Europa Press / DPA

Madrid / Ginebra

El portavoz principal de los talibán, Zabihulá Muyahid, solicitó ayer la colaboración de la comunidad internacional para salir de la difícil situación económica y humanitaria en la que se encuentra Afganistán, agravada en las últimas semanas con la llegada de los islamistas al poder.
“El mundo debería cooperar con nosotros. Se mantiene la seguridad en el país y la gente está en problemas económicos; la comida y las medicinas son escasas”, reclamó Muyahid.
Muyahid también dio la bienvenida al último movimiento de Naciones Unidas, que ayer celebra una conferencia internacional de donantes con el objetivo de recaudar unos 600 millones de dólares y evitar una nueva crisis humanitaria en Afganistán ahora que los talibán llegaron al poder.
La conferencia internacional de donantes para Afganistán concluyó con compromisos superiores a los mil millones de dólares, lo que para el secretario general de la ONU, António Guterres, cubre “por completo” las expectativas previas con las que se había convocado este foro.
Según estimaciones de la ONU, serán necesarios unos 606 millones de dólares sólo este año para evitar que la situación humanitaria se agrave considerablemente, si bien muchos países expresaron su preocupación sobre cómo se invertirá esta cuantía ahora que los talibán se encuentran al frente del país.
Guterres, que compareció para dar cifras, no aclaró la cuantía de los fondos que se gestionarían a través del presupuesto de la ONU para emergencias y qué parte llegará por otras vías o pasados estos próximos meses, pero no ocultó su satisfacción.
“Esta conferencia cubrió por completo mis expectativas en relación a la solidaridad con la población de Afganistán”, dijo el máximo responsable de la organización internacional en una comparecencia pública.
La Unión Europea ya había elevado antes de la cita a 200 millones de euros la ayuda humanitaria para Afganistán en 2021, mientras que el gobierno de España anunció una contribución de 20 millones.
España destinara 20 millones de euros a asistencia humanitaria para Afganistán, de los que al menos 7 millones de ejecutarán este mismo año, según anunció el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, alertó del posible “resurgimiento de los combates, las violaciones de los Derechos Humanos y el colapso económico y de servicios sociales”, lo que podría empujar a la población a abandonar el país.
A día de hoy ya hay más de 3.5 millones de desplazados internos, unos 600 mil de ellos debido a la escalada de la violencia que Afganistán registra desde principios de año.
Por su parte, la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, advirtió de que “cerca de 10 millones de niños y niñas dependen de la ayuda humanitaria simplemente para sobrevivir”. La agencia estima que al menos un millón de niños sufrirá desnutrición aguda grave este año.
La difícil situación del pueblo afgano se puso de manifiesto ayer cuando altos funcionarios de las Naciones Unidas advirtieron que millones de personas podrían quedarse sin alimentos antes de la llegada del invierno y un millón de niños podrían morir si no se satisfacen sus necesidades inmediatas.
En tanto, un avión de Pakistan International Airlines (PIA) llegó ayer a Kabul, la capital afgana, con una decena de pasajeros a bordo en el que supone el primer vuelo comercial desde el exterior tras la reapertura parcial del aeropuerto.
El sábado, el portavoz de PIA, Abdullá Jan, reconoció que la aerolínea estaba “dispuesta y preparada para reiniciar” los vuelos comerciales de Islamabad a Kabul, pero rehusó confirmar que el primer avión saliera ayer. La reapertura de las operaciones, según Jan, depende de “muchos factores sobre el terreno que aún deben gestionarse”.
La operación, no obstante, es de “gran importancia” tanto para la aerolínea paquistaní como para el mundo entero, según Arshad Malik, alto cargo de la compañía. “Esperamos poder reanudar las operaciones de forma completa lo antes posible”, aseveró, según informaciones de la cadena Ariana News.
El pasado 9 de septiembre, Qatar Airways operó un vuelo desde Kabul a Doha, la capital de Qatar, con 113 personas a bordo. Tras la salida del país de las tropas extranjeras, los talibán pidieron a Qatar y Turquía enviar equipos técnicos para supervisar la reconstrucción del aeropuerto (Con información de Agencias).