EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

El PRD ante el espejo

Ángel Aguirre Rivero

Febrero 10, 2023

En los últimos días he venido sosteniendo la reflexión sobre la pertinencia o no, de que el PRD participe en el 2024 en la alianza Va por México que hasta hoy se ha sostenido con alfileres entre el PRI, PAN y el propio PRD.
¿En qué baso mis argumentos? Primero, porque el PRD no ha recibido un trato de aliado, sino más bien ha sido vilipendiado, marginado, como si interesara poco su participación.
El actual dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, es un hombre poco confiable, que hoy sostiene una cosa y mañana la cambia con la mayor facilidad y de acuerdo a sus intereses, el conflicto ha escalado y se ha convertido en una lucha para rescatar a este partido.
Por su parte, el PAN se ha erigido como el conductor del proceso para designar candidato o candidata a la Presidencia de la República y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, al más puro estilo autoritario del pasado.
Bajo este esquema, los militantes de otros partidos tendrían que acudir a la convocatoria de Acción Nacional sin ser miembros de este partido y qué decir de la sociedad civil, de la que tanto se ha hablado para que se involucre de manera directa en el proceso electoral federal que se avecina.
Debo aclarar que no me estoy pronunciando en contra de la alianza Va por México a nivel nacional o en Guerrero, estoy cuestionando los métodos que se van perfilando para nominar candidatos. Si no hay piso parejo, se abre el camino para la imposición, y como lo dije en otro texto, en política se es demócrata o no se es, así de simple.
El PRD, por su historia de lucha, por sus valores y principios, no puede ser comparsa de una osadía, así lo hablé hace unos días con Jesús Zambrano, con esa claridad y determinación, y coincidió plenamente conmigo, lo cual celebro.
El dirigente del Sol Azteca me manifestó que ellos no tomarán ese camino y que están dispuestos a explorar otras alternativas, donde efectivamente se privilegie la participación de las organizaciones de la sociedad civil.
Le propuse un encuentro con Dante Delgado y aceptó, para explorar y tener las primeras pláticas que los acerquen hacia un proyecto común de izquierda socialdemócrata, que dicho sea de paso sería lo más lógico y congruente políticamente hablando, para el partido que fundara el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien ha propósito se ha visto muy cuestionado después de retirar su participación de la iniciativa Mexicolectivo.
Yo le pregunto a usted amable lector: ¿a quién cree que vaya a designar Morena, como su candidata o candidato? La respuesta está más que cantada: a Claudia Sheinbaum.
La eventual alianza opositora MC-PRD, tendría que abrirse a la sociedad civil, incluir a sus figuras visibles con posibilidades reales, pero ante todo, perfilar un proyecto de nación que despeje las dudas de muchos mexicanos, en especial de las clases media, de las mayorías que no salen de la condición de pobreza, así como de una clase ilustrada y empresarial que siguen viendo a México como el mejor lugar para consolidar sus proyectos de desarrollo.
En ese escenario, una competencia altamente competitiva, sería que Marcelo encabezara la alianza opositora, lo cual me parece harto difícil pero tampoco imposible, y otra opción sería la del joven Luis Donaldo Colosio, quien ha despertado muchas simpatías por el bagaje histórico de su emblemático padre.
En cuanto a la alianza Va por México, puede rescatarse a sí misma. Aún está a tiempo, pero eso está por verse.
¿Qué le conviene más al PRD?, ¿ir con un partido que coincide en sus postulados por una social democracia, con un candidato que sacuda las conciencias de los mexicanos?, ¿o ir con el PRI y el PAN en un esquema hasta ahora, que pone en riesgo su viabilidad como el partido de izquierda que tanto le ha aportado al país.

Del anecdotario:

Cuando llegué a Chilpancingo en 1983, era difícil conseguir un departamento o casa que rentar, pues la oferta de vivienda era sumamente baja.
Tuve que vivir durante 2 meses en el hotel “Jacarandas” compartiendo habitación con mi querido compadre Humberto Salgado, quien de paso era mi jefe. Con Humberto, después de las extenuantes jornadas que teníamos, salíamos a caminar hasta la Alameda Central para degustar unos tacos de cabeza, eso sí, previamente pedíamos nos apartaran la lengua, que a la 1 ó 2 de la madrugada nos sabían a gloria.
Finalmente, una paisana me rentó un departamento en la avenida Álvarez, donde vivimos felizmente mi esposa Laura del Rocío y mis hijos, que eran muy pequeños Laurita y Angelito.
Cuando estaba a punto de fenecer el gobierno de don Alejandro Cervantes Delgado, un ingeniero que trabaja en la CFE me ofreció su casa en el Fraccionamiento Meléndez, y me acerqué con don Fausto Jiménez Ramos para pedir su consejo.
–Don Fausto (le dije), fíjese que me ofrecen esta casa a muy buen precio y con facilidades.
–Cómprela, cómprela… Me contestó.
–Pero pues ya nos queda poco más de un año en el actual gobierno, no tiene caso. Le contesté.
–No joven Aguirre, usted está mal, usted va a regresar más pronto de lo que se imagina, y de gobernador… Y concluyó la charla.
Y pues la compré.
En ese fraccionamiento se conocieron desde niños mi hijo Ángel con Beto Catalán, Chuchín Salgado, Jorge Caco Salgado, con este último intercambiaba películas y casetes de video juegos. También era muy común que les organizara concursos para ver quién comía más chile, lo cual me hacía reír a pierna suelta.
Recuerdo que mi amigo Rodolfo Tapia Abarca, economista brillante y chilpancinguense distinguido, hijo del Chulo de Arcelia, don Bulmaro Tapia y Terán, cuñado del gobernador Raymundo Abarca Alarcón, (quien había sido de los hombres fuertes de ese gobierno, compadre de mi señor padre don Delfino Aguirre López), el día que le comuniqué que había recibido la invitación para colaborar en el gobierno de don Alejandro Cervantes, Rodolfo me felicito para luego decirme: –amo mucho a mi tierra, Chilpancingo, pero aquí sólo se puede estar borracho, en una hamaca o siendo gobernador.
Y pues yo me quedé con la tercera opción.
La vida es así…