Volver sobre Fábrica de Letras después de julio es el fruto de un acuerdo renovado con Juan Angulo. Tengo un grado de divergencia con la línea fundamental del periódico y de este tema he platicado en diferentes ocasiones con su director general. El Sur no debe cargar con la responsabilidad de la oposición a Zeferino, sin que ello implique renunciar a la crítica tan necesaria como justa en muchos sentidos. Mis divergencias no rompen con el principio de solidaridad, de alianza y de colaboración que mantenemos con el diario desde su misma fundación. Al refrendar el acuerdo con Juan hemos convenido que es posible debatir con él y con el enfoque mismo del diario. Dentro de la agenda de la transformación democrática de Guerrero el papel de los medios, de El Sur en particular ocupa un lugar relevante; como lo es el de la política de comunicación social del gobierno y de los poderes; de las autoridades. Estoy convencido de que estos temas son de especial relevancia y todo a su tiempo. Los temas de la comunicación se encaminarán a una nueva política construyendo puentes no ahondando abismos.
Por mi parte mantengo mi apoyo crítico al gobierno de Zeferino. Es mucho cuanto luchamos para ganar las elecciones para que así como así tirar todo por la borda. Zeferino está obligado a gobernar bien y a encauzar las transformaciones para que Guerrero sea mejor; a concertar con la sociedad las políticas públicas para sentar las bases del desarrollo, la justicia y el combate a la pobreza; para la revolución productiva para una nueva sociedad rural. Zeferino no tiene derecho a conformarse con ordenar la casa, con administrar bien las miserias y las migajas que nos participa la federación.
Reanudo intentando un acercamiento al tema del dinero para el desarrollo. Hoy estamos justo a tiempo de diseñar una nueva política de finanzas públicas. La coyuntura es propicia. Todos o casi, en Guerrero teníamos la esperanza puesta en la victoria de Andrés Manuel López Obrador quien sería el presidente del desarrollo y del combate a la pobreza. Perdimos o no supimos ganar y por más resistencia pacífica que organicen, en política palo dado ni dios lo quita. Calderón será Presidente a partir del primero de diciembre y por lo visto tomará posesión bajo protestas masivas pero tomará posesión sin mayores contratiempos. Calderón gobernará sumamente cuestionado, será un presidente débil y mucho más frente a los nuevos problemas financieros del 2007. Entre tanto no es posible soslayar esa nueva realidad de cara al interés de Guerrero
Los diputados federales tienen el inminente desafío de aprobar las leyes de política económica para el 2007 las cuales les deberá enviar el nuevo Presidente a partir de los primeros días de su gobierno; y de elaborar el Plan Nacional de Desarrollo. Estas serán las pruebas reales del contenido del nuevo gobierno. Nuestros legisladores y el gobernador del estado cometerían un serio error si no toman en cuenta los tiempos federales máxime cuando los ingresos de Guerrero dependen en más del 90 por ciento del presupuesto federal. Hoy puede proceder un acuerdo legislativo que corra los tiempos estatales. ¿Van nuestro diputados a analizar un presupuesto formulado con los mismos parámetros del vigente?
Me alegra que el PRD por primera ocasión y a tiempo tome cartas en el tema de los recursos para el desarrollo y asuma como propio el tema del presupuesto aun cuando todavía evade las cuestiones de los ingresos propios y de las contribuciones de la gente. Carlos Álvarez nos convoca a luchar por más recursos, en buena hora. Hoy sería muy atinado realizar una serie de eventos con la sociedad para dialogar sobre el tema de temas, el de los recursos para el desarrollo de Guerrero.
Guerrero es un estado en quiebra. Las finanzas públicas son un pesado fardo; el lastre que nos mantiene postrados. El desarrollo y la justicia no son variables de la sensibilidad, poca o mucha de las autoridades, mucho menos de las ocurrencias de alcaldes, legisladores y gobernantes menesterosos. Guerrero es un estado que carece de un banco de proyectos estratégicos detonadores del desarrollo y por ello sobre todo las autoridades municipales gobiernan por ocurrencias y estado de ánimo. Es muy sencillo declarar cual si fuesen gestores sociales, demagogos irresponsables. ¿Alguien duda que Guerrero, Acapulco, Chilpancingo, los 81 municipios necesitan muchos más recursos? ¿Pero cuántos y para qué, de dónde? Planes indicativos van y vienen y sirven únicamente para engordar bibliotecas o archivos documentales. Félix un día declara que necesita mil millones más, otro que se aventará el tiro del Acafest en el momento que empieza la discusión sobre la ley de Ingresos y donde por lo visto seguirá prevaleciendo el enfoque menesteroso de gobernar y por el estilo don Mario Moreno que no deja de peregrinar con razón a la ciudad de México. Cada quien gestiona para su parcela y nadie está encabezando la gestión de fondo. Guerrero amerita un acuerdo de su pluralidad y una movilización coordinada y positiva en torno a los grandes problemas de la entidad.
