Muchos comentarios ha despertado la primera asamblea regional de Izquierda Progresista Guerrerense celebrada en Acapulco, en el sentido de que si será un apéndice del partido Morena, otros hablan de la posibilidad de constituirnos como un partido de carácter estatal o regional, y otros más nos ubican en el Partido Verde o en Movimiento Ciudadano (MC).
La realidad es que no hemos tomado ninguna decisión al respecto, pues como lo dije en mi discurso ese domingo, lo primero es escucharnos todos, reflexionar en voz alta sobre el futuro de IPG, por lo que habremos de dar continuidad a nuestras asambleas en cada una de las regiones de nuestro estado y evitar la toma de decisiones cupulares o unilaterales.
En IPG valemos todos por igual, por cierto nuestra próxima asamblea regional la celebraremos en nuestra capital, Chilpancingo, el próximo 22 del presente mes a las 11 de la mañana en el Salón Cuicalli, por lo que aprovecho para formular una amplia invitación a todas y todos mis paisanos interesados en que le vaya bien a Guerrero.
Nuevamente reitero mi gratitud a las dirigencias, militantes y simpatizantes del PRD por haberme dado la oportunidad de ser su candidato a gobernador, hoy que decimos adiós a este organismo politico, con quien alcanzamos un triunfo histórico en el año 2011.
Como lo he platicado en otras ocasiones, tengo muy presente en mi memoria cuando recibí la llamada de Marcelo Ebrard siendo jefe de Gobierno para invitarme a una reunión, misma que acepté días después en un pequeño salón de la Ciudad de México.
–Hola senador, ¿cómo estás? –me dijo Marcelo–, qué mal te trató el partido (en referencia al PRI).
En dicha reunión llamó mi atención que una encuesta levantada sólo entre militantes y simpatizantes del PRD, la ganaba ampliamente.
Me pregunté el por qué, y es que en 1996 cuando tomé posesión como gobernador interino, sostuve un desayuno con Andrés Manuel López Obrador siendo éste el dirigente nacional del PRD, en donde me pidió incorporar en mi programa de gobierno algunas de las aspiraciones de la izquierda guerrerense, petición que cumplí con creces, no sólo por haber implementando programas con gran acento social, sino que invité también a varios miembros de este partido a ser parte de mi gabinete.
Ahí estaba la explicación del por que ganaba la encuesta.
Cuando iniciamos la campaña en 2011, el PRI como partido estaba muy por arriba del PRD en las preferencias electorales, pero no así el nombre de Ángel Aguirre Rivero, por lo que en una reunión de evaluación de la campaña, Jesús Ortega (quien dirigía al PRD a nivel nacional) tomó una decisión: hagamos campaña con el nombre de Ángel Aguirre Rivero y no del PRD. Y la estrategia funcionó tan bien, que alcanzamos la votación más alta de toda la historia de elecciones para gobernador.
Me voy con mi conciencia tranquila, porque les abrí espacios a muchos militantes del PRD en mi gobierno. Pero también debo de señalar la ausencia de solidaridad de Carlos Navarrete y Los Chuchos cuando sucedieron los hechos de Iguala.
En el libro Confesiones, el periodista Mario Maldonado refiere que el ex presidente Enrique Peña Nieto nunca estuvo de acuerdo con mi salida del gobierno del estado, pero algunos de sus colaboradores (Osorio Chong, Cienfuegos, Soberón, Videgaray, Aurelio Nuño) le recomendaron que yo dejara el gobierno porque mi presencia era ya insotentenible, pues a donde acudía me chiflaban, me gritaban y hasta me golpeaban… Nada más apartado de la realidad.
Por aquellos dias el PRD nacional mandó a realizar una encuesta, y más del 85 por ciento de los guerrerenses sostenían que yo debía concluir mi mandato. ¿Qué hicieron Carlos Navarrete y Los Chuchos? Poner mi cabeza sobre la mesa para que yo me fuera del gobierno.
Pero como siempre lo he dicho: soy hombre de rencores cortos y hoy me encuentro muy animado en este nuevo proyecto de reencauzar a Izquierda Progresista Guerrerense (IPG).
El pasado 25 de agosto dimos a conocer una nueva etapa de Izquierda Progresista de Guerrero para constituirnos como una asociación política. Haremos política como siempre lo hemos hecho, ahora desde la sociedad civil.
