Ángel Aguirre Rivero
Noviembre 05, 2020
LA POLÍTICA ES ASÍ
Hace unos días conocí una encuesta nacional de los 300 distritos electorales federales. Para el caso de Guerrero, una posible alianza PRI, PRD y PAN harían muy competitiva la elección en los nueve distritos electorales federales.
Para construir una coalición con miras al 2021 la fecha apremia, ya que vence el 10 de noviembre el plazo para suscribir estas alianzas ante el instituto electoral.
En mi prospectiva hay tres escenarios para construirlas: la primera es ir juntos con un candidato o candidata a la gubernatura: PRD, PRI, PAN y posiblemente algún otro partido, para lo cual será necesario llevar a cabo una medición que determine quién llevará la representación a la gubernatura del estado.
Lo cual se me antoja difícil, primero porque el PAN se niega a ir con el PRI para contender en los gobiernos locales y en las diputaciones federales, no así con el PRD, a quien ha manifestado su simpatía por ir juntos, pero las cifras no les alcanzarían a ambos para un posible triunfo, siendo realistas.
El segundo escenario me parece mucho más factible, que es la de construir candidaturas comunes para el Congreso local y ayuntamientos en más de un 30 por ciento de nuestro territorio.
La solicitud para las candidaturas comunes para registrarlas ante el IEPC, vence en la fecha en que inician las precampañas de la elección correspondiente, es decir, este 10 de noviembre como ya señalé.
Los logos de los partidos van por separado en la boleta, cada instituto político registra por separado su plataforma electoral, los votos se suman para el candidato y cuentan por separado para cada partido político para efectos de la conservación de su registro y otorgamiento de financiamiento publico, y no se podrán distribuir o transferir votos mediante convenios.
Advierto que, en el PRI, PRD, PAN y posiblemente PT, miran con entusiasmo ir juntos. Bajo este esquema estoy cierto se ganarían los principales municipios y la mayoría del Congreso bajo esta coalición. El PT está por definir si va sólo o en coalición, y sostiene acercamientos con tirios y troyanos.
Todo depende cómo se muevan las fichas en las próximas horas y días, de acuerdo con el calendario electoral.
El tercer escenario es una alianza ‘de facto’, donde los partidos cruzan votos si mediar de por medio un acuerdo ante la autoridad electoral, el cual se me hace delicado por la alta carga de incertidumbre que supone su cumplimiento, pero es una posibilidad.
De no darse este escenario se antoja difícil ganarle a Morena y sus aliados, aunque la fractura de los morenistas se muestra a todas luces.
Lo acontecido en Hidalgo y Coahuila dan mucho aliento para que el PRI, el PRD y el PAN logren algunos triunfos importantes en nuestro estado suriano. Tampoco se debe perder de vista que en Hidalgo y Coahuila el PRI ganó sin una alianza. Veremos.
Por otra parte, hace unos días se dio a conocer el resultado de las encuestas mandadas hacer por el Dirección Nacional Ejecutiva del PRD, de la que resultó ganador Evodio Velázquez Aguirre.
Debo reconocer la actitud madura y responsable de Carlos Reyes Torres, quien de inmediato aceptó los resultados y ofreció trabajar por la unidad del partido. Eso habla de su grandeza de miras.
Algunos amigos y simpatizantes me han llamado para preguntarme: ¿qué sigue?, mi respuesta ha sido clara y contundente: la contienda interna ya terminó y es momento de trabajar por el fortalecimiento del partido y por ende por la candidatura de Evodio Velázquez, quien deberá mostrar humildad y tender los puentes necesarios para caminar juntos. No tengo duda que así lo hará.
Campañas distintas
¿Se imagina usted una marcha de 5 mil, 10 mil ó 20 mil en apoyo algún candidato o partido político en el proceso electoral 2021? Difícilmente ante el riesgo de contagio por Covid 19, una epidemia que lejos de ceder, se intensifica.
Por eso, me parece lamentable que las autoridades electorales y de salud hasta ahora, no haya definido las reglas a que estarán sujetas las próximas campañas electorales, como si la pandemia fuera a resolverse a principios del próximo año, nada más alejado de la realidad, si bien nos va nos llevaremos casi todo el 21, de acuerdo a los pronósticos.
