EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Ernesto Cardenal en la UNAM

Humberto Musacchio

Marzo 09, 2020

 

Murió el inmenso Ernesto Cardenal, quien estudió en la UNAM (1942-46), en la Facultad de Filosofía y Letras cuando ésta se alojaba en el bello edificio de Mascarones. “Las clases para mí no eran interesantes –cuenta el poeta en sus memorias–. Lo era el café de la facultad, donde alrededor de una de sus mesas circulares nos reuníamos un grupo de siempre: Ernesto Mejía Sánchez y yo, Tito Monterroso, Rosario Castella-nos, Lolita Castro, Fedro Gui-llén, Wilberto Cantón, Alfredo Sancho, Ninfa Santos… A este grupo yo incorporé a una amiga nueva, Conchita Mantecón… Mis amigos me admiraban a mí, y algunos tal vez me envidiaban, porque la que yo llevaba ante ellos era bellísima. Tenía un pelo largo muy rubio y los ojos muy grandes y azules… Yo rompí drásticamente con ella, dejé de hablarle, y creo que eso le dolió… Una vez hubo algo que los divirtió, y fue que ella se acercó a nuestra mesa y al pasar junto a mí, rompiendo el tabú de no hablarnos, con aquel su garbo de española, con una severidad fingida, bien claramente fingida, y muy dulces sus grandes ojos azules, me dijo: “¡Adiós, enemigo!” Todos reímos, y yo reí derretido de amor, orgulloso de ella y enternecido. Pero el pasado no volvió…”
Facultad de Cafetería y Letras

“Los hermanos González Casanova –sigue el sacerdote trapense– llegaban a veces a la tertulia, Henrique y Pablo… Algunos no eran de la Facultad de Filosofía y Letras, sino de la de Derecho, pero llegaban a nuestra tertulia por las muchachas. Uno de ellos era mi primo Pedro Joaquín Chamorro. Otro, Luis Echeverría, que después sería presidente de México”. Por su parte, la querida Dolores Castro recuerda al nicaragüense en la Facultad “de Cafetería y Letras” departiendo entre sorbo y sorbo con su paisano Ernesto Mejía Sánchez, los guatemaltecos Otto Raúl González, Tito Monterroso o Carlos Illescas; el español refugiado Manuel Durán Gilli y los mexicanos Rosario Castellanos, Ricardo Guerra, Luis Villoro, Jaime Sabines, Sergio Galindo, Emilio Carballido, Sergio Magaña, Fernando Salmerón, Rubén Bonifaz Nuño, Héctor Azar, Fernando Wagner, Usigli y Ninfa Santos. Maestros como Agustín Yáñez o Julio Torri también asistían al café y Emilio Carballido recordaba ahí a Rafael Gaona y Olga Harmony, toda una galería de celebridades. “Aprendíamos más en el café que en las aulas”, concluyó Lolita.

Los fiscales del fisco

Es deber de los contribuyentes gestionar y obtener la firma electrónica, más conocida como la Fiel. Un ciudadano consciente debe acudir a las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para tramitarla, tiene que identificarse, presentar un comprobante de domicilio y llevar un USB para que le graben ahí la firma. Hasta ahí bien, pero a la hora de recoger los documentos que amparan el trámite, el SAT obliga a firmar un papel según el cual el contribuyente dice conocer “las disposiciones fiscales en materia de medios electrónicos establecidas en los artículos 17-C al 17-J del Código en comento, habiéndome informado de las consecuencias que pudieran derivarse del mal uso”, etc., etc. El texto anterior, seguramente redactado por algún leguleyo, es indispensable suscribirlo, pues de otra manera no se puede contar con la Fiel, lo que supone que cada causante debe conocer el Código de marras y las disposiciones conexas. Por supuesto, la ignorancia de la ley no excusa su cumplimiento, dirán los fiscales del fisco, pero es una grosera falta de respeto al ciudadano hacerlo aceptar algo que desconoce. ¿Cómo la ve, don Arturo Herrera?

Paulina Fernández Christlieb

En la Ciudad de México, donde nació en 1953, falleció Paulina Fernández Christlieb, doctora en ciencia política por la UNAM, donde impartió cátedra desde 1976. También impartió cursos en diversas instituciones de enseñanza superior y fue analista y coordinadora del Centro de Investigaciones Histórico-Políticas de la Casa de los Estados de la Presidencia de la República (1975-76). Colaboró en Uno Más Uno, Punto, Crítica Política, Nexos y otras publicaciones, hizo guiones de radio, fue coautora de libros como En el sexenio de Tlatelolco 1964-70, Evolución del Estado mexicano. Consolidación 1940-83 (1985) y Elecciones y partidos en México (1986). Su libro El espartaquismo en México (1978) es consulta indispensable para quien pretenda conocer la historia de la izquierda mexicana.

Breviario…

El Instituto Nacional de Antropología e Historia celebró el pasado viernes, en el Castillo de Chapultepec, el centenario de Chava Flores, inigualable maestro de la crónica urbana hecha canción. Muy bien, pero todo indica que ese festejo le correspondía organizarlo al Instituto Nacional de Bellas Artes o a Culturas Populares. Una muestra más del desbarajuste que priva en la Secretaría de Cultura. @@@ Termina esta columna con un poema del llorado Ernesto Cardenal: “Al perderte yo a ti / Tú y yo hemos perdido: / Yo porque tú eras / Lo que yo más amaba / Y tú porque yo era / El que te amaba más. / Pero de nosotros dos / Tú pierdes más que yo: / Porque yo podré amar a otras / Como te amaba a ti, / Pero a ti no te amarán / Como te amaba yo”.