EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

La feria de las candidaturas

Arturo Martínez Núñez

Octubre 24, 2023

Morena tiene la delicada misión de mantener el poder al tiempo que se sostiene la línea política y, diría yo, la decencia.
En la pasada visita del presidente nacional de nuestro partido Mario Delgado a Guerrero, éste informó que todas las candidaturas a todos los puestos se decidirían a través de las encuestas. Esto nos parece correcto porque así se garantiza que sea el pueblo y nadie más quien determine a las compañeras y compañeros que habrán de abanderar a nuestro instituto político. Sin embargo, sin ser sectarios ni convertirnos en una cofradía cerrada, debemos de reservarnos el derecho de admisión en aquellos casos en donde los aspirantes no tengan manera de acreditar ninguna credencial democrática o de lucha por la transformación nacional y vean a Morena únicamente como un vehículo para arribar al poder.
Lo hemos dicho hasta el cansancio en Morena todas y todos somos necesarios, pero nadie es indispensable.
La aparición en actos públicos de personajes impresentables que hace apenas algunos meses eran fervientes enemigos de la cuarta transformación solo provoca repulsión y náuseas entre las filas de la militancia. No es lo mismo hablar de un Omar García Harfush que lleva al menos cuatro años trabajando dentro de la 4T que candidatos de otros partidos de oscuro historial que ahora buscan redimirse bautizados en las aguas de Morena. No los queremos y no los necesitamos. No queremos que vengan con sus alforjas llenas de dinero mal habido a cochinear los procesos de Morena. Tampoco queremos que los gobiernos metan las manos o para ser más preciso, que no metan los recursos públicos. Los consejos estatales y el Comité Ejecutivo Nacional deben de ser enérgicos y como en el caso de Morelos, intervenir cuando existan casos de actores y actrices de notoria fama pública que han tenido comportamientos contrarios a nuestros principios: no mentir, ni robar y no traicionar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador decía en la campaña de 2018 que bienvenidas las bases de otros partidos, pero en cuanto a los dirigentes, “nos reservamos el derecho de admisión”. No se trata de ganar por ganar. Se trata de ganar en alianza con el pueblo con las mejores mujeres y hombres que puedan llegar a los puestos ejecutivos a realizar buenos gobiernos. En cuanto al legislativo, Morena necesitará de mujeres y hombres capaces que acompañen al segundo gobierno de la 4T y sean capaces de sostener los debates y de construir las mayorías necesarias para la gobernabilidad. A diferencia de 2018 cuando López Obrador cargó con las trescientas candidaturas federales, ahora son las trescientas candidaturas federales las que deben de empujar el proyecto nacional.
Si a nivel local dejamos todo al poder de las encuestas sin orden, corremos el riesgo de que las candidaturas de nuestro instituto caigan en manos de aquellos que tienen los medios para convencer (la Plata) o coaccionar (el plomo).
Morena debe de ser un partido al servicio del pueblo y no al servicio de castas divinas o de adinerados y nuevos ricos que pretenden comprar sus candidaturas a golpe de billetazos y espectaculares pagados con recursos obtenidos quién sabe dónde ni cómo.
Estamos a tiempo. Defendamos nuestro partido del poder corruptor del dinero. No nos convirtamos en el Nuevo PRI o en el PRD de los Chuchos. Sigamos haciendo historia y demostremos que nuestro partido está a la altura del momento histórico que estamos viviendo.