EL-SUR

Jueves 19 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

De los orígenes de la idea de la sostenibilidad

Octavio Klimek Alcaraz

Septiembre 14, 2024

Casi ningún otro término se ha desarrollado tanto en los últimos años como el término “sostenibilidad”. Pero ¿qué es realmente la sostenibilidad? ¿cuáles son sus orígenes?
La sostenibilidad o el desarrollo sostenible tiene sus raíces en todas las culturas, con múltiples denominaciones; las propias comunidades originarias y campesinas del mundo son portadores de una consciencia común de la sostenibilidad, sentido de responsabilidad y un conocimiento ancestral de la naturaleza de la que forman parte, demostrado en un conocimiento profundo sobre la biodiversidad, el agua, suelos, clima en el que viven. Así, el desarrollo de estas sociedades ha basado sus civilizaciones en un uso no destructivo de la naturaleza, muy distinto a las denominadas civilizaciones occidentales, que en la actualidad utilizan de manera cotidiana el término.
Las raíces de la sostenibilidad en el mundo occidental se remontan a tiempos muy remotos. El capitán de minas de Freiberg, Hans Carl von Carlowitz (1645-1714), que transfirió la idea de sostenibilidad a la silvicultura, es a menudo visto como el “padre” de la sostenibilidad. Según Carlowitz, para aplicar medidas sostenibles sólo se debe talar la superficie del bosque que pueda regenerarse de forma natural en un futuro previsible. Por lo tanto, el principio de sostenibilidad debería garantizar que las propiedades esenciales de un sistema natural se preserven a largo plazo. Este enfoque sentó las bases para un pensamiento y una acción sostenibles. Carlowitz introdujo en 1713 el término sostenibilidad en idioma alemán (Nachhaltigkeit) y sus derivados (nachhaltigue, nachhaltend) en la ciencia forestal y lo utilizó para describir la planificación a largo plazo y la precaución holística en el manejo de los bosques. Detrás de esto hay consideraciones sobre cómo una comunidad con un alto nivel de división del trabajo puede recibir recursos a largo plazo y a prueba de crisis. Carlowitz había viajado por toda Europa buscando respuestas para mejores prácticas forestales. En su libro Sylvicultura oeconomica oder haußwirtschaftliche Nachricht und naturmäßige Anweisung zur wilden Baum-Zucht (Silvicultura económica o mensaje de la casa e instrucción natural para el cultivo de árboles silvestres) ofrece estas respuestas. Cuanto mayor fue la crisis energética y de materias primas en los siglos que siguieron a Carlowitz, más se condensó el problema en palabras como “escasez de madera”, “escasez de recursos” o “crisis energética”, y la solución se comprimió en la palabra “sostenibilidad”. Así, aparece por primera vez en su libro el nuevo término en el debate sobre “cómo hacer una conservación y cultivo de la madera, que proporcione un uso continuo, estable y sostenible/porque es una cosa indispensable/ sin el cual el país no puede existir”.
En aquella época, los bosques eran la señal de advertencia de un uso desenfrenado de los elementos de la naturaleza; esto es comparable a la situación actual, sólo que la escala actual es mucho mayor, global. De hecho, hace poco más de 200 años, el problema de la escasez de madera (crisis energética) se resolvió para la creciente población europea cambiando al carbón y, más tarde, también al petróleo y al gas natural. Desde entonces, la economía circular neutra en CO2 también se ha roto. Es una paradoja de la historia: a través de esta sustitución, la industria emergente entra en el camino fósil de la no-sostenibilidad y la industria forestal, liberada de la necesidad de producir leña en enormes cantidades, se centra en prácticas de gestión sostenible y las gestiona como principio.
En los hechos, el concepto de sostenibilidad se ha convertido en el concepto rector de todas las actividades forestales desde el siglo XIX. Se implementó en el bosque de diversas maneras utilizando fórmulas y planes y se aseguró mediante controles. Sin embargo, fueron necesarias décadas de buena formación antes de que la acción sostenible en el sector forestal se convirtiera en algo natural. Hoy de manera general la sostenibilidad ha trascendido de las actividades forestales a un principio rector y cultura cotidiana en toda actividad humana y es una de las tareas más urgente de nuestro tiempo.
Si bien el uso de la palabra sostenibilidad (nachhaltig) se estableció en la silvicultura y la ciencia de habla alemana en el curso del siglo XVIII, todavía faltaba una formulación clara en otros idiomas. Aunque el concepto no era una invención puramente alemana, los funcionarios forestales sajones y suizos fueron los primeros en encontrar un término fijo para el uso sostenible de los bosques. A principios del siglo XIX, el concepto de silvicultura sostenible se convirtió en el “santo grial” de la silvicultura europea y se trasladó a otros idiomas como el francés y el inglés.
