EL-SUR

Sábado 14 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Momento para despertar

Juan García Costilla

Marzo 17, 2017

Comienzo esta entrega, como concluí la anterior: “el sistema y sus políticos nunca cambiarán, si antes no cambia la sociedad civil, los gobiernos no serán democráticos, si no les enseña y obliga el pueblo. Ni Andrés Manuel, ni Margarita, y ninguno de los candidatos que se acumulen en las boletas, podrán cumplir promesas de cambio, si la sociedad no demuestra que es capaz de cambiar, gane quien gane la elección”.
¿Qué podemos hacer entonces los mexicanos en 14 meses, los que faltan para julio de 2018, para elegir algo mejor y más trascendente que nuevos gobernantes y representantes populares?
Las preguntas para la clara mayoría ciudadana que se dice insatisfecha con la realidad nacional, y para la también clara mayoría de esa mayoría que demanda un cambio, son fáciles de entender, pero muy difíciles de responder. ¿Qué hacer para cambiar lo malo por lo bueno?
Para empezar, porque a pesar de que el consenso del cambio es claro y concreto, la idea y percepción de lo bueno y lo malo que necesitamos cambiar es difusa e imprecisa.
AMLO crece y se empodera con la demanda básica del electorado ciudadano, porque es quien mejor la representa y asume, pero para muchos el cambio deseado no significa rompimiento ni choque, mucho menos estallido violento, no significa cambiar de rumbo ni camino, sino de elegir a un buen conductor.
Por eso, aunque los pro pejistas crecen, los anti pejistas se mantienen cerca. Porque muchos mexicanos están insatisfechos con el gobierno de Peña Nieto, pero de acuerdo con la premisa general de sus reformas estructurales.
Pero ni crean que pretendo ponerme de pechito ante ustedes, diversos y plurales lectores, opinando a favor o en contra de ninguno de los presuntos implicados en la carrera presidencial. Ese debate fundamentalista no es el propósito de esta entrega.
Por eso pregunto, ¿qué podemos hacer los mexicanos para cambiar? Algo posible, factible, sin necesidad de hazañas heroicas, sólo de esfuerzo y decisión.
Parafraseando al innombrable, no nos hagamos bolas. Si de verdad queremos un cambio, comencemos cambiando nosotros. Dejemos de ser votantes pasivos, y convirtámonos en electores proactivos. Para variar, pongámonos de acuerdo en algo, comprometámonos en una tarea concreta, olvidemos un rato a partidos y candidatos, y concentrémonos en ideas y propuestas claras e inmediatas.
Ganemos primero las batallas más chicas y cercanas, como las que propone Carlos J. Cruz en su blog de Ora qué Cosa, sobre gobernanza y construcción de la paz: “Según los expertos, la batalla por la gobernanza global se librará en las ciudades, a nivel local, en este sentido, aunque la tentación de que la Marina y el Ejército tomen las calles es grande, la mayoría de los que estudian estos fenómenos coinciden en que la mejor estrategia ante la violencia criminal, es el fortalecimiento de las estructuras locales, incluyendo las policías. Las ciudades con servicios públicos deficientes se vuelven mucho más vulnerables a los embates de la violencia. En fin, el punto es que todos deben de trabajar juntos en la construcción de la paz”.
Por eso también lo cito, porque Carlos coincide con este escribidor en la necesidad de impulsar el cambio desde la sociedad civil. La bronca es que semejante exhorto exige franqueza sin complacencias, porque “si creen que rezando, dando likes, o retuiteando van a mejorar las cosas, se equivocan. Hay que esforzarse más, hay que involucrarse más. El reto de construir la paz es enorme, debemos hacerlo pronto, porque si algo hemos aprendido es que la falta de acción se paga con vidas y mucho sufrimiento.
“Para lograr este cambio, debemos reconocer honestamente qué hemos dejado de hacer y en qué hemos fallado como ciudadanos, pero sobre todo, debemos asumir a partir de ya, compromisos y responsabilidades con nuestro México. En otras palabras, cómo es el mexicano que necesita este país. Enorgullezcámonos de ser mexicanos, seamos dignos representantes de este pueblo, porque hasta hoy hemos estado dormidos, y este es el momento para despertar”.

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