EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

La Cuarta Transformación es con la naturaleza

Octavio Klimek Alcaraz

Septiembre 29, 2018

 

En estos días, somos testigos de los encuentros y desencuentros en el Congreso de la Unión. Existe hoy una clara mayoría de legisladores de Morena en las cámaras de diputados y senadores. Dentro de los procesos de nuevas arquitecturas se han negociado quiénes van a presidir las muy diversas comisiones, la mayoría y las más importantes son presididas por Morena. Además, tendrán en todas las comisiones mayoría. Entonces se debe partir de que tienen amplias posibilidades de impulsar una agenda legislativa tanto en la legislación secundaria, como en la propia Constitución del país.
Sin embargo, algo está pasando, pese a las muchas expectativas de cambio. La decisión de darle las presidencias de las comisiones de Cultura y Salud en Cámara de Diputados a un partido conservador como encuentro social, que ni siquiera alcanzó el registro de partido, prendieron las alarmas entre diversos grupos sociales. El rechazo abierto impidió esta decisión.
En el caso de la entrega al autodenominado grupo parlamentario de los verdes existe una clara preocupación, de organizaciones ambientalistas y sociales, y de diversos actores de la sociedad que, pese a su escasa representación, la única comisión que presida en ambas Cámaras del Congreso sea precisamente la ambiental. Pero ahí, las expresiones de rechazo de organizaciones ambientalistas y sociales, y diversos actores de la sociedad se han topado con pared, nadie escucha, nadie oye, nadie ve.
Al respecto, es importante, señalar que la naturaleza y sus ecosistemas no pertenecen o son propiedad de partido político alguno. Pero, uno de los grandes obstáculos para el tránsito hacia un nuevo modelo de desarrollo en armonía con la naturaleza en los últimos años en México, es que una causa noble, como es el de la conservación de la naturaleza y la protección del ambiente haya sido secuestrada de manera retorica por dicho partido político, con camuflaje de verde. En los hechos, este partido fue usado como franquicia para incorporar a sus representantes por distintos agentes económicos que son contrarios a los propósitos del desarrollo sustentable.
No conozco ningún asunto dentro de los grandes conflictos socioambientales que se tienen a lo largo y ancho del país, donde los autodenominados verdes estén acompañando a los afectados, ya no se diga encabezando; ni en temas de megaobras de infraestructura (aeropuerto, represas, carreteras, puertos), en relación con las actividades extractivas como la minería y los hidrocarburos en tiempos de fracking, megadesarrollos turísticos, contaminación por transgénicos, etcétera. No están cerca, ni representan el movimiento verde real del país.
En el Congreso de la Unión han hecho un gran daño, ya que el ciclo legislativo de reformas ambientales ha sido controlado por este partido durante varias legislaturas. Esto, debido a que a través de presidir al mismo tiempo las estratégicas comisiones ambientales, tanto en Cámara de Diputados, como de Senadores, le ha permitido decidir a conveniencia sobre la agenda legislativa. Su aporte a la legislación ambiental pese a la numeraria de hacer mini reformas es pobre. Mediáticamente han dicho que son impulsores de reformas constitucionales, como el derecho a un medio ambiente sano; por el derecho al agua y saneamiento de las personas; por el derecho a la reparación del daño ambiental, que son iniciativas impulsadas en origen desde la sociedad y los grupos de izquierda en el Congreso. En una de las leyes más importantes de estos últimos años, la Ley General de Cambio Climático del 2012, carecieron de propuesta en la negociación frente a los demás grupos parlamentarios. Peor aún, se observa el riesgo de retroceder lo avanzado en distintos ámbitos ambientales a través de diversas iniciativas legislativas regresivas promovidas por ellos. La nueva Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable que se dicen impulsores fue totalmente modificada por la presión de las organizaciones sociales y todavía tiene graves deficiencias. Otra iniciativa impulsada por ellos, como la de Ley General de Biodiversidad se ha exigido sea desechada por sus múltiples carencias. Además, fueron claros aliados del PRI y el PAN en el 2013 y 2014 en la alicaída reforma petrolera, promoviendo la extracción de los recursos naturales no renovables, como el petróleo y el gas, sobre las personas y la naturaleza.
De facto, las comisiones ambientales presididas por los autodenominados verdes no han vigilado, ni evaluado de manera crítica a las áreas ambientales del gobierno federal. No es casualidad que, en este sexenio, en alianza con el partido gobernante, en el gobierno federal y en muchos gobiernos estatales se les permitió conducir la política ambiental y de los recursos naturales al máximo nivel.
Esto ha provocado una desprofesionalización en el servicio público de los sectores ambientales, ya que en muchos casos los espacios de trabajo fueron asignados a personas militantes de este partido con formación profesional no apropiada, y no impulsando un servicio profesional de carrera, que privilegie el mérito o capacidad profesional en la gestión ambiental.
En especial, han logrado, desde la negociación legislativa, el control presupuestario del sector ambiental y de los recursos naturales con las consecuencias adversas en el ambiente, observables en los últimos años. Otra consecuencia, es una debilidad institucional en el sector ambiental, que ha sido totalmente favorable a los intereses de grupos depredadores de la naturaleza y el ambiente en diversos ámbitos de la actividad económica del país. Todo esto ha retrasado el fortalecimiento de la agenda ambiental en México, con los resultados de aumento del deterioro ambiental y destrucción de ecosistemas del país.
Por estas consideraciones, se debe cuidar de no impulsar en las actuales condiciones el que se dé una alianza de facto, o peor aún, formal, de Morena con un partido político, con camuflaje de verde, cuyo objetivo primordial es “seguir como hasta ahora”, tratando de mantener sus privilegios particulares alcanzados en detrimento del derecho de un medio ambiente sano de las personas. Morena no los necesita en términos cuantitativos de número de legisladores.
Además, esto sería un mensaje inadecuado a la sociedad mexicana, en especial a las organizaciones ambientalistas y sociales defensoras de los recursos naturales, así como a la comunidad académica dedicada especialmente a la investigación en ecología y ciencias ambientales, que han sido enormemente críticos a este estado inconveniente de la política ambiental en México, entregado hoy a un partido, de camuflaje verde.
En opinión de un servidor, para lograr una Cuarta Transformación en armonía con la naturaleza, la alianza natural de Morena debería ser por lo antes señalado, precisamente con las comunidades rurales y urbanas, la ciudadanía, las organizaciones ambientalistas y sociales defensoras de los recursos naturales, así como a la comunidad académica dedicada especialmente a la investigación en ecología y ciencias ambientales, que además le dieron el voto. Se trata de defender siempre las mejores causas ambientales
Concluyo: Morena tiene una ventana de oportunidad con su mayoría en el Congreso de contribuir a transformar el actual modelo de desarrollo, por uno de pleno respeto a la naturaleza, pero eso implica escuchar a la sociedad, día a día más poderosa. Recordemos el proverbio etíope que dice: “cuando las arañas se unen, pueden atrapar un león”.
PD: A cuatro años de la noche trágica de Iguala, mi solidaridad con las familias y demás seres queridos de los muertos y heridos de ese terrible 26 de septiembre. Mi exigencia de encontrar a los 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa y darles tranquilidad a sus familias. No a la impunidad. Justicia y castigo a todos los culpables de esa atrocidad, necesitamos conocer la verdad.