La entidad registra 82.1 nacimientos por cada mil madres adolescentes de 15 a 19 años, muy por encima de la media del país de 45.2 nacimientos
Abril 02, 2025
Ramón Gracida Gómez
Guerrero es el estado con la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente (TEFA) más alta de México con 82.1 nacimientos por cada mil madres adolescentes de 15 a 19 años, muy por encima de la media nacional de 45.2 nacimientos, muestra la informa-ción dada a conocer por el Con-sejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El Estudio sobre la Estrategia de Educación Integral en Sexualidad en Educación Básica en México afirma que “la pobreza, el bajo nivel educativo y la falta de acceso a servicios de salud están estrechamente relacionados con problemáticas de salud sexual y reproductiva”.
Publicado el miércoles pasado, el documento de 61 páginas señala que en el país “muchos docentes carecen de la formación adecuada para impartir estos contenidos, lo que puede resultar en una enseñanza superficial o influenciada por mitos y prejuicios”.
Indica que el 5.8 por ciento de los niños, niñas y adolescentes habitan en municipios de alto y muy alto rezago social, principalmente en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz.
Retoma los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) de 2023 y publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2024, que revelan que la TEFA del país es de 45.2 nacimientos por cada mil madres adolescentes de 15 a 19 años; Guerrero ocupa el primer lugar con 82.1 nacimientos en el mismo rango de edad.
Le siguen Chiapas con 78.6 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años, y Zacatecas con 74.4 nacimientos, en el otro extremo de las entidades con menor TEFA se encuentran la Ciudad de México con 19.2 nacimientos, Querétaro y Baja California Sur con 39.4 y Quintana Roo con 39.1 nacimientos.
El Coneval realizó un estudio cualitativo de la implementación de la Educación Integral en Sexualidad en diversas instituciones educativas del país, entre ellas, dos de Chilpancingo, debido a que Guerrero es una de las “entidades que cuentan con una TEFA alta, muy alto IRS (Índice de Rezago Social y una tasa de abandono escolar media”.
Se aplicaron 490 encuestas en seis estados, entre los resultados está que el 53 por ciento de los estudiantes de Guerrero reconocen haber recibido contenidos de la Educación Integral en Sexualidad en sus escuelas.
Asimismo, se les preguntó si las clases son impartidas en su primera lengua, a lo que 23 por ciento mencionó que no, principalmente estudiantes del municipio de Maxcanú y Kanasin, Yucatán, y la capital de Guerrero.
En general, la Educación Integral en Sexualidad “enfrenta resistencias culturales o religiosas para la enseñanza integral, particularmente de madres, padres o tutores de familia, para la enseñanza integral en ciertos temas, como la diversidad sexual y familiar”, apunta el Coneval, órgano autónomo que desapareció formalmente a raíz de una reforma constitucional aprobada y publicada en diciembre pasado, sus funciones serán absorbidas por el Inegi.
A finales de febrero pasado se viralizó un “arreglo matrimonial” en la comunidad de Huamuchitos, Acapulco, lo que destapó una práctica considerada por pobladores como parte de los “usos y costumbres”.
En entrevista con El Sur publicada el 25 de febrero, la abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Neil Arias Vitnio, señaló que el matrimonio infantil “es un problema general de todo el estado”, no exclusivo de los pueblos originarios, sino extendido en comunidades pobres.
El 24 de marzo, la Comisión de Justicia del Congreso local aprobó, entre otros dictámenes, la adición de un párrafo al artículo 177 Bis del Código Penal que tipifica como delito el matrimonio infantil forzado con sanciones de cinco a 15 años de prisión para quienes obliguen a menores a cohabitar en uniones forzadas, con penas agravadas si las víctimas pertenecen a los pueblos originarios o afromexicanos; la propuesta aún no sube al pleno.