Llegó el anhelado día. La fecha se cumplió. La ciudadanía salió a votar masivamente. Las urnas le otorgaron un mandato contundente al que será el presidente de la República a partir del 1 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador.
A medida que surgen los datos, podemos dimensionar el tamaño del triunfo de AMLO. En el caso de Guerrero, Morena y sus aliados se alzan con el triunfo en la presidencia de la República, en el Senado, en las nueve diputaciones federales, en 18 de 28 diputaciones locales y en 13 de 81 ayuntamientos, incluyendo Iguala y, la joya de la corona, Acapulco.
En Guerrero, el fantasma de la violencia, afortunadamente no se materializó. No se vislumbran conflictos post electorales y aunque la elección arroja una nueva conformación del mapa político, la pluralidad en los tres ordenes de gobierno obligará a los diferentes actores y fuerzas políticas a concertar y acordar para poder gobernar.
En Guerrero será necesario reconocer la nueva realidad en donde habrá una suerte de cohabitación política entre un Legislativo dominado por un partido distinto al partido del Ejecutivo. Acapulco, Tlapa e Iguala serán gobernados por Morena; Chilpancingo y Taxco por el Frente; Zihuatanejo, Pungarabato, Ometepec y Chilapa por el PRI.
En los días siguientes ocurrirán los conteos oficiales en los distintos consejos distritales federales y locales y la respectiva entrega de constancias de mayoría a los ganadores de las contiendas. A partir de ese momento y en espera de que se diriman, de haberlas, las impugnaciones que prevé la ley, las fuerzas políticas deberán desplegar una amplia ofensiva política para generar los acuerdos necesarios para la gobernabilidad de la entidad.
Hay momentos de tronar cohetes y momentos de juntar varas. La etapa de la contienda electoral ha quedado atrás y se abre paso la etapa de la concertación política, reconociendo el peso real de cada uno de los actores y respetando los respectivos ámbitos de soberanía y de competencia.
Nadie debe de apostar al fracaso del adversario. Tenemos que trabajar juntos alrededor de una agenda común acordada a partir del debate, del contraste y de la discusión, entre más pública, mejor.
El gobernador de Guerrero lo seguirá siendo por los próximos tres años y cuatro meses, es decir, poco mas de la mitad de su periodo constitucional. La apuesta debe de ser a que le vaya bien a Guerrero respetando y manteniendo nuestras diferencias, pero fortaleciendo nuestras coincidencias y reconociendo los temas y problemas de interés estatal.
Al cierre del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), los electores de Tecpan, Atoyac y Benito Juárez nos otorgaron una victoria ya irreversible con el 31.47% de los votos emitidos a nuestros favor. Esto significa una diferencia de casi 8 puntos porcentuales sobre nuestra más cercana competidora.
Iré a la cámara de diputados a honrar mi palabra empeñada con las mujeres y hombres de la Costa Grande. No vamos a fallar. Los principios que nos rigen son los mismos de nuestro líder López Obrador: no mentir, no robar y no traicionar a la gente.
Haré una diputación cercana a la gente y cercana al territorio y no al escritorio. Los ciudadanos están cansados de que sus representantes populares no visiten sus comunidades y colonias más que para pedir el voto. No será mi caso. Honraré la confianza que los ciudadanos depositaron en mí y haré mi mayor esfuerzo para cumplir y estar a la altura de esta tierra que es cuna de Hermenegildo Galeana, Juan Álvarez y Lucio Cabañas entre muchas mujeres y hombres que consagraron su vida por la construcción de un México más justo, más libre, más democrático, en paz, en armonía y en concordia.
Así sea.

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