FÁBRICA DE LETRAS

 

A Palomita y Gabriel. Por el pensamiento crítico

El desafuero es una jugada extrema de perder perder. Lo más conveniente para México, jurídica, política y socialmente es que la Instructora no emita dictamen y que el diferendo tome otros cauces.

Por supuesto. Estoy total y radicalmente opuesto al desafuero de Andrés Manuel López Obrador. El tema como problema y acontecimiento está en la mesa de todos los hogares. Es por ello ineludible. Nos han colocado ante un dilema, una disyuntiva. El torneo de ideas se contamina porque para la mayoría de los ciudadanos equivale a decidir quién será el próximo presidente de México. Paloma y Gabriel me preguntan: “¿Entonces a quién vamos a elegir, por quién vamos a votar?”. Andrés Manