EL-SUR

Lunes 06 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Mundo  

El juez del caso Lava Jato, Sergio Moro decreta prisión a Lula; debe entregarse hoy

Menos de 24 horas después de que la Corte Suprema denegara un habeas corpus a la defensa del ex presidente brasileño, un tribunal superior abrió la puerta a su encarcelamiento y, casi de forma automática, “el juez estrella” decretó su ingreso a la cárcel y estableció que debe ser recluido en una celda especial y aislado por seguridad. Lula quien se encuentra refugiado en la sede del sindicato metalúrgico en San Bernando do Campo, acompañado de la ex presidenta Dilma Rousseff, será candidato presidencial pese al fallo del Tribunal, asegura el Partido de los Trabajadores (PT)

EFE / DPASao Paulo

Abril 06, 2018

 

Sergio Moro, el “juez estrella” que investiga la mayor trama de corrupción de Brasil, conocida copmo operación Lava Jato (Lavado de Autos) decretó ayer la prisión inmediata del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y le dio de plazo hasta las 20 horas de este viernes para entregarse por una condena de 12 años por corrupción.
Menos de 24 horas después de que la Corte Suprema denegara un habeas corpus a la defensa de Lula, un tribunal superior abrió la puerta a su encarcelamiento y, casi de forma automática, Moro decretó su ingreso en prisión.
“Al condenado, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, le concedo, en atención a la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente a la Policía Federal en Curitiba hasta las 20 horas, del día 06/04/2018, cuando deberá ser cumplido el mandato de prisión”, señaló Moro en su decisión.
El auto impide que Lula espere en libertad a agotar todos los recursos posibles en el tribunal de segunda instancia, lo que podría haber prolongado el proceso unas semanas.
En su escrito, el juez llega a calificar la estrategia de la defensa del ex presidente de “patología dilatoria”.
Moro, encargado de las investigaciones del caso Petrobras en primera instancia, condenó el año pasado al ex mandatario a nueve años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, una pena que fue ratificada y ampliada a doce años el pasado enero por el Tribunal Regional Federal de la 4 Región, con sede en la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país.
Antes de que el juez decretara ayer su encarcelamiento, medios locales ya habían informado que la Policía Federal venía preparando la celda en que será recluido Lula, donde se evitará el contacto con el ex presidente de la constructora OAS Leo Pinheiro y con su ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, dos de los condenados que le han salpicado en delitos de corrupción en las delaciones que negociaron con la Fiscalía.
En su auto, Moro establece que Lula debe ser recluido en una celda especial y aislado por seguridad.
“En razón a la dignidad del cargo ocupado, fue previamente preparada una sala reservada, una especie de Sala de Estado Mayor, en la propia Superintendencia de la Policía Federal, para el inicio del cumplimiento de la pena, y en la cual el ex presidente estará separado de los demás presos, sin cualquier riesgo para su integridad moral o física”, señaló el magistrado en su mandato.
El juez también determinó que los detalles de la entrega sean acordados por la defensa de Lula y los responsables de la Policía Federal en Curitiba y que en ninguna hipótesis se utilicen esposas para detenerlo.
Lula entrará en prisión por un apartamento en la playa. Uno de los siete procesos que tiene en la Justicia pero también uno de los que sus allegados y su defensa consideraban menos arriesgados para el ex mandatario.
La Justicia le acusa de haber recibido un apartamento de lujo en el litoral de Sao Paulo a cambio de beneficiar a la constructora OAS en la adjudicación de obras públicas ligadas a Petrobras.
Lula ha negado siempre la posesión del apartamento, que no está a su nombre y en el que nunca llegó a residir.
La decisión de Moro ha caído como una bomba sobre el Partido de los Trabajadores (PT) y sobre el propio Lula, que tenía previsto participar el viernes en un mitin a la misma hora en la que el juez le ha marcado el límite para entregarse en Curitiba.
El ex presidente, que pasó buena parte del día ayer en el Instituto Lula de Sao Paulo, se recluyó a última hora de la noche en la sede del sindicato metalúrgico en Sao Bernando do Campo, donde se forjó como dirigente, arropado por Dilma Rousseff y otros miembros del Partido de los Trabajadores (PT) tras conocer la decisión de Moro.
La ex presidenta ha manifestado su pleno apoyo a Lula durante este proceso y le ha acompañado en sus horas más bajas, como hizo el ex mandatario cuando en agosto pasado Rousseff fue destituida por el Congreso.
“Lula es una persona íntegra, fuerte, con coraje”, sostuvo Rousseff en una acto en Sao Bernardo do Campo (Sao Paulo) en defensa del ex mandatario.
Fuera, cientos de simpatizantes parecen dispuestos a acampar para acompañar al ex sindicalista, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y lidera las encuestas para las presidenciales del próximo octubre.
Por otro lado, una discusión entre simpatizantes y detractores de Lula frente a la sede del instituto que lleva su nombre, en Sao Paulo, terminó ayer con un herido, un manifestante contrario al ex presidente.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin, argumentó que la decisión del juez Moro es contraria a la legislación brasileña ya que, a su juicio, aún no se han agotado todos los recursos en segunda instancia.

Lula sostiene que la prisión es “absurda” y responde al “sueño” de Moro

Lula da Silva afirmó ayer que la orden de prisión en su contra es “absurda” y responde al “sueño” del juez Sergio Moro de verle “pasar un día preso”, en sus primeras declaraciones tras el auto que ordena su ingreso en la cárcel este viernes.
En una entrevista concedida a la emisora CBN, y reproducida por el diario Globo, el ex presidente denunció que el juez Moro actuó “políticamente” para “impedir su derecho a la defensa”.
Según la publicación, Lula comentó que esperará a las orientaciones de sus abogados antes de decidir si se entrega en Curitiba, tal como exige el auto de Moro.
Lula da Silva se postulará para las elecciones de octubre a pesar del fallo judicial que autoriza encarcelarlo mientras apela un dictamen por corrupción, dijo el jueves la dirigente del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffman.