EL-SUR

Jueves 19 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Guerrero sólo será mejor con una nueva sociedad rural

Arturo Martinez Nateras

Julio 29, 2005

(Cuarta y última parte)

 

9) Imposible abordar todas las cuestiones vinculadas con el desarrollo rural sin ver un poco el papel de los Ayuntamientos y de los recursos del Ramo 33. La Costa Grande llevó al Congreso de la Unión nuestra propuesta de reforma municipalista que otrogó facultades de gobierno a los Ayuntamientos y antes dio origen al Ramo 33. Hoy por ello los gobiernos muniicpales disponen de cinco tantos más de recursos que hasta 1997. Pero nada de los fondos es destinado a proyectos sustantivos en el campo. Los fondos municipalizados se manejan muy mal. ¿Podría algún alcalde mostrar una empresa rural importante y exitosa? Hacen lo mismo pero peor que antes. Creo fundamental formar fondos municipales y regionales para el otorgamiento de garantías y para aportar capital de riesgo a proyectos fundamentales por producto estratégico, para focalizar y generar una red de empresas de transformación agroindustrial en todo el estado, para aprovechar las ventajas comparativas de nuestras Costas y de la Tierra Caliente, de nuestros bosques en el Filo Mayor, para pagar los servicios ambientales a los productores de agua, oxígeno, clima, incorporación de carbono; para invertir con criterio de cuenca en una entidad en donde el factor agua puede ser el capital y el arma del desarrollo, y del futuro sobre todo, pues poseemos nueve cuencas cerradas estatales, intermunicipales y municipales pues con excepción de la del Balsas las demás son de nuestra soberanía.

10) No hay desarrollo rural posible sin una política de derechos humanos. Las violaciones más graves a los derechos humanos, las masacres y las ejecuciones en Guerrero ocurren en contra de los ciudadanos del mundo rural, e incluso los atentados en contra de la población urbana rebotan en el campo. Por ello el factor del nuevo Estado de derecho nos es tan urgente. Además, las masacres generaron grupos armados y las consecuencias de la guerra sucia siguen como heridas sangrantes, como llagas que supuran. En Guerrero la guerra de exterminio, el genocidio conoció barbaridades similares a las de las aldeas estratégicas en Vietnam: tierra y vida arrasada, más de 200 desaparecidos, cientos de encarcelados, siglos de días de prisión, miles de asesinados en masacres colectivas y en ejecuciones selectivas.

Este debe ser un capítulo clave del Plan Estatal de Desarrollo. Hoy nada se dice del tema. Una política gubernamental de cultura y respeto a los derechos humanos pasa necesariamente por la reparación integral de los crímenes del Estado, por las medidas para evitar la reincidencia y la repetición.

Zeferino puede desempeñar un papel muy relevante en el marco actual para propiciar una reforma de fondo en esta materia y para saldar las cuentas con el pasado. Nosotros podemos servir como sus aliados y compañeros.

Con las mismas instituciones, las mismas políticas, y los mismos funcionarios de esta área no se vislumbra nada nuevo y en cambio éste se está convirtiendo en el tendón de Aquiles del nuevo gobierno. Estamos muy a tiempo antes de que el desencanto se convierta en oposición activa. Es muy simple. Urgen nuevas instituciones de procuración e impartición de la justicia; una reforma de fondo del Poder Judicial, un nuevo Ministerio Público, una política de seguridad pública con la sociedad no contra la sociedad. Guerrero requiere al frente de las instancias de políticos humanistas, con alta capacidad de organización y de vinculación con la sociedad; podemos crear una red de combate a la delincuencia desde la sociedad misma y con cada uno de los casi 8 mil comisarios municipales, legislar para propiciar las policías locales y comunitarias y la regla de oro: confianza, Estado democrático de derecho y plena aplicación de la ley. El autoritarismo es el hermano gemelo de la impunidad, de la delincuencia oficial y de la descomposición institucional.

Los hechos recientes en Acapulco y en otras ciudades de la República muestran que los mandos militares de entidades civiles no dan ni pueden ofrecer resultados positivos. No tengo nada personal y por el contrario una rema familiar tiene formación y carrera militar. El asunto no es de simpatía, respeto o aceptación. Es que no hay nada más civil que la seguridad pública. La opción no es un bandazo a la partidización de los mandos. Aquí se define la naturaleza del gobierno: o gobierna con la sociedad o se enclaustra en el palacio y en el gueto Guerrero.

Zeferino es un guerrerense limpio y honesto que no merece convertirse en blanco de acusaciones y señalamientos constantes. Todos estamos a su disposición para una política humana de derechos humanos.

Propongo la desginación inmediata de un comisionado para la verdad, la memoria, la justicia y la reconociliación.

El gobierno debe ser un aliado de la sociedad rural.

Ser camarada y zanca de los productores rurales, de los ambientalistas, de los cultivadores de bosques y selvas; de la gente del zurco, del tractor y del arado, de los jornaleros, de los inmigrantes y de los emigrados. El Plan Estatal de Desarrollo necesita sus apartados de género, de pueblo, de sector todo en una misma perspectiva: la revolución productiva para una nueva sociedad rural.

El Plan Estatal de Desarrollo debe ser un nuevo contrato social, el pacto suriano de productores, gobierno, inteligencia y política.

Guerrero será mejor sólo y unicamente con una nueva sociedad rural donde podamos vivir de nuestro trabajo, con una alta calidad y en armonía con el medio ambiente.

En Guerrero la mayoría quiere cambiar. Queremos hacer la revolución productiva y política que ofreció encabezar Zeferino. Por eso lo elegimos gobernador. Votamos para cambiar. No nos encaminen a botarlos con votos.

Manos a la obra. Sí podemos cambiar. Lo debemos hacer en armonía, mediante la concertación democrática, mediante un plan con todos y para todos y un plan que tenga fuerza de ley.

Nota. Debido al formato rutinario a la presión de tiempo, en el Foro de Tecpan, leí solo una parte de esta ponencia que entrego para su publicación, conocimiento y dominio público.

Demando su íntegra incorporación y su inclusión tanto en la memoria como en la respectiva página de internet. Una parte importante de las propuestas fue objeto de apoyo y aclamación de los participantes y fueron recogidas en las conclusiones finales.

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