¿Mudarán el Museo Dolores Olmedo?

Un reportaje de Frida Juárez Bautista (El Universal, 31/X/23) dio a conocer que está por iniciarse la construcción del Museo Dolores Olmedo en la nueva sección de Chapultepec. La reportera recordó que cuando Claudia Sheinbaum aún despachaba como jefa de Gobierno, declaró que el 30 de agosto se iniciaría la edificación de la nueva sede del Museo. Sin embargo, la directora de esa institución, Dolores Phillips, informó que no se ha iniciado la construcción y no dio la fecha de cuándo eso pueda ocurrir ni la del traslado de las obras de Diego Rivera, Frida Kahlo y Angelina Beloff. Dijo Phillips que el arquitecto de la nueva sede es Manuel Cervantes y agregó que en la planeación, “junto con nuestro grupo” (?), participa la firma constructora portuguesa Mota Engil, con la que tomarán la decisión sobre el proyecto (¿No hay en México buenos constructores?).

¿Y lo dispuesto por doña Lola?

Por lo pronto, ya brincó el alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta Ruiz, miembro del patronato del Museo, a quien no se le avisó de la mudanza. Dolores Phillips respondió que el fideicomiso es privado, que “el patronato está ahí como apoyo, pero la decisión la tomó el comité técnico”. Señala Frida Juárez que la subsecretaria de Cultura federal, Marina Núñez Bespalova, dijo en enero que no se le había informado del traslado, por lo cual la Secretaría de Cultura estaba en “semáforo preventivo”. Preguntó la reportera si no se contraviene la voluntad de doña Lola Olmedo con el cambio de domicilio, a lo que Dolores Phillips respondió que, de acuerdo con el fideicomiso, se “le deja en disfrute de la obra al pueblo… La Noria queda como la sede… Una extensión siempre es buena, nos va a permitir tener más espacio y hacer mayor uso de la colección, porque mucho se queda en bodega”, Pues sí, pero la idea es llevar a Chapultepec 136 obras de Diego, 25 de Frida y 42 de Angelina Beloff.

Lo que dice la escritura

De acuerdo con el contrato del Fideicomiso Museo Dolores Olmedo Patiño, el Patronato no existe nada más “como apoyo”, como dijo Dolores Phillips, pues tiene entre sus facultades la de “Vigilar que se preserve el ideal de la señora Olmedo y su donación, así como todos los bienes artísticos, culturales y económicos que forman parte de ella, para cumplir con los fines del Fideicomiso, para lo cual podrán exigir rendición de cuentas al Comité Técnico y al director general”. Se autoriza al comité técnico a realizar acuerdos y convenios para establecer “intercambios temporales o transitorios de los bienes objeto del fideicomiso” (sólo temporales o transitorios) e incluso, el contrato establece que “en casos muy excepcionales y para exposiciones sumamente especiales… podrán salir algunas obras únicamente para exhibirse temporalmente” dentro o fuera del país. Esto es, sólo podrán salir de La Noria temporalmente, pero no llevarlas a otro lugar para su exposición o almacenaje definitivo, algo que se opone a lo dispuesto mediante contrato por Dolores Olmedo.

Sobre libreros de viejo

Debemos al gran librero Mercurio López un volumen hermoso, estimulante y lleno de sabiduría: Libreros de viejo en la ciudad de México (Ed. RM, 2023). Recopilación que incluye textos de Rubén M. Campos, Genaro Estrada, Artemio de Valle-Arizpe, Salvador Novo, Ricardo Cortés Tamayo, Andrés Henestrosa y entrevistas a varios profesionales de títulos de segunda mano, aunque no necesariamente viejos, hombres y mujeres a quienes el autor cita como seres “que nacieron en cuna de papel y tinta o que conocieron el oficio a partir de su gusto por los libros y que ahora se dedican a proteger, cuidar, vender y promover la cultura de México a partir de su trabajo desde un local establecido, un puesto semifijo o una librería ambulante puesta sobre una manta”. En particular, al autor de esta columna le hubiera gustado ver uno o más pasajes de La librería de Arana, de Simón Otaola, historia de sobrevivencia del migrante que llega sin un clavo a tierra extraña, pero se empeña en mantenerse en el mundo de la letra impresa, como fue el caso del zaragozano José Ramón Arana (1906-1973), quien hizo ese y otros servicios a la cultura mexicana.

Breviario…

El querido y admirado José de la Colina murió el 4 de noviembre del año pasado. El 29 de marzo se cumplirán 90 años de que vino al mundo, pues nació en Santander, España, en 1934. También el año próximo serán 85 años de que fue sacado por sus padres de España, a la caída de la República, en 1939. Ojalá se enteren las autoridades culturales y le dediquen siquiera una semana de homenajes. Se lo deben. @@@ Doña Magali Arreola, directora del Museo Tamayo, continúa con su ardua labor educativa, y ofreció la exposición #ArteyPerros para lo cual abrió el recinto a los canes para que aprecien el arte de Max Ernst, del nazi arrepentidito Mathias Goeritz y otros creadores. Lo siguiente puede ser una invitación a los gatos para afinar su apreciación estética. No es broma. @@@ La revista teatral Paso de Gato ha vuelto a aparecer en edición impresa, lo que han de agradecer los profesionales de la escena y los aficionados al arte dramático.