EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Día Mundial del Medio Ambiente 2024

Octavio Klimek Alcaraz

Junio 01, 2024

El próximo miércoles 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente. Seguramente es como cada año el evento ambiental más importante de la Organización de las Naciones Unidas. El Día Mundial del Medio Ambiente nos indica la importancia crítica de proteger nuestro medio ambiente, fomentando la acción global y el aumento de la conciencia por el ambiente ante las crisis ambientales globales que amenazan el futuro de la vida humana que conocemos.
El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido hace 50 años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1972, coincidiendo con la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano, ganando año con año relevancia.
Este 2024, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía bajo el lema Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración. La premisa es que no se puede retroceder en el tiempo, pero sí es posible hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y restaurar los suelos. Finalmente somos esta generación la que puede hacer la paz con las tierras. El país anfitrión y organizado es Arabia Saudita.
Como indican los datos más adelante en el texto, la sequía y la desertificación están amenazando ecosistemas fundamentales en todo el planeta, incluidos los ecosistemas de agua dulce y el suelo. La naturaleza que conocemos esencial para la vida humana está seriamente perturbada.
Por ello, mucho del motivo del lema del Día Mundial del Medio Ambiente tiene que ver con los 30 años de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, de la que México es parte. Al respecto, citando información de dicha Convención se indica que hasta el 40 por ciento de las zonas terrestres del planeta están degradadas, lo que afecta directamente a la mitad de la población mundial. El número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29 por ciento desde el año 2000 y, si no se toman medidas urgentes, las sequías podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050. Lo que es un escenario terrible (https://www.un.org/es/observances/environment-day).
Hay que recordar además que la restauración del suelo es un pilar fundamental del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), que busca fomentar la protección y la revitalización de los ecosistemas en todo el mundo, un aspecto fundamental para intentar alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia el 2030.
Siempre es muy recomendable consultar la información de la página electrónica del Día Mundial del Medio Ambiente 2024, que básicamente patrocina el PNUMA y el gobierno anfitrión de este día (https://www.worldenvironmentday.global), de ahí citare con algunas modificaciones buena parte de la información de este texto sobre porque los ecosistemas terrestres y terrestres son únicos:

El suelo y el agua

Casi el 60 por ciento de todas las especies viven en el suelo, lo que convierte a la tierra en el hábitat más biodiverso del planeta.
Los suelos sanos almacenan enormes cantidades de carbono que, de liberarse, provocarían un enorme aumento del calentamiento planetario.
Sólo el 0.5 por ciento del agua de la Tierra es agua dulce utilizable y disponible. El cambio climático está afectando peligrosamente a ese suministro.
En las últimas dos décadas, el almacenamiento de agua en tierra –incluida la humedad del suelo, la nieve y el hielo– ha disminuido a un ritmo de un centímetro por año, con graves ramificaciones para la seguridad hídrica y la producción de alimentos.

Zonas áridas

Las tierras secas (zonas con gran escasez de agua) cubren el 41 por ciento de la superficie terrestre y el 78 por ciento de los pastizales del planeta.
Las tierras secas generan el 44 por ciento de los cultivos mundiales, son la fuente de alimento de la mitad del ganado del mundo y sustentan la vida y los medios de subsistencia de más de 2 mil millones de personas.
A pesar de lo que sugiere su nombre, las tierras secas albergan más de una cuarta parte de los bosques del mundo, un tercio de las zonas críticas para la biodiversidad mundial y proporcionan puntos esenciales de migración para las aves.

Desiertos

Los desiertos cubren más de una quinta parte de la superficie terrestre y se encuentran en todos los continentes.
El Sáhara es el mayor desierto cálido del mundo, con una extensión de 9.4 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño de Canadá.
A pesar de su fama de carente de vida, el desierto del Sahara alberga 500 especies de plantas, 70 de mamíferos, 100 de reptiles, 90 de aves y varios artrópodos, como arañas y escorpiones.
Muchos desiertos se están expandiendo debido al cambio climático, pero algunos países están contraatacando, entre ellos los 22 países de África que bordean el desierto del Sáhara, donde la iniciativa de la Gran Muralla Verde pretende restaurar 100 millones de hectáreas de tierra mediante un mosaico de paisajes verdes y productivos.

