EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Mujeres cuatroteístas

Humberto Musacchio

Diciembre 29, 2022

En las filas de Morena hay mujeres, y muchas, que enaltecen al sexo femenino y con su ejemplo alimentan la lucha por la plena igualdad de género. Son aquellas que de tiempo atrás venían pugnando por un cambio profundo en el país, por mejores condiciones de vida para las mayorías y por justicia en todos los órdenes.
Pero, como sucede con los hombres, entre las mujeres también hay casos que muestran la otra cara de la moneda, personas que buscan sobresalir a cualquier precio y sin respetar las reglas que la sociedad se ha dado en favor de la convivencia.
Tal es el caso de Yasmín Esquivel, quien aspira a presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pese a ser público que, por sus antecedentes, se trata de una persona que no puede ni debe desempeñarse como ministra del máximo tribunal y mucho menos como presidenta de ese órgano.
La denuncia pública de que su tesis de licenciatura es un plagio, pues tiene un estrecho parentesco con otra publicada un año antes, ha sido avalada por un informe de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de la UNAM, según el cual “existe un alto nivel de coincidencias entre ambos textos”. Habrá que ver si las autoridades universitarias se atreven a llamar por su nombre al plagio y le retiran a doña Yasmín su título profesional.
En medio del escándalo y pese a que está en entredicho, la señora Esquivel insiste en su afán de presidir la Corte, cuando lo esperable, por lo menos, sería que la señora pidiera licencia en tanto la UNAM emite su fallo sobre la tesis y su validez y, a su vez, la Corte determina lo procedente.
Por supuesto, no es la primera vez que estamos ante un típico caso de falsedad y prepotencia. Recordemos que el ex presidente Enrique Peña Nieto también fue pillado en un evidente plagio de tesis, y no pasó nada. Pero aplicar la misma receta en tiempos cuatroteístas implicaría una profunda decepción para quienes creían llegada la hora de la verdad y de la justicia. Por eso habría que esperar prudencia del Ejecutivo y no culpar a sus enemigos de lo que tiene o tendría como única responsable a la señora Esquivel.
Pero en el presente sexenio se han ofrecido muestras de ligereza a la hora de expedir nombramientos o propuestas para ocupar cargos públicos. La exigencia de 90 por ciento de lealtad y diez por ciento de eficiencia (si bien nos va) ha propiciado el arribo a los más altos cargos de personas que, pese a sus títulos académicos, no ha demostrado contar con las capacidades para desempeñar tales puestos.
Un ejemplo de la ligereza con que se procede en no pocos casos, lo ofrece la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a la que su presidenta llegó por un apresurado dedazo. Con ese antecedente, poco bueno se puede esperar, como lo evidencia la propuesta que ha hecho la CNDH de una candidata a integrar el Comité Técnico de Evaluación, mismo que analizará la idoneidad de los aspirantes a consejeros del INE, que finalmente serán elegidos por el Congreso.
La CNDH propuso a María del Socorro Puga Luévano para formar parte del citado comité, pero la inhabilita el hecho de ser militante de Morena, pues se exige ser y parecer imparcial. En el currículum que presentó doña Socorro dice haber cursado siete semestres de la carrera de comunicación en la Universidad Autónoma de Nuevo León y afirma contar con “Certificación expedida por Hilarante México Filosofía Dr. Katania Laughter Yoga International” (no es broma) y también con certificación de “coach PNL, Heard Coach y Master Coach por Interbrain Coaching”, membretazo que no parece preocupar a la SEP. Laughter Yoga o Yoga de la Risa (marca registrada) según internet “es un nuevo concepto en el camino de la auto-sanación, que día a día, adquiere mayor popularidad en todo el mundo”. En fin, toda una red de charlatanería relacionada con la autosanación, “superación personal” y otras sandeces.
Como seguramente alguien advirtió a Rosario Piedra que aquello del yoga de la risa era algo para carcajearse, la CNDH ya retiró la propuesta de Socorro Puga, pero el ridículo se queda y se nutre la sospecha de que Morena intentará que las cuatro consejerías del INE las ocupen sus empleados, pues en 2024 necesitará un INE “amigable” y hasta cómplice. Así estamos.