EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Cantinflas y Acapulco

Ángel Aguirre Rivero

Agosto 11, 2023

LA POLÍTICA ES ASÍ

 

Inconmensurable, sería el término que yo utilizaría para describir la grandeza de la figura de Mario Fortino Moreno Reyes Cantinflas.
No se puede dejar de lado que, quien inmortalizó con sus cintas a Acapulco en la Época de Oro del cine mexicano, le debamos junto a otras luminarias, que Acapulco haya quedado como parte del legado cinematográfico, en su caso, en una de las famosas cintas El bolero de Raquel, filmada en 1957.
Más allá del éxito de sus películas, la trayectoria del gran mimo mexicano incluye su liderazgo al frente de la Asociación Nacional de Actores, de los trabajadores cinematográficos al lado de Jorge Negrete y Gabriel Figueroa, productor de cine, filántropo y sobre todo, un personaje que siempre supo entender los anhelos del pueblo mexicano y reflejarlo en su trabajo.
En cierta forma, Mario Moreno Reyes moldeó al personaje Cantinflas (que significa: en la cantina, inflas), a sus vivencias “se dedicó a diversos trabajos, fue ayudante de zapatero, para después ascender a bolero (limpiabotas), mandadero, cartero, taxista, empleado de billar, boxeador y hasta torero”, (Wikipedia, https://bit.ly/474oj6J ) y en los inicios de su carrera como actor, cómico de carpa.
Sobre su fracaso a su paso por el boxeo, Mario Moreno, en una entrevista se mofa de sí mismo (Documental Mario Moreno Cantinflas biografía (Biography) https://bit.ly/3DwB0cN ):
–La gente, de boxeador nunca me llegó a conocer, porque ya lo he dicho en algunas ocasiones: nunca me vio de pie, siempre acostado contándome los diez…
El personaje de Cantinflas se caracterizó en la mayoría de sus películas por ser una persona de estrato social bajo y defensor de las causas justas.
Un caudal de palabras en apariencia inconexas, con brillantes incoherencias que definitivamente maltrataban a la sintaxis gramatical, a la vez que utilizaba un lenguaje característico, lleno de giros lingüísticos, metáforas y ambigüedades. pero que encerraban una crítica al poder y a la clase política, lo hicieron conectarse con el pueblo no solo mexicano, sino de habla hispana.
Para el análisis y la reflexión y la diversión quedan sus peroratas en películas como Ahí está el detalle donde hace una defensa de sí mismo, Si yo fuera diputado, en la que se mofa de los discursos tradicionales (“estoy aquí, porque no estoy allá”).
En la película El Padrecito (1964), Cantinflas interpreta a un sacerdote humilde que llega a un pequeño pueblo. A través de su estilo cómico y su particular manera de hablar, logra romper las barreras sociales y ganarse el respeto y la admiración de los habitantes del lugar, demostrando que la sabiduría y el valor de una persona no se miden por su nivel de educación o su posición social.
Quizá el interés de nuestro personaje en la actividad política lo llevó a incluir en sus guiones, reflexiones de sobre la política.
Rescato un fragmento de diálogo en la película El Mago:
–Majestad, ¿cómo quiere que se arreglen las elecciones del próximo periodo de gobierno?
–Me extraña la pregunta, las elecciones se harán como se han hecho siempre: respetando la voluntad del pueblo, para que gane, el que yo quiera…
Su particular estilo de hablar sin darse a entender claramente, pero con reflexiones profundas, lo catapultó y le valió un aporte al léxico hispanohablante con el verbo cantinflear, reconocido en 1992 por la Real Academia de la Lengua Española.
Recientemente los medios de comunicación en México y Latinoamérica retomaron la publicación de dos jóvenes, Rolando Astudillo y Luis Mojica, en la que dan a conocer las condiciones de abandono de lo que fuera la mansión de Mario Moreno en Acapulco.
El deterioro de la casa de playa es entendible por las condiciones que significan para la construcción, al estar edificada a la orilla del mar, pero también por las disputas familiares por la herencia del mimo.
Permanece de pie una escultura de más de dos metros de Cantinflas, recargada en un farol, cruzado de brazos y en una mano un cigarro.
Hoy quienes visitan el lugar son youtubers, que buscan obtener notoriedad ante la decadencia de la mansión. Es una pena que, con este deterioro, se borre poco a poco una etapa hermosa en la historia de Acapulco.

Del anecdotario

Llegó en una camioneta muy ostentosa que a todos los lugareños llamaba la atención. Empezó a indagar sobre los movimientos de la zona, de donde se conoce, se da el trasiego de droga a través de lanchas rápidas que poseen la tecnología más avanzada y moderna.
–Oiga joven, ¿y usted a qué se dedica? –se atrevió a preguntarle, con temor uno de los vecinos.
–Soy comerciante, tengo negocios en el estado de Guanajuato y ando conociendo la zona –contestó.
–Pues no creo que en estos pueblos tan chicos vaya a poner algún negocio – se dijo para sus adentros el mismo que preguntó.
Para esto, el joven de la lujosa y llamativa camioneta ya había reclutado a un joven de tan sólo 16 años, a quien ocupaba como chofer y otros dos de edades similares, quienes fungían como ayudantes y le acompañaban en todos sus movimientos.
El visitante les asignó un sueldo muy por encima de lo que se percibe en la región. Los dotaba de cervezas diariamente y seguramente después, de drogas.
¿Y los padres?, ausentes… O tal vez felices, pues sus hijos llevan un buen ingreso a sus familias.
¿Por cuánto tiempo?
Así es como se engendra la violencia y se propicia la delincuencia ante la ausencia de valores familiares.
Estos tres jóvenes vivirán un sueño no sé por cuánto tiempo, pero al final terminarán pagando las consecuencias de la falta de valores y principios, pero sobre todo, de orientación en el seno familiar. Qué triste, muy triste.

La vida es así…