EL-SUR

Jueves 17 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Acapulco

Arturo Martínez Núñez

Noviembre 14, 2023

Acapulco es su inmensa y bella bahía que ha sido testigo del devenir de los tiempos. Acapulco es su anfiteatro lleno de contrastes, es el Veladero que vigila desde lo alto, es la Bahía del Marqués que no se conforma con su papel de elenco. Acapulco son sus lagunas majestuosas, una a cada lado que rodean el paraíso. Acapulco es el clima perfecto, siempre agradable, siempre caliente aunque nunca demasiado. Acapulco es el valle donde vive la mayoría de la fuerza laboral, es el Diamante donde tienen su segunda residencia los ricos y son las colonias del poniente que le fueron ganando terreno a las laderas y barrancas. Acapulco es su gente: cálida, franca, desmadrosa y valiente. Acapulco es el amanecer más brillante y el atardecer más dramático. Acapulco es el concierto de los pericos, de las chachalacas y de las urracas que surcan los cielos al alba y al caer la noche. Acapulco tiene olor a mango, a coco y a sal. Acapulco es la añoranza por la época dorada y la confianza en un futuro incierto. Acapulco tiene a la mejor gente que también es capaz de mostrar su peor rostro. Acapulco es más grande que cualquier gobierno pasado, presente o futuro. Acapulco es tierra de migrantes, todo aquel que toma agua de coco difícilmente abandonará esta tierra. Acapulco es rebeldía y revolución. Es también ocio y placer. Acapulco es tierra de oportunidades y también es tierra de perdición donde los instintos pueden hacer perder la razón a cualquiera. Acapulco es un ceviche y es gastronomía internacional. También es un bolillo con relleno del mercado y una cocacola de vidrio bien fría. Acapulco es una Yoli y es un vaso de chilate. Acapulco es la primera vez de muchos mexicanos: la primera vez que conocí el mar, la primera vez que fui a un antro, la primera vez que besé, la primera vez que amé… Acapulco es la cuna de grandes estadistas y la arena de animales carroñeros que intentan lucrar con el dolor. Acapulco es la lucha por la democracia y la decepción por varios que no supieron estar a la altura de este pueblo. Acapulco es el escenario de una violenta y despiadada guerra entre los delincuentes y el escenario de miles de guerreras y guerreros por la paz, la concordia y la armonía. Acapulco es el día más brillante y la noche sin fin. Un lugar de recogimiento y una puerta a los infiernos. Acapulco ha recibido muchos embates naturales que presagiaban su fin y como palmera costeña se ha doblado hasta el límite pero nunca se ha quebrado. Acapulco renacerá porque en el ADN de su gente no existe la rendición. Acapulco triunfará porque su gente está forjada en la lucha diaria contra la injusticia y contra los elementos naturales. Acapulco vencerá porque su gente no se rinde y no se puede vencer al que nunca se rinde. Acapulco resurgirá con o sin apoyo adicional porque solos nos convertimos en lo que fuimos y solos nos convertiremos en lo que seremos. ¡Fuerza Acapulco! ¡Fuerza a todas y todos los que diariamente luchan entre los escombros contra las hordas de moscas, mosquitos y moscardones! ¡Fuerza a los que abrieron ya sus negocios y están dispuestos a morirse en la raya! ¡Fuerza a los voluntarios que no han parado de ayudar en comedores, en albergues o comunicando y visibilizando la tragedia! Las palabras clave son paciencia y resistencia. Más pronto que tarde volveremos a brillar y a ser lo que siempre hemos sido: la joya del Pacífico. Acapulco no será el mismo de ayer, será un lugar mejor porque los acapulqueños siempre nos hemos crecido ante el castigo, porque nunca hemos dependido de nuestras autoridades y porque somos mucho más grandes que cualquier desafío. Acapulco es nuestro hogar y lo vamos a poner de pie. Aquí nos vamos a morir, peleando con la cara al sol seguros de que al final nos vamos a levantar y vamos a triunfar. ¡¡¡Fuerza Acapulco!!!