Es evidente que ya no habrá campañas como en el pasado, cuando uno visitaba las distintas comunidades para escuchar sus peticiones o propuestas y uno tenía la oportunidad de acercarse, abrazar y apapachar a nuestros posibles electores. Eso se acabó, ya no habrá ese tipo de campaña, si se actúa con responsabilidad.
Los famosos cierres regionales o municipales donde los partidos políticos le echaban toda la carne al asador como dice el argot popular, se acabaron también.
Hoy la nueva realidad nos obliga a diseñar una nueva estrategia para llegar al ciudadano, donde las plataformas digitales jugarán un rol de la mayor importancia.
Hacer campañas a través de las redes sociales resulta ya más efectivo que las formas tradicionales.
Los medios de comunicación masiva, en particular la radio y la televisión serán instrumentos de la mayor importancia para alcanzar triunfos electorales.
Eso tiene que llevar a la autoridad a vigilar con mayor eficiencia el gasto que hacen los aspirantes. Aunque, a decir verdad, el reciente episodio relacionado con la difusión de un precandidato a través de anuncios espectaculares donde no se aclaró el origen de su financiamiento, y dejó un mal sabor de boca al interior de Morena, ya que supone un proceso interno plagado de inequidad y donde los contendientes acuden sin un piso parejo.
Del anecdotario
A Juan Sánchez Andraca lo conozco desde hace muchos años. Excelente conversador y con un sentido del humor inigualable.
Un mexicano más y Zitlala son dos obras literarias del rico acervo con que cuenta como extraordinario escritor.
Alguna vez, recién llegado a Chilpancingo, siendo yo secretario particular del gobernador Alejandro Cervantes Delgado, Juanito me invitó a una de las experiencias más inolvidables y bellas de mi vida: hacer un recorrido en canoas por el hermoso Río Azul, que inspirara al compositor Antonio I. Delgado a dedicarle una hermosa canción a este lugar de excelencia.
Muy temprano salimos de Chilpancingo para visitar la famosa hacienda de Tepechico-tlán, donde se sembraban grandes extensiones de maíz y otros productos en la época de los de los grandes hacendados.
El recorrido por carretera es magnífico, ya que puede uno atestiguar bellas cañadas y extendidos cultivos de la región centro, que caracteriza a un pueblo trabajador.
Llegamos al pintoresco Mochitlán, con sus casas de corte antiguo que hasta la fecha prevalecen, que constituyen un retrato del Guerrero rural de décadas pasadas, donde nos detuvimos a disfrutar de la belleza de su atrio y su iglesia y degustamos unas nieves en la plaza.
Finalmente llegamos hasta el famoso borbollón ya en el municipio de Quechultenango, para tomar nuestras balsas que nos llevarían hasta Colotlipa.
No sin algunos percances, porque nos caímos de las canoas algunas veces, empezamos a disfrutar de hermosos paisajes en el recorrido de uno de los ríos más bellos de México.
El trinar de los pájaros, iguanas inquietas, vegetación exuberante eran parte de nuestro escenario en esa bella travesía.
Llegamos a unos canales de irrigación, donde Juanito nos dijo contagiado por su risa singular: “Bueno jóvenes hasta aquí llegamos, ahora hay que nadar por los canales para llegar a nuestro destino”.
Afortunadamente provengo de un lugar en donde desde niño mis padres me llevaban de paseo a los ríos por lo que me sentía muy familiarizado con el reto que nos imponía Sánchez Andraca, quien fuera presidente municipal de Chilapa hace ya muchos años.
Me aventé a los canales, los cuales llevaban una gran presión en un recorrido de 2 o 3 kilómetros para retomar nuestras canoas al final del sistema de riego.
Luego de lo alocado de los canales, vino un remanso de paz como todo en la vida, entramos a una zona apacible que disfrutamos enormemente como premio a nuestra osadía de vencer el río.
Llegamos a la hermosa Colotlipa, donde Juan nos había preparado una suculenta comida a base de chivo y unos buenos mezcales de lo que él es especialista.
Y terminamos nuestro paseo con un buen partido de básquetbol en la cancha del pueblo.
Gracias querido Juanito, por este viaje inolvidable en nuestro hermoso Río Azul.
La vida es así…