EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Desafíos ante la emergencia ambiental

Octavio Klimek Alcaraz

Septiembre 21, 2019

El pasado domingo 15 de septiembre tuve la oportunidad de conocer una entrevista del actual titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), del gobierno federal, el doctor Víctor Manuel Toledo Manzur con la reportera Angélica Enciso (diario La Jornada, 15 /09/1919). En general soy reacio a escribir sobre personas de la vida pública. Pero conociendo la reconocida trayectoria científica de muchos años del doctor Toledo y su compromiso con las mejores causas de este país, no puedo dejar la oportunidad de manifestarme sobre sus comentarios vertidos, que son de gran importancia para transformar el país.
Sobre su valoración del sector ambiental, el doctor Toledo comenta que desde la creación de la Semarnat (1994) ha existido una involución en sus equipos de trabajo. Es decir, se pasó de equipos de trabajo altamente profesionales a equipos de trabajo con poca preparación y capacidad.
Total coincidencia. Para mí es claro que para atender la salud de los ecosistemas se necesitan, equipos de profesionales técnicos multidisciplinarios con alta preparación, que deben tener la suficiente infraestructura tecnológica y recursos para hacer diagnósticos y tratamientos conforme al estado del ecosistema a atender, no es lo mismo atender un bosque que una selva o una laguna costera. Cuando no sabes de medio ambiente, lógicamente no puedes hacer propuestas que resuelvan de fondo el problema, porque en muchos casos ni siquiera atinas a entender qué está pasando en el ecosistema.
El doctor Toledo comenta que como consecuencia de esta involución del sector se relajó la aplicación de la legislación ambiental, lo que se ejemplifica en la creciente contaminación de los principales cuerpos de agua del país. En ello, señala de manera precisa los casos de los ríos Lerma, Atoyac, Papaloapan, Santiago, Sonora, Tula, de la Comarca Lagunera (sobreexplotación de acuíferos con presencia de arsénico en el agua para consumo humano).
El doctor Toledo define esto como emergencia ambiental –PNUMA acota que una emergencia ambiental es cuando se pueden causar graves daños al medio ambiente, así como la pérdida de vidas humanas y bienes (http://web.unep.org/es/rolac/preparación-para-emergencias-ambientales-y-tecnológicas)–. Por ello, señala que es preciso en este caso de emergencia ambiental aplicar la figura jurídica de las Zonas de Restauración Ecológica previstas en la Ley General del Equilibrio Ecológica y Protección al Ambiente. Señala su aplicación inmediata en el caso de Tula debido a la contaminación de aire agua y suelo. Y que seguramente se podrá hacer con visión de cuenca en ríos como el Lerma (altamente contaminado). Esto, acota el doctor Toledo, conforme a las posibilidades de los recursos humanos y materiales disponibles se podría ampliar a otras áreas del país, que requieran por su estado de emergencia ambiental, de la declaratoria de Zona de Restauración Ecológica.
El doctor Toledo precisa tres temas a atender de manera urgente desde el ámbito ambiental en el país: La contaminación del agua, el tema histórico de la tala inmoderada de árboles y, de manera especial, los megaproyectos, que van desde la minería, los gasoductos, la extracción petrolera, las termoeléctricas, los proyectos carreteros, turísticos, los desarrollos habitacionales, los transgénicos, entre otros.
Ante temas cruciales como el Tren Maya y el Corredor Transístmico, señala que, en el caso del Tren Maya, la mayor preocupación sería en la implementación de los polos de desarrollo, para que no suceda lo que ha pasado en sitios turísticos como Cancún, en donde dominan las grandes compañías hoteleras. El doctor Toledo es enfático al proponer un modelo alternativo que favorezca el desarrollo comunitario, municipal y regional.
Similar preocupación sería en el caso del Corredor Transístmico. Aquí se debe cuidar señala el doctor Toledo, el tema de las consultas a pueblos indígenas, conforme al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
Es preciso en el tema de prohibir el fracking, así como en la prohibición de organismos transgénicos, en donde el doctor Toledo señala que se van a inducir cambios en la legislación para ello.
Respecto a la problemática de la vaquita marina, en peligro de extinción, el doctor Toledo comunica sobre la complejidad de su solución, que es claro obedece a causas que van más allá del ámbito de la propia Semarnat, por lo que se busca atender con otras dependencias de manera integral.
Su mayor preocupación en relación con el presupuesto es la ausencia de personal de la Semarnat y organismos desconcentrados en el territorio nacional. Esto de continuar su reducción, pero el doctor Toledo no baja la guardia de comunicar y justificar la necesidad de dicho personal y los recursos que conlleva esto.
Sobre la lucha contra la corrupción, es claro no se va a permitir y habrá consecuencias.
Con esta relatoría de temas que hablan del compromiso del doctor Toledo con la causa ambiental dan la certidumbre de que hay ideas claras, de que no se van a administrar los problemas, como ha sido antes, aún en escenarios de reducción de presupuesto. Seguramente, habrá que corregir omisiones del día a día en la Semarnat, pero aceptar la crítica fundamentada y la autocrítica es algo normal en la formación intelectual de un científico como el doctor Toledo.
Obvio que se necesita del concurso de la sociedad en su conjunto, bajo una lógica de cooperación y confianza. Si la Semarnat no apoya y tiene el apoyo de las comunidades urbanas y rurales hoy agobiadas por los problemas ambientales será muy difícil resolverlos.
Lógicamente, hay grandes intereses económicos que se sienten afectados por el discurso del doctor Toledo, y que buscarán que prevalezcan sus intereses sobre los intereses del ambiente y la sociedad. Por eso es importante esa alianza de la sociedad agraviada con las ideas del doctor Toledo. No omito el comentar que se tienen incluso sectores gubernamentales en los tres órdenes de gobierno, que por el mandato económico que tienen, toman decisiones sin incluir la dimensión ambiental.
Es la oportunidad, creo, de impulsar nuevas políticas públicas desde la Semarnat para internalizar los costos ambientales y sociales de sus programas y proyectos, que hacen comprender que las ideas de vivir en armonía con la naturaleza y la gente en el territorio no es una utopía.