EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

La República está en deuda con Guerrero

Arturo Martínez Núñez

Enero 12, 2021

Los derechos humanos deberán ocupar un lugar preferente en la agenda de gobierno y de la sociedad, en el periodo 2021-2027. Son demasiados los agravios pendientes: la herida de la guerra sucia, de la guerra de exterminio, de los cientos de desaparecidos, de los presos políticos, de las ejecuciones y desapariciones extrajudiciales, mantienen creciente y viva la sed de justicia. El caso de los 43 desaparecidos de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, así? como el resto de asesinados durante ese terrible episodio, los jóvenes del equipo de futbol de los Avispones de Chilpancingo y los usuarios de un taxi que ese di?a pasaban por el lugar equivocado, debe ser resuelto a cabalidad y los responsables castigados. La proliferación  de grupos armados y de grupos paramilitares provoca desplazamientos y expulsiones que generan cientos de refugiados. Así  no podemos seguir. Existe el compromiso de justicia y reparación?n integral de los dan?os del Ejecutivo federal, de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas.
En Guerrero, la lucha, ha sido la constante a lo largo de nuestra historia. Desde los Yopes y otros pueblos originarios que aguantaron en resistencia el embate del imperio Azteca, nuestro estado siempre ha sido casa de la rebeldi?a, casa de la resistencia, casa de la lucha en contra de la injusticia. No es casualidad que haya surgido aquí? el ejercito que acompaño a Don José  María Morelos y Pavo?n en la encomienda que le hiciera el cura Hidalgo, conociendo la capacidad e intuyendo sus habilidades, en una cabalgata entre Charo y Queréndaro, cuando Morelos pretendió a unirse al movimiento encabezado por su antiguo profesor en el seminario de Morelia, en una escueta pero contundente instrucción?n de ir al sur, formar un ejercito y tomar el Fuerte de San Diego en el puerto de Acapulco.
Morelos regreso a galope a Morelia a despedirse de su familia, tomo? camino hacia Carácuaro en donde recluto? a decenas de seguidores y emprendió de inmediato el camino hacia el sur, por la margen del rio Balsas. Paso? por Zacatula, por Petatlán y finalmente llegó a Tecpan, en donde fue recibido por los hermanos Galeana, liderados por don Hermenegildo, que de inmediato puso a su disposición hombres, armas y pertrechos para poder hacer la guerra. Fortalecido, Morelos decide atacar Acapulco y mantener un largo sitio al fuerte de San Diego en episodios históricos que merecen en si? mismos libros dedicados a ello. Es necesario resaltar la importancia del sur en sus cuatro transformaciones.
En Guerrero no acaba de cauterizarse una herida, cuando estamos abriendo otra, muchas veces ma?s profunda y ma?s dolorosa. El gobierno progresista, que habra? de asumir a partir de octubre de 2021, necesita poner al centro de su actuar a los derechos humanos como una estrategia transversal y central, que todo lo abarque.
Nunca ma?s el Estado encabezando el exterminio y el asesinato de sus propios ciudadanos. Debe castigarse a todos los responsables de todos los hechos de violencia cometidos. No puede haber perdo?n sin justicia, pero tampoco puede haber justicia sin castigo.
Guerrero necesita encontrar una nueva narrativa que nos saque para siempre de la idea y del conflicto permanente que llevamos como un sino desde el nombre de nuestro propio estado: Guerrero y que debiera llamarse Paci?fico, sin restarle me?ritos al respetuoso homenaje que merece nuestro he?roe don Vicente Guerrero Saldan?a.
Guerrero debe ser un estado Pacifico, debe ser la puerta y la joya del Paci?fico. Son muchos siglos de guerras de resistencia, de guerras y guerrillas, de guerras entre grupos delincuenciales, de guerras políticas, de guerras de exterminio. Ha llegado la hora de la reconciliacio?n, de la armoni?a. Ha llegado la hora de la pacificacio?n, de la concertacio?n y del hermanamiento.
El tema de la reparacio?n del dan?o, del castigo a los culpables, de las garanti?as de no repeticio?n, asi? como del ataque, ese si? frontal, a las causas de la marginacio?n y del subdesarrollo debe ser una tarea fundamental.
Guerrero no puede seguir siendo el principal protagonista de la nota roja, es hora de que le demos vuelta a esa maldicio?n que ha ban?ado de sangre, de tristeza, de rencor y de deseos de venganza a muchos de los hogares guerrerenses. Es el momento de lograr transformar por completo ese destino maldito que parecie?ramos tener como entidad. Somos mujeres y hombres de trabajo, de lucha, de esfuerzo, de una enorme y diversa cultura.
Somos una nacio?n de naciones; ri?os y can?adas; humedales y manglares; paradisiacas playas y valles altamente productivos.
Si todos hacemos un esfuerzo por cambiar la narrativa, desde los primeros an?os de educacio?n podemos lograr, en una o dos generaciones, que los nin?os y nin?as de nuestro estado se sientan absolutamente orgullosos de vivir en un lugar privilegiado y tocado por la mano de dios; un lugar que lo tiene todo para ser un polo de desarrollo, con todos los climas y todos los tipos de suelo, todas las razas y varias etnias. Guerrero puede dejar de ser nota roja, convertirse en Paci?fico.
En Guerrero, nunca ma?s atropellos a los derechos humanos, nunca ma?s guerras sucias, nunca ma?s secuestros, asesinatos, ejecuciones ni desplazamientos.
Guerrero puede, bajo el liderazgo de un Estado y de un gobierno legi?timo con profundo compromiso social, convertirse en el paradigma de los derechos humanos y dejar de ser ejemplo de lo que no debe hacerse desde el poder.