La traducción al francés proviene de los escritos del silvicultor suizo Karl Albrecht Kasthofer (1777-1853). Fue inspector forestal del Oberland de Berna desde 1806, se convirtió en maestro silvicultor del cantón de Berna en 1832 y a partir de 1837 ascendió al cargo de consejero del gobierno de Berna. Es uno de los cofundadores de la Asociación Forestal Suiza. En su texto, Kasthofer (1818) Bemerkungen über die Forsten des bernischen Hochgebürgs (Observaciones sobre los bosques del Hochgebürg de Berna), define en una nota de pie de página: “Un bosque se utiliza de manera sostenible si no se tala en él más madera anualmente de la que la naturaleza produce en él anualmente, y no menos”. Dado que el cantón de Berna es bilingüe, todas las publicaciones oficiales se traducían regularmente al francés. Kasthofer necesitaba una traducción del término sostenibilidad que fuera lo más precisa posible. Para Kasthofer, Nachhalt es una palabra inventada en alemán, es decir, un término técnico acuñado en Alemania. Así, el traductor anónimo reescribe “rendimiento sostenible” (nachhaltige Ertrag) de Kasthofer a: produit soutenu et égal d’une forêt (producto sostenido e igual de un bosque). Un cambio semántico significativo. En este sentido se traduce al francés el concepto de sostenibilidad de Kasthofer. El verbo francés soutenir también proviene de la traducción de los textos de Kasthofer y se basa en el verbo latino sustentare (sostener, mantener, sustentar), que a su vez contiene la raíz básica tenere (sostener).
En los textos del forestal francés Adolphe Parade (1802-1864), que estudió en la Escuela Forestal de Tharandt, fundada por Heinrich Cotta, y que más tarde se convirtió en profesor en Nancy en la Ecole Forestière, la sostenibilidad también apareció en 1837 como principe du rendement soutenu (principio de rendimiento sostenido). Esta traducción refleja claramente la perspectiva de ambos sobre el principio de sostenibilidad. Kasthofer y Parade veían la sostenibilidad como un concepto económico, que daba prioridad absoluta a los cálculos de costo-beneficio, también en la silvicultura. El producto constante de un bosque se refiere puramente al rendimiento monetario que proporciona el sitio de producción forestal.
La traducción al inglés de sostenibilidad también se refiere al aspecto económico y financiero del concepto de sostenibilidad. Su origen se remonta al alemán emigrado William Philipp Daniel Schlich (nacido Wilhelm Schlich, en Flonheim, en 1840). Escribió su monumental Manual de silvicultura. El primero de sus cinco volúmenes se publicó en 1889. En el volumen sobre el manejo forestal, Schlich escribe que A management based on the principle of sustained yield (una gestión basada en el principio del rendimiento sostenido) es el objetivo del trabajo forestal. Esta traducción se basa en el verbo inglés to sustain, que significa “sostener, mantener, sustentar”. A partir de esta transferencia, el término llegó a América a principios del siglo XX como “sustained yield forestry” (rendimiento forestal sostenido), que pronto se utilizó como sustainable yield (rendimiento sostenible). Hasta el día de hoy, se ha desarrollado una diferencia en el uso de sustainable y sustained. En inglés, se puede observar el uso de sustainable (entendido como un medio coherente con los objetivos del desarrollo sostenible) y sustained (entendido como permanente).
En la actualidad se utiliza el sustantivo en inglés sustainability (sostenibilidad y/o sustentabilidad) en diversas interpretaciones.
Enrique Leff uno de los grandes aportantes al discurso ambiental en Latinoamérica señala que: “La ambivalencia del discurso de la sustentabilidad surge de la polisemia del término sustainability, que integra dos significados: uno, traducible como sustentable, que implica la internalización de las condiciones ecológicas de soporte del proceso económico; otro, que aduce a la durabilidad del proceso económico mismo. En este sentido, la sustentabilidad ecológica se constituye en una condición de la sostenibilidad del proceso económico”.
La citada ambivalencia hace que de manera indistinta se use el termino sostenible o sustentable. No se omite el comunicar que en sus acepciones verbales para ambos términos el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, define sostener como “sustentar, mantener firme algo” mientras que “sustentar” tiene el sentido de “conservar algo en su ser o estado” o de proveer a alguien del alimento necesario.
En conclusión, ser cuidadosos con el uso del término sostenibilidad, que en realidad solo puede ser posible en el aprovechamiento de los recursos naturales renovables, como son los bosques o las pesquerías, ya que en recursos naturales no renovables, como son los minerales y los hidrocarburos que son explotados hasta su agotamiento, esto no puede ser posible, a lo sumo ser usados de manera racional, con razón.