EL-SUR

Jueves 19 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

La convulsión política se mantiene en Bolivia

Gaspard Estrada

Septiembre 11, 2024

Dentro de poco más de un año, los bolivianos irán a las urnas para elegir a su próximo presidente de la República. Veinte años después de la llegada al poder, por primera vez, de un candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) –Evo Morales–, este país sudamericano ha cambiado profundamente. Sin embargo, las tensiones políticas existentes en el seno de este partido hacen posible que exista una alternancia en el poder hacia la derecha, organizada particularmente en el departamento oriental de Santa Cruz.
El martes pasado se llevó a cabo una reunión ampliada de la dirigencia nacional del MAS en la ciudad de Villa Tunari, el bastión político de Evo Morales, donde se determinó la expulsión del presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca del partido. Esa resolución se produjo con el supuesto que ambos gobernantes habrían “traicionado al pueblo boliviano y al proceso de cambio” y por haber permitido “el retorno de los brazos operativos norteamericanos como la CIA, DEA y USAID” a Bolivia, al tiempo que ambos se habrían “convertido al neoliberalismo” y “hab(rían) destruido la economía” de su país. En este mismo encuentro, el expresidente también anunció una marcha desde la localidad de Caracollo (Oruro) a la sede de Gobierno, que está prevista para iniciar el 17 de septiembre. También anunció su intención de realizar eventualmente una huelga de hambre a partir de esa fecha.
A este anuncio de conflicto se suman otros que complican el escenario de gobernabilidad para Luis Arce. Este viernes 6 de septiembre, en Santa Cruz habrá un paro cívico en rechazo a los resultados del Censo de Población y Vivienda, según los cuales el departamento tiene menos población de lo proyectado. Esta información es importante, porque buena parte de los recursos públicos destinados por el Estado boliviano a los departamentos se calcula en base a los resultados del Censo de Población y Vivienda. En este sentido, Santa Cruz recibirá menos recursos de lo que esperaba. De igual forma, en La Paz y El Alto se están definiendo medidas contra los datos censales.
Por otro lado, la organización campesina del altiplano “Ponchos Rojos” está decidida a realizar un bloqueo de caminos contra el gobierno de Luis Arce. El sábado tendrán un ampliado de las 20 provincias de La Paz y ahí definirán las estrategias de la medida.
Ni el presidente Luis Arce ni funcionarios del gobierno se han referido explícitamente a estos hechos. Sin embargo, Arce dejó en evidencia su voluntad de manifestar su rechazo ante las iniciativas de su antiguo mentor político, al escribir en su cuenta de X: “ante los que apuestan por el odio, la mentira, la violencia y la confrontación entre bolivianas y bolivianos buscando convulsionar el país por ambiciones electorales, nuestra respuesta siempre será más trabajo y gestión en favor del pueblo boliviano”.
En este contexto político turbulento, la figura jurídica del MAS está en riesgo de desaparecer. Según el calendario del Tribunal Supremo Electoral (TSE), las organizaciones políticas tenían hasta el pasado jueves para renovar sus directivas, pero el partido actualmente en el poder está lejos de alcanzar consensos. El procedimiento regular para renovar la dirección de un partido político en Bolivia es la realización de un congreso que cuente con la supervisión del TSE para que la nueva directiva tenga validez legal. Sin embargo, el organismo electoral ha rechazado supervisar los encuentros convocados tanto por el ala “arcista” como el “evista” debido a observaciones técnicas de incumplimiento del estatuto del partido –lo cual deriva, en la realidad, de una voluntad de no tomar partido en el enfrentamiento entre arcistas y evistas. El MAS ya fue amonestado en mayo por no renovar su directiva, si recibe dos amonestaciones más puede perder su registro como partido. Una fracción del MAS respalda la continuidad de Evo Morales y el otro al dirigente campesino Grover García, de línea arcista, que fue proclamado presidente del partido por los seguidores de Luis Arce, en un acto que tampoco tuvo legalidad por la ausencia del organismo electoral. De manera que buena parte del futuro político de Bolivia se determinará en función de quién logre quedarse con el registro del MAS.

* Miembro del comité asesor de la Unidad del Sur Global de la London School of Economics (LSE).

X: @Gaspard_Estrada