Los peores temores se confirman en la localidad californiana de Paradise, donde muchas personas no pudieron escapar de las llamas: dos días después de que un gran incendio arrasase la localidad siguen encontrándose cadáveres en lo que queda de las casas, muchas de ellas reducidas a un montón de cenizas, y son ya al menos 29 los muertos contabilizados en las últimas horas.
Al menos 23 personas murieron en el denominado incendio Camp Fire, informó la madrugada de este domingo el cuerpo de Bomberos en Butte County. Además, decenas siguen desaparecidas en esta ciudad ubicada a 275 kilómetros al norte de San Francisco.
A unos 800 más al sur, las llamas están arrasando la localidad costera de Malibú, donde fueron localizados dos cadáveres en un vehículo cuando se disponía a salir de su casa, según señaló la noche del sábado el jefe de la Policía del distrito de Los Angeles, John Benedict.
Decenas de miles de personas en el norte y en el sur de California, en el suroeste de Estados Unidos, han huido de las llamas. Y aunque el sábado los vientos dieron un respiro a los bomberos que intentan sofocar estos dos grandes incendios, más de 4.000 efectivos siguen intentando controlar las llamas en el área de Paradise, donde apenas pudieron reducirlas un 20 por ciento durante la noche del sábado al domingo.
Pero el peligro persiste. Más de 6.450 viviendas han sucumbido a las llamas y unos 15.000 inmuebles están en riesgo, con lo que el incendio en Paradise pasa a ser uno de los peores en la historia de este estado.
Apenas se puede describir el grado que ha alcanzado la destrucción, dijo la alcaldesa de esta pequeña población Jody Jones, en declaraciones a la televisión CNN. También ella ha perdido su casa, al igual que todos los miembros de su consejo municipal. Ahora, dijo, queda el “duro trabajo” de reconstruir el lugar.
El fuego arrasó con iglesias, comercios, escuelas y restaurantes. “Pero hay muchos árboles que no se han visto afectados”, señaló Jones, quien lo consideraba casi increíble ante la enorme destrucción que han provocado las llamas. “Queremos que Paradise vuelva a ser un paraíso”, añadió.
Brad Weldon contó que pudo escapar de las llamas. Con la manguera del jardín y unos cubos de agua estuvo intentando apagar el fuego, según dijo este hombre de 63 años al San Francisco Chronicle. Todos sus vecinos habían huido, pero su madre, de 90 años, se resistía a abandonar la casa. Todo se había quemado alrededor. “Tenía la sensación de estar luchando contra un elefante con un espagueti”, contó.
En el sur de California las autoridades instaron de nuevo a la población a abandonar las zonas de peligro. El alcalde de Malibú, una localidad donde residen muchos millonarios y celebridades, pidió el sábado a la población que se marchara.

Muchas celebridades con residencias en Malibú

Decenas de casas han sido devoradas por las llamas y la situación es peligrosa, dijo. Malibú y localidades vecinas del norte de la gran urbe de Los Ángeles han sido evacuadas. El denominado incendio Woolsey calcinó hasta la tarde del sábado una superficie de 280 kilómetros cuadrados en la zona.
Muchas celebridades cuentan con lujosas mansiones en esta ciudad costera, así como en sus colinas colindantes. Estrellas como la cantante Lady Gaga o el director Guillermo del Toro, celebridades como Caitlyn Jenner y estrellas de la televisión como Kim Kardashian se han visto afectados directamente por la evacuación. El actor Martin Sheen (Apocalypse Now), de 78 años, comentó que él y su esposa fueron llevados a la playa como medida de seguridad. El intérprete de 78 años comentó en una entrevista que no cree que su casa siga en pie.
Lady Gaga dio las gracias a los bomberos, policías y voluntarios. “Ustedes son héroes de verdad”, escribió en Twitter. Kim Kardashian instó a través de esta red social a donar dinero para las organizaciones de bomberos.

Trump regaña a las autoridades locales

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó el sábado a las autoridades locales de no saber gestionar los fondos para la prevención de incendios y amenazó con retirar esos fondos a los demócratas en la oposición, que gobiernan el estado norteamericano.
La asociación de bomberos en California replicó: Trump expresó “una amenaza política sin información contra víctimas inocentes de estos devastadores incendios”, dijo el presidente de la asociación Brian Rice. Se trata, añadió, de un ataque “vergonzoso” a los bomberos que arriesgan su vida.
También en las redes sociales hubo indignación con la reacción de Trump. “Es una respuesta cruel”, dijo la cantante Katy Perry en Twitter. Horas después, el presidente empleó otro tono y manifestó su empatía con los afectados. “La destrucción es catastrófica. Dios les proteja”, señaló.