Murió María Palomar

En su amadísima Guadalajara, de una mezcla de cáncer y Covid, murió la admirable María Palomar, mujer de múltiples saberes, políglota, ensayista, ganadora con Jorge Esquinca del Premio Nacional de Traducción de Poesía, colaboradora de secciones y suplementos culturales, escritora siempre sorprendente y también diplomática, pues estudió en el Instituto Matías Romero y fue agregada cultural en Atenas. Perteneció a una estirpe de católicos tapatíos y escribió un ensayo para el libro En sentido contrario. Trasnacionalización de religiones africanas y latinoamericanas. De reconocida erudición, una amiga suya la describió muy certeramente como “persona que sabía mucho de muchos temas”. Nuestro pésame a su hermano Juan y a todos los que disfrutaron de su compañía, de su charla y de su amistad.

Herbert Frey Nimeth

Otra baja ocurrida la semana pasada fue la de Herbert Frey Nimeth, investigador nacido en Austria en 1949 y establecido hace varias décadas en México. Estudió filosofía, sicología y antropología en la Universidad de Viena e ingeniería agronómica en la Univer-sidad de Agronomía de Viena. Doctor en ciencias políticas por la Universi-dad de Hannover. En México ejerció la docencia, fue investigador del INAH y la UNAM. En su extensa obra figuran libros como La feudalidad europea y el régimen señorial español, La arqueología negada del Nuevo Mundo y El otro en la mirada: Europa frente al mundo américo-indígena. Experto nietzchiano, publicó también Nietzsche, Eros y Occidente; La sabiduría de Nietzsche, En el nombre de Diónysos, Nietzsche el nihilista antinihilista, El otro Nietzsche. La recepción de Nietzsche en el mundo europeo y anglosajón a partir de los años 70 y Nietzsche la memoria, la historia. Reciba Tere Franco un abrazo del autor de esta columna.

Orgullo por Cuitlahuatzin

La ópera Cuitlahuatzin, de la que nos ocupamos aquí la semana pasada, entre otras virtudes –nos dice un amigo que conoce bien el género–tiene la de romper con un eurocentrismo de más de cuatro siglos, pues “en las 200 y pico óperas sobre personajes históricos, la norma ha sido manipular aviesamente la historia para adecuarla a los fines del poder”, como es el caso de La fanciulla del West, de Puccini, obra “encargada por estadunidenses” dizque para legitimar el robo de territorio a los mexicanos, a los que “el libretista caracterizó como ladrones y viciosos”. Cuitlahuatzin rompe con esa nefasta costumbre y ofrece una bella y conmovedora narración de la que podemos estar orgullosos, gracias a las estupendas voces de Pablo Aranday (Cuitlahuatzin), Rogelio Marín (Amatlamatqui), Linda Sal-daña (Tlilpotonqui), Arturo Barrera (Cuauhtemoctzin), Josué Hernán-dez (Temilotzin), Paola Gutiérrrez Candía (Matlatzincatzin) y Marifer Santillán (Tecuhichpot-zin), quienes llegarán muy lejos.

Fue reabierto el MUSAS

En la reapertura del Museo de Arte de Sonora, Beatriz Aldaco, directora del Instituto de Cultura del estado, olvidó nuevamente que es una funcionaria pública y, sin decir nombres, volvió a la carga contra quienes supone son sus enemigos. Dijo que la reapertura del Musas significa “el triunfo de la verdad sobre la mentira, del amor frente al odio, de la honestidad contra la deshonestidad, de la transparencia frente a la opacidad” (por supuesto, ella representa la verdad, el amor, la honestidad y la transparencia). Dijo también que al ocupar el cargo que ahora tiene, “atestiguamos (siempre emplea el plural de la primera persona) el descalabro, el abandono, la irregularidad jurídica, la arbitrariedad en la forma de operar, el personalismo, el clasismo y la prepotencia que emanaba de este museo”, pero ante una situación tan grave, agregó, “no dijimos nada ni señalamos ni acusamos a nadie”. Agregó que “aprovechándose de ello, el o los responsables del desastre y sus secuaces oportunistas, en lugar de callar, crearon una de las campañas más viles de que se tenga memoria en el sector de la cultura en Sonora”. Si todo lo que dice la funcionaria es cierto, su deber era y es proceder jurídicamente contra los responsables, pero si no, está incurriendo en difamación. Y eso, hasta donde sabemos, es delito. Veremos qué sucede.

El español, cuarta lengua

Con casi 500 millones de hablantes nativos y cien millones más de quienes lo estudiaron, lo estudian como segunda lengua o se expresan en forma limitada, el español es la cuarta lengua más hablada en el mundo, sólo superada por el inglés, el chino mandarín y el hindi, según el trabajo El español en el mundo, anuario del Instituto Cervantes. Como lengua materna es la segunda lengua, sólo superada por el mandarín. Estados Unidos es el país con más estudiantes de castellano, con un número que es tres veces mayor que el de quienes estudian otras lenguas. Se estima que para 2060 la Unión Americana será la segunda nación con más hablantes de español y que 27.5 por ciento de los estadunidenses serán “hispanos”, como llaman en perfecto spanglish a los que tienen apellidos de origen peninsular. En términos comerciales, importa saber que los hispanohablantes tenemos un poder de compra equivalente al 9 por ciento del PIB mundial. No es poco.