Esto abre muchas posibilidades, un nuevo futuro que definiremos a través de reuniones con nuestros simpatizantes en las regiones del estado, para trazar una nueva hoja de ruta al lado de la gente, donde se expresen sus aspiraciones, sus propuestas, que darán forma a este nuevo proyecto.
La consolidación de la nueva etapa de IPG tiene como propósito contribuir a cambiar la realidad de nuestro estado y construir puentes de entendimiento que impulsen una nueva actitud.
Dimos a conocer ese domingo en Acapulco nuestro propósito de colaborar en los esfuerzos de construcción de la paz y el desarrollo como la mejor vía para encaminar a Guerrero a un futuro mejor, más justo e incluyente.
Así como contribuir con el rescate de Acapulco, sumando esfuerzos para que nuestro querido puerto recobre su grandeza y vuelva a brillar.
En IPG queremos construir liderazgos sociales, no dirigentes; practicar la lealtad, pero no la obediencia; abrir espacios políticos a muchos jóvenes y mujeres con auténtica vocación de servicio, especialmente a los más desposeídos, a los más marginados, que piensen en los grandes proyectos detonadores para el desarrollo de Guerrero. A eso obedece la firma de un convenio que en unos días suscribiré con la fundación que dirige mi amigo Arturo Núñez, ex gobernador de Tabasco, para iniciar una serie de conferencias y cursos de capacitación sobre las nuevas formas de hacer política en el México de hoy.
Hoy forman parte de IPG militantes de Morena, del PRI, de MC, PRD… Pero tambien hay quienes no tienen miltancia partidista. IPG pretende ser un espacio de discusión de ideas y aportes de quienes quieran el engrandecimiento de Guerrero. Somos una asociación con grandeza de miras y hemos despertado el interés de muchos sectores guerrerenses, porque no somos proclives al conflicto y mucho menos a la exclusión.
En IPG sabemos hacia dónde queremos caminar y estoy convencido que día con día se hablará más de nuestra organización porque tiene un solo propósito: que le vaya bien a Guerrero y a los guerrerenses.
Izquierda Progresista Guerrerense construirá a través de consultas como ya lo ha anunciado, propuestas políticas innovadoras y adaptadas a los problemas específicos de cada región.
Emprenderemos una cercanía a los movimientos sociales progresistas y organizaciones de la sociedad civil.
La idea de que es posible construir un Guerrero más equitativo y próspero será una poderosa motivación para la participación y el apoyo al movimiento.

Del anecdotario

La tradición que más me gusta de mi amado Ometepec es la Topa del Toro de Petate. Por algo he sido en dos ocasiones su mayordomo.
La primera vez que lo fui sucedió un hecho que fue muy comentado en nuestro pueblo, pues yo fungía como presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, y no me fue posible asistir a los festejos.
Dicen los devotos a “San Nicolasito” como lo soy yo, que es muy bravo cuando alguien no le cumple.
Durante un año el santito se mantiene en casa del mayordomo para ofrecerle rezos mensuales y es pasado los 12 meses, cuando se hace entrega al nuevo responsable de ésta que es la más bella de nuestras tradiciones
Pues justo ese ese día a la hora de la entrega de “San Nicolasito”, ¿qué cree usted que pasó?
Pues que se empezó a levantar el piso de mi comedor, y mi hermana, junto con un numeroso grupo de señoras soltaron el llanto, se hincaron pidiéndole perdón al santito por mi inasistencia.
Mi hermana Lolita me llamó alarmada, llevó al sacerdote para que diera su opinión, pues había quienes decían que se había formado una figura en forma de cruz y otros que era una especie de cristo.
Yo me puse feliz de confirmar el hallazgo, ¿pero qué creen?
Resulta que el comedor se encuentra junto a una fuente de cántaros de agua que mandé a construir hace muchos años, y como consecuencia de la humedad el piso se había levantado, esa era la verdadera causa.
Para reivindicarme con “San Nicolasito” años después volví a ser mayordomo, pero esta vez sí asistí y disfruté enormemente al lado de mis paisanos.
Ya hago maletas para acompañar a mi muy querido ahijado Oscarito y su distingida esposa, a quien toca hoy ser mayordomo de San Nicolás Penitente, y ahí estaremos echándole porras si Dios nos lo permite, y desde luego nos quedaremos también al de mi barrio San Nicolás Tolentino. Hay que ir, “la chicha” va estar buena y los tamales y la barbacoa también.
La vida es así…