noviembre el texto del nuevo T-MEC con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, en la reunión del G-20 en Argentina, además de que ha dicho estar confiado en que el texto gane apoyo demócrata.
Sin mayor detalle, el congresista Pascrell ha insistido en ocasiones anteriores en que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México podría estar dispuesto a mejoras a la ley mexicana para asegurar que los estándares laborales y ambientales son cumplidos en ese país.