EL-SUR

Jueves 17 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión

El año político de América Latina visto por el OPALC

Gaspard Estrada

Febrero 10, 2016

La semana pasada, el Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC) presentó, por octava ocasión, su informe anual sobre el año político de América Latina en el 2015 en París (en Sciences Po) y en Bruselas (en la Universidad Libre de Bruselas y en el Egmont Institute, la sede del Instituto de Relaciones Internacionales de la Corona Belga). Como lo hemos reseñado en este espacio durante los últimos meses, la situación general de la región no es halagadora. América Latina enfrenta una crisis de gobernabilidad. En 2015 hemos visto cómo los presidentes han tenido una baja sustancial de sus tasas de aprobación, a la par de un aumento del índice de fragmentación partidaria y, más globalmente, de un crecimiento del descontento de la población a raíz del estancamiento económico general del subcontinente. Por otro lado, el aumento de la percepción de la corrupción, junto con la debilidad de los partidos políticos, contribuyó a deslegitimar en cierta medida la democracia. ¿Cuáles son los factores explicativos de esta crisis?
Esta percepción de “fin de ciclo” en la mayoría de los países está ligada al factor tiempo. En muchos países, gobiernos de izquierda o de derecha llevan muchos años en el poder, lo que ha creado cierto cansancio entre la población, al ver a los mismos dirigentes al mando por un periodo prolongado. Se trata de una opinión pública frustrada porque sus expectativas no se han cumplido y que rechaza la forma de hacer política basada en el clientelismo y la corrupción.
El segundo factor es la economía. América Latina es víctima de la coyuntura mundial marcada por la disminución del crecimiento económico en la mayoría de los países y a la crisis en algunos otros. Lo anterior en un contexto muy poco favorable de caída en picada de los precios de las materias primas. En el caso de México, esta tendencia es particularmente visible con el precio de la mezcla mexicana de petróleo, a pesar de la transformación de la matriz productiva del país a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Pero también la región tiene sus propias responsabilidades porque en los tiempos de bonanza los problemas estructurales del subcontinente no se resolvieron, ya que estaban ocultos por la existencia de saldos comerciales muy favorables. Ahora que los vientos son contrarios, esos problemas vuelven a surgir, mientras que los problemas de violencia, inseguridad, corrupción, falta de competitividad, productividad e innovación de la economía agravan la situación general de la región. Por ende, la población vota más contra esos gobiernos que llevan muchos años en el poder y no han resuelto todo ese conjunto de problemas de la economía.
¿Esto nos permite decir que en 2015 se dio un “giro a la derecha” en América Latina? Sí y no. Por un lado, asistimos a las derrotas electorales de determinadas fuerzas políticas (el kirchnerismo en Argentina o el chavismo en Venezuela). Las elecciones presidenciales han traído cambios muy significativos en el primer país, pero las legislativas han sido más variadas, y en algunos lugares han reforzado a los oficialismos y en otros lo han debilitado levemente, dependiendo en gran medida del momento en que intervienen esas elecciones intermedias: elecciones locales o parlamentarias separadas de las presidenciales siempre representan una oportunidad para castigar a un gobierno. De manera general, se vive un resurgimiento de las alternativas de centroderecha y un incremento de la fragilidad de las fuerzas políticas en el poder.
¿Qué podemos esperar del 2016? La economía continuará teniendo dificultades. Los problemas sociales de la región (pobreza y desigualdad) no han desaparecido ni lo van a hacer en una época de bajo crecimiento económico y crisis. Sin embargo, si Cuba continúa con la “actualización” de su modelo –tanto en el frente externo como en el interno– y Colombia consigue llegar a un acuerdo político entre el gobierno y las FARC, podremos decir que América Latina habrá terminado con la herencia de la guerra fría en el 2016.

* Analista político del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada