EL-SUR

Jueves 23 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Sociedad  

Recorre las calles de Tlapa en hombros el Señor del Nicho, seguido en procesión por miles de feligreses

Participa el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan en la confección de tapetes monumentales de aserrín, con un diseño alusivo a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y pidiendo paz, justicia y verdad

Octubre 24, 2023

El tapete de aserrín ubicado en la calle Mina, con un mapa de Guerrero en tono rojo y una cruz, para recordar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa Carmen González Benicio

Carmen González Benicio

Tlapa

La imagen del Señor del Nicho, cargado en hombros, recorrió las calles con miles de feligreses sobre tapetes de aserrín que pedían paz, amor, justicia y verdad.
Con este recorrido, el 23 de octubre, concluye la festividad anual del Cristo crucificado encontrado en un túnel de la catedral de San Agustín.
El adorno de las calles con aserrín y otros materiales que forman un tapete monumental a lo largo de las calles Fonseca, Matamoros, Mina, Guerrero y Añorve para regresar a la catedral se formó de imágenes de Jesús, de vírgenes, palomas, cruces, flores, corazones.
El contenido de los tapetes alude a la fe cristiana, en su mayoría, pidiendo o agradeciendo bendiciones o rezar por la paz.
Otros, como parte de la tradición y con un contenido social, son los que plasmó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, frente a sus instalaciones, donde pasa la procesión: “Señor del Nicho ayúdanos a vencer la mentira contra los 43”, que se acompañó con una cruz y manos.
En esa misma calle, una cuadra adelante, frente a la casa del director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, se leía: “Señor del Nicho, Guerrero clama justicia, paz y verdad”.
La imagen del Señor del Nicho salió acompañada de los obispos de la catedral, pero éstos abandonaron el recorrido apenas unas cuadras adelante, sobre la calle Abasolo, metiéndose por los callejones del mercado.
La procesión dura más de cuatro horas, porque la mayoría de feligreses espera ver pasar la imagen y agregarse; en tanto, otras personas van llegando a la iglesia. Salió a las 3 y entró un poco más de las 6 de la tarde, para que los feligreses lo vieran de cerca y se lleven el algodón con el que limpian al Señor, que guardarán como reliquia o para usarlo en alguna enfermedad, antes de regresarlo a su nicho, en medio de repique de campanas.
Durante su paso por las calles hubo cantos, aplausos y rezos en cada estación, rezando el Padre Nuestro, contrario a años pasados, cuando se le daba un nombre al recorrido, al igual que a cada una de las ocho estaciones en que hace un alto la imagen y se abordaban temas como cuidar la tierra, atender la violencia, darle entendimiento a las autoridades, entre otros. Careció de esa esencia social sobre algunos temas cotidianos.
Así con la procesión del 23 de octubre culminó el paso de organizaciones, organizaciones de panaderos, taxistas, vendedores de agua en pipas, músicos, motociclistas, comerciantes, profesores, albañiles, transportistas y tortilleros y otro gremios, quienes acudieron en procesión a la iglesia a llevar ofrendas de coronas, flores con arreglos en colores amarillo y morado.
También participaron agrupaciones religiosas como la de la Carrera Guadalupana, Emaus, Encuentros Conyugales; hubo representantes de colonias como Loma Bonita, Caltitlán, San Francisco; de migrantes, de comunidades como Ocotequila, municipio de Copanatoyac, que marca para ellos el inicio del Día de Muertos.
Durante la festividad hay quema de pirotecnia, con castillos y toritos, así como diversas danzas; algunas familias ofrecen pozole, mole, tamales, atoles y café.