Este es el momento oportuno para que los legisladores federales, todos los de todos los partidos, incluyan en el PEF una partida especial para los estados del sur, un plan de desarrollo de Guerrero, Oaxaca y Chiapas que son las entidades más pobres del país, un programa regional estratégico, multianual. Estos tres estados no caben en una inexistente región sur-sureste; nuestro sur ha sido la víctima del desarrollo desigual y desequilibrado y la república está en deuda con Guerrero, con Chiapas y con Oaxaca. Me parece inteligente que el PRD ya plantee estas cuestiones y hace falta una alta concentración de los diputados y senadores para convencer a los de las otras entidades y partidos para actuar unidos en el Congreso de la Unión. Desde octubre de 1997 con motivo del huracán Paulina una gestión de los diputados de Guerrero, a iniciativa de María de la Luz Núñez Ramos abrió la posibilidad de recursos adicionales y especiales para Acapulco y desde entonces no hay nada adicional importante. Es tiempo de negociar una partida especial para empezar por la elaboración de los proyectos hasta ingeniería de detalles para que las dependencias no tengan escapatoria, pues prevalece el estilo de gestión de saliva llevas, saliva te llevas. Nos es urgente un banco de proyectos de infraestructura para el desarrollo, incluyentes y oportunamente pactados con quienes pudiesen ser objeto de afectaciones.
Los problemas generales de Guerrero son primero el de la deuda estatal pública. Los casi 2 mil 500 millones deben ser negociados para que el gobierno federal los asuma y nos libere de esa carga. El asunto es que nadie se ocupa del tema. Nuestros gobernantes manosean la deuda. René la bursatilizó y Zeferino la renegoció con algunos bancos. Zeferino se ha ocupado del tema de las finanzas en quiebra en varias ocasiones pero todavía no se atreve a entrarle a las cuestiones de fondo de las causas de esa quiebra.
El déficit y el pasivo en la SEG tiene causas causantes: 7 mil 500 plazas y 2 mil 500 más en horas obsequiadas, por la sensibilidad irresponsable. Dos mil millones de pesos sin soporte financiero son un muy profundo hoyo negro. Las decisiones federales expresadas en el PEF y votadas por todos los diputados disponiendo cero autorización para nuevas plazas en el nivel primario mantienen postrada a la SEG. Este es un tema de fondo que debemos atender todos como son otros similares a los de Oaxaca. Los jóvenes de Ayotzinapa, los egresados de las normales, los maestros, los universitarios luchan aguerridos pero las movilizaciones no tocan la cuestión de fondo. ¿Y el pacto por la educación? ¿Y los miles de comisionados y de aviadores?
Una gestión de fondo y un apoyo real de la federación debe tener como objetivo que el gobierno federal regularice las plazas que se entregaron sin el debido respaldo presupuestal con lo cual el gobierno tendría recursos para atender cuestiones de fondo; el déficit en la SEG es igual al total de lo destinado a inversión estatal directa. No podemos eludir el necesario ordenamiento en la distribución de plazas, la planificación adecuada y el sentido de responsabilidad del gobierno y de las expresiones sindicales.
Guerrero necesita que las autoridades se atrevan a plantear el tema de los recursos propios, de las contribuciones de los ciudadanos por proyecto como se hace en infinidad de países.
Cajita de Olinalá. Me alegra que por fin El Sur también aparezca los domingos y me congratula la entrega del suplemento mensual sobre libros y de la revista Día Siete. Ojalá que en la edición dominical los editores entreguen mayores espacios a los temas de la cultura y al análisis de la vida cotidiana de Guerrero.

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