Bosques

Los bosques cubren el 31 por ciento de la Tierra, pero no están distribuidos por igual, ya que más de la mitad de los bosques del mundo se encuentran en sólo cinco países: Brasil, Canadá, China, la Federación Rusa y Estados Unidos de América.
Los bosques albergan más de la mitad de las especies terrestres de animales, plantas e insectos del mundo.
Más de 28 mil especies de plantas están registradas actualmente como de uso medicinal y muchas de ellas se encuentran en ecosistemas forestales.
Los microorganismos del suelo son importantes en la producción de antibióticos. La penicilina, por ejemplo, procede de un pequeño hongo que vive en el suelo.
El organismo más grande de la Tierra es un hongo de las Blue Mountains de Estados Unidos. Este hongo, que cubre unas 965 hectáreas de terreno, podría tener una antigüedad de hasta 8 mil 650 años, lo que le valdría un puesto entre los organismos vivos más antiguos del mundo.

Agua dulce

Los lagos, ríos y humedales contienen entre el 20 por ciento y 30 por ciento del carbono mundial, a pesar de ocupar sólo entre el 5 por ciento y 8 por ciento de su superficie terrestre.
El río Nilo es considerado la vía fluvial más larga del mundo. Nace en África Oriental, atraviesa 11 países y se extiende a lo largo de 6 mil 695 kilómetros.
Aproximadamente 1 mil 400 millones de medios de subsistencia en todo el mundo dependen directamente del acceso al agua dulce, incluidos los empleos relacionados con las industrias de la alimentación y las bebidas, la energía y el agua.

Tierras agrícolas

Cada cinco segundos se erosiona una superficie de suelo equivalente a un campo de futbol. Sin embargo, se requieren mil años para generar tres centímetros de tierra vegetal (la capa más superficial del suelo).
Cada año, más de 24 mil millones de toneladas de la valiosa capa superior del suelo son arrastradas por el agua o el viento en todo el mundo, a medida que la tierra se cultiva y pastorea en exceso y se talan árboles y bosques.
El mundo necesitará aumentar su producción de alimentos entre un 60 por ciento y un 70 por ciento para alimentar a una población humana prevista de 9 mil millones de personas en 2050, mientras la actual expansión agrícola sigue poniendo en peligro a los bosques y la biodiversidad.
Cerca del 75 por ciento de los cultivos de frutas y semillas del mundo dependen, al menos en parte, de los animales polinizadores, como las abejas.?Los polinizadores contribuyen al 35 por ciento de la producción mundial de cultivos, polinizando 87 de los 115 principales cultivos alimentarios del mundo.
A pesar de su importancia, los polinizadores están sufriendo un grave declive, debido principalmente a las prácticas agrícolas intensivas, el uso de plaguicidas, las especies invasoras, las enfermedades y el cambio climático.
En todo el mundo, al menos 2 mil millones de personas dependen del sector agrícola para su subsistencia, sobre todo las poblaciones pobres y rurales.

Ciudades

Las zonas urbanas ocupan el tres por ciento de la superficie terrestre de la Tierra, y sin embargo albergan a más de la mitad de la población mundial.
Representan el 75 por ciento del uso mundial de recursos y de energía, producen más de la mitad de los desechos mundiales y al menos el 60 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Más de un tercio de las mayores ciudades, como Barcelona, Bogotá, Nueva York y Tokio, obtienen una proporción significativa de su agua potable de alta calidad de bosques protegidos cercanos.
Los árboles en zonas urbanas pueden enfriar el aire hasta 5º C lo que reduce en un 25 por ciento la necesidad de usar aire acondicionado. Los árboles urbanos proporcionan múltiples beneficios para la salud, como un agua más limpia. Además, limpian el aire y reducen las inundaciones, entre muchos otros beneficios.
Los datos antes presentados son graves. Así, para brindarles a los jóvenes, a las generaciones futuras, un mundo en el que valga la pena vivir, debemos cambiar rápidamente a una economía respetuosa con la naturaleza. Se requiere promover la transición energética global y las soluciones basadas en la naturaleza para protección del clima, así como la aplicación de la economía circular, entre otras soluciones posibles. Se trata de utilizar menos recursos naturales. Sobre todo los no renovables, para no sólo contribuir a reducir drásticamente las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero, sino también para preservar la biodiversidad y proteger nuestra naturaleza.
En conclusión, los problemas identificados en 1972, cuando se instituyó el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente, son ahora crisis en toda regla. Existen límites planetarios para el crecimiento económico y poblacional, que estamos superando constantemente. No se puede seguir así durante los próximos años, ya no hay más tiempo. Si no estamos condenados a destruir por completo las redes de la vida que nos sustentan en el planeta.