EL-SUR

Jueves 17 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión

¡Lo logramos!

Héctor Manuel Popoca Boone

Marzo 03, 2005

 

Del 20 al 27 de febrero del año en curso, estuvimos con una misión mexicana en el Condado de Buffalo, estado de Wisconsin y en el Condado de Winona, estado de Minnesota, Estados Unidos, con la finalidad de certificar las competencias laborales adquiridas por los trabajadores mexicanos indocumentados que trabajan en granjas lecheras de aquellas regiones.

El grupo estuvo integrado por: a) dos certificadores profesionales, Abraham Velarde Rodríguez, de la Dirección de Escuelas Tecnológicas Agropecuarias (SEP) y Guillermo Hernández Chárraga, del Instituto Nacional para el Desarrollo de Capacidades del Sector Rural (Sagarpa); b) una representante del Consulado Mexicano en esa región (SRE), Graciela González; c) la maestra Shaun Duvall, directora del Programa Puentes y d) el que esto escribe.

Este proyecto se llevó a cabo de manera piloto, por primera vez, fuera de nuestro país. Visitamos 5 granjas para verificar las habilidades adquiridas por 24 mexicanos, con una antigüedad laboral de uno a dos años, en las siguientes labores: 1) Mantener limpio y desinfectado el hato y el lugar de trabajo. 2) Saber manejar el ganado lechero bovino. 3) Conocer la ordeña mecanizada. 4) Saber registrar el comportamiento productivo y reproductivo del hato.

Los veinticuatro trabajadores pasaron la verificación práctica y oral conforme al protocolo institucional establecido. De esta forma, en sitio, obtuvieron una constancia aprobatoria en la evaluación de sus competencias laborales; posteriormente, en México, las instituciones correspondientes emitirán el certificado oficial respectivo.

Esta acreditación les habilitará en el futuro a presentarse y emplearse como trabajadores calificados en Estados Unidos o en México, lo que les redituará la posibilidad de obtener salarios mejor remunerados. Así mismo, esperamos que esta certificación les permita acceder a visas renovables del gobierno federal de EUA para estancias laborales por tiempo definido.

Este programa piloto a nivel nacional es un reconocimiento y estmulo al esfuerzo laboral que realizan por progresar personalmente y dotar de mayor bienestar económico a sus familias. Ellos emprendieron la odisea de dejar sus tierras de origen y familia en pos de empleos mejor pagados, en lugares extraños, con personas lejanas y ajenas a su hogar, lengua y cultura.

Regresarán con ahorros económicos y habiéndoseles certificado las habilidades laborales adquiridas durante su estancia allende el río Bravo. Es lo menos que podemos hacer por ellos en atención a su dedicación laboral, en condiciones precarias y difíciles, fuera de nuestras fronteras.

La importancia de todo esto, reside en que abrimos camino para futuras certificaciones oficiales de competencias laborales agropecuarias, para miles de trabajadores mexicanos indocumentados que están laborando diseminados en cientos de campos agrícolas y pecuarios, en la mayoría de las entidades federativas de EU. También traza el camino para hacer lo mismo, en un futuro próximo, con paisanos que laboran en actividades manufactureras, de construcción y servicios en el medio urbano.

La gestión y concreción del proyecto duró un año y medio. El alma y el motor de este proyecto, y sin la cual no hubiéramos podido implementarlo, es la maestra Shaun Duvall, Directora del Programa Puentes. Para ella dirigimos nuestro reconocimiento público. También a los granjeros empleadores que mostraron gran disposición, de tiempo, empeño y uso de sus instalaciones para que sus trabajadores fueran certificados. Y al gobierno federal mexicano, a través de tres instituciones: SRE, Sagarpa y SEP, coordinadas para el logro exitoso de este ejercicio de certificación laboral rural que nos propusimos realizar, por primera vez, mas allá de nuestras fronteras.

 

PD1. Lo peor que le acaece a un mexicano indocumentado en aquellos lares es el ninguneo. No existe, no es, no hay merecida retribución a lo que hace; es ninguno. Haga lo que haga, su existencia está lanzada al vacío en una sociedad que nada dice y reconoce sobre su presencia y laboriosidad. A ellos, mis respetos y admiración.

PD2. Mi respaldo moral, fraternal y solidario a la Orquesta Filarmónica de Acapulco. Orgullo y distinción de estas tierras del sur.