DPA / Redacción

Erkelenz

La activista sueca contra el cambio climático Greta Thunberg acudió este viernes a Lützerath, en el oeste de Alemania, y criticó duramente la actuación policial en el proceso de desalojo de ese pueblo, donde se busca abrir una mina de carbón a cielo abierto.
La joven de 20 años, fundadora del movimiento Fridays for Future –la huelga estudiantil climática de los viernes, que ella empezó sola en 2018 y luego fue seguida por millones de estudiantes en todo el mundo–, recorrió el cráter de la mina de lignito a cielo abierto colindante al pueblo, sosteniendo un cartel en el que se leía “Keep it in the ground” (déjenlo bajo tierra).
“Es impactante ver lo que está ocurriendo”, comentó. “Esperamos mostrar cómo es el poder popular, cómo es la democracia. Cuando los gobiernos y las empresas actúan así, destruyendo el medio ambiente, poniendo en peligro a innumerables personas, el pueblo da un paso al frente”, señaló.
Thunberg confirmó que el sábado asistirá a la concentración contra la demolición de Lützerath.
La policía lleva desalojando el sitio desde el miércoles para que la empresa energética RWE, propietaria de los terrenos, pueda extraer el carbón que yace en el lugar, acciones que se detuvieron el viernes por la presencia de la muchacha sueca, quien vive con autismo.

La protesta

Thunberg llamó al “empoderamiento popular” contra los gobiernos y corporaciones. Describió las acciones de la policía, a la que los tribunales alemanes habían ordenado evacuar a los ocupas climáticos que impedían los trabajos en la mina de lignito de RWE, como “escandalosas”, y llamó a la resistencia:
“Cuando los gobiernos y las corporaciones trabajan juntos de esta manera para destruir el medio ambiente y poner en peligro a innumerables personas, hay que contraatacar. Queremos mostrar cómo es el poder de la gente, cómo es la democracia”, remarcó, “es indignante esta violencia policial”.
El poblado de Lützerat, expropiado por acuerdo del gobierno con RWE para ampliar la producción de lignito en el contexto de la actual crisis energética, ha sido ya cercado por una doble valla de un kilómetro y medio que impide el acceso a cualquier persona no autorizada.
La protesta que los activistas por el clima mantienen contra la policía alemana en el poblado de Lützerath se prolonga en el tiempo. En este tercer día de operación de desalojo de los ocupas y cuando la policía creía haber despejado ya prácticamente el pueblo, han aparecido en las redes sociales videos de varias personas atrincheradas en túneles excavados bajo las casas de un pueblo cuyos menos de 100 habitantes se fueron ya hace meses, tras cobrar la indemnización de la empresa RWE, a la que respaldan ahora los tribunales que han ordenado el desalojo.
“Quedan dos personas en un túnel, estamos esperando efectivos de las fuerzas especiales de los bomberos y THW para sacarlos de allí”, asegura el portavoz policial Dirk Weinspach, que advierte además que “creo que es terrible el peligro que corren estas personas. La construcción no es segura, el suministro de oxígeno no está garantizado a largo plazo, sus teléfonos ya no funcionan”, describe la situación.
En Twitter, los activistas compartieron una imagen de los servicios de emergencia buscando la ubicación exacta. “Este túnel los mantendrá ocupados durante mucho tiempo”, escribieron, instando a simpatizantes en el exterior a continuar con la protesta por el desalojo de Lützerath.
Siguiendo esta consigna, entre 25 y 30 activistas han ocupado la mañana del viernes la entrada de la sede de RWE en Essen. Tres de ellos se encadenaron a una persiana enrollable con candados para bicicletas y llevaban carteles con inscripciones como “Lützi se queda” y “Lützerath moratorium”.

A la espera de Greta

“Queremos despejar todas las estructuras lo más rápido posible, si es posible este viernes”, dijo la policía sobre su objetivo. El sábado está prevista una gran manifestación, por lo que los jóvenes de la ONG Next Generation se proponen alargar la operación policial a toda costa.
Con sucesivas acciones, van guiando la atención de los medios de comunicación, muy especialmente de las cadenas de televisión, que retransmiten prácticamente en directo la operación policial. Este viernes, un grupo ha ocupado una oficina regional del vicecanciller alemán y ministro de Economía y Clima, el miembro del partido Los Verdes, Robert Habeck.
“Acabamos de ocupar la Oficina Regional de Habeck, que también es la Oficina del Partido Verde de Flensburg”, en la región de Schleswig Holstein, han anunciado en Twitter miembros del movimiento de desobediencia civil Proclima Ende Gelände, junto a una foto que mostraba la fachada del edificio ocupada por una decena de activistas desplegando una pancarta que decía “Solidaridad con Lützerath”.
Consideran a Habeck “en gran parte responsable de la evacuación violenta de Lützerath Gelände” y lanzan acusaciones como la siguiente: “Bajo el liderazgo del grupo energético alemán RWE, el ministro de Medio Ambiente autorizó el desmantelamiento de Lützerath”. Habeck, por su parte, declaró el viernes que “comprende” a todos los que salen a la calle a defender el clima, pero “el hecho de ceñirse a las fechas de salida de la energía nuclear y no confiar en el mercado para arreglar las cosas también es un gran éxito para el movimiento climático”.

Detenciones de dirigentes

Otro momento duro de la protesta del viernes fue el de la detención de la líder de Fridays for Future en Alemania, Luisa Neubauer, entre gritos y aplausos de sus seguidores. Y a cuatro kilómetros de Lützerath, unas 800 personas se han manifestado en Keyenberg, acusando a la policía de una actuación desproporcionada, en referencia al despliegue de más de mil 500 agentes llegados desde 14 estados federados alemanes. La intención de los manifestantes era llegar hasta Lutzerath, pero en una carretera de acceso fueron rodeados por la policía y detenidos. Además de Neubauer, también ha sido conducido a dependencias policiales el miembro de la junta directiva de Greenpeace Martin Kaiser.
Se espera una gran manifestación este sábado y la policía se prepara para la llegada de autobuses desde todo el país.