EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Humberto Musacchio

Junio 25, 2018

Homenaje a Mexiac

En ceremonia solemne del Consejo Universitario, la Universidad de Colima le otorgó el doctorado honoris causa a Adolfo Mexiac Calderón. José Eduardo Hernández Nava, rector de esa casa de estudios, le impuso al artista la medalla correspondiente y le entregó el título en presencia del gobernador colimense, José Ignacio Peralta Sánchez, quien fungió como testigo de calidad. Antes, el maestro Christian Jorge Torres-Ortiz Zermeño, secretario general de la Universidad, dio lectura al acuerdo del Consejo y Carlos Alberto Ramírez Vuelvas, secretario de Cultura del estado, presentó una semblanza del artista y el autor de esta columna dio lectura a las palabras del gran Mexiac, quien hizo un reconocimiento a sus maestros, trazó en algunas líneas su paso por el Taller de Gráfica Popular y rindió homenaje a don Alfonso Caso, creador del Instituto Nacional Indigenista. Agradeció a la Universidad de Colima la distinción que se le confirió y llamó a los jóvenes estudiantes a prepararse para hacer de México un país “más justo y más digno para el ser humano”. Cerró la emocionante ceremonia el gobernador Peralta Sánchez, quien ratificó el alto aprecio de los colimenses por el grabador y pintor, lo que refrendó un prolongado aplauso de los presentes.

Las luchas de un artista

Mexiac, nacido el 7 de agosto de 1927 en Coto de la Esperanza, Michoacán, estudió en la Escuela de Bellas Artes de Morelia, en la Academia de San Carlos, en La Esmeralda y en la legendaria Escuela de Artes del Libro. Fue miembro activo del Taller de la Gráfica Popular de 1949 a 1960, donde ejecutó numerosos grabados, entre otros el celebérrimo Libertad de expresión, en el que aparece un hombre amordazado por una cadena, imagen que ha merecido varias recreaciones y fue símbolo del movimiento estudiantil de 1968, para el que hizo varios carteles. Ha ejecutado murales en el Museo Nacional de Antropología (1964), en el INI (1964), en el Centro Coordinador Indigenista de Tlapa, Guerrero (1964-65), en el Departamento de Laboratorios y Actividades Tecnológicas de la SEP (1973) y en el Palacio Legislativo, donde trabajó un “grabado mural” (1982) destruido por un sospechoso incendio en 1989 (en el siniestro se quemaron las boletas de la muy dudosa elección presidencial de 1988). El artista realizó entonces otro “grabado mural” para sustituir el destruido. Mexiac ha participado en bienales de grabado celebradas en Yugoslavia, Chile, Cuba, Alemania Federal, Japón, Italia, Puerto Rico, Suiza, Polonia y por supuesto en México. Es académico de número de la Academia de las Artes desde 1997 y ha recibido tres primeros premios del Salón de la Plástica Mexicana (1957, 58 y 69).

Colimense por adopción

En 1986, el ahora doctor Adolfo Mexiac y su esposa, la también artista Patricia Salas, se establecieron en Colima, donde el michoacano ha ejecutado cinco murales y ha prodigado sus enseñanzas a numerosos jóvenes que trabajaron como sus ayudantes. En la misma calurosa y gratísima ciudad, Mexiac siguió cultivando el grabado, renovando técnicas y desplegando su inmenso talento. Generoso, entregó a Colima un importante acervo de su obra que se exhibía en un museo que estaba en el centro de la ciudad y que ahora cuenta con un espacio más adecuado, el Polifórum Cultural Mexiac, que posee una colección de más de mil 200 estampas del artista, desde Adolfo y el almirante, primer grabado que ejecutó en el Taller de Gráfica Popular, hasta la deslumbrante serie Animales, pasando por varias etapas de su cuantiosa producción, que incluye los carteles que realizó durante el movimiento de 1968 y las ilustraciones que hizo para el órgano de la CTM, las que, suponemos, hacía sobre pedido, como dos retratos de Gustavo Díaz Ordaz, más conocido como El Chacal de Tlatelolco. Lo mejor del Polifórum que lleva su nombre, es que la exposición permite apreciar el sorprendente dominio técnico del creador, especialmente en el trato de las maderas, y –algo poco frecuente en los grabadores– su libérrimo empleo del color en sus xilogra-fías. En fin, que por algo Mexiac es doctor, el sabio que enseña.

Breviario…

Cuartoscuro, la revista de fotografía que fundó y dirige Pedro Valtierra, llega a su número 150 y cumple 25 años de muy provechosa existencia. Esta entrega publica una muestra de gráficas excelentes, muy buenas, buenas y algunas discutibles. María Luisa Anza presenta una selección de portadas del cuarto de siglo transcurrido y el número se cierra con información del ámbito fotográfico. De Colección. @@@ El pasado jueves, en el Museo del Mundo Maya de Mérida, se inauguró la exposición Dr. Atl. Instantáneas del paisaje, en la que se exhiben 70 obras del artista, a quien la invitación girada por la Secretaría de Cultura, el INBA y el Instituto de Historia y Museos de Yucatán llama “uno de los más grandes paisajistas de nuestro país”. Pues sí, pero caracterizarlo de esa manera no le hace honor a su originalidad artística, a su estilo peculiarísimo ni a su intensa vida, con luces brillantísimas y sombras lamentables, como su apoyo al fascismo en los años 30 y 40. En fin, que nadie es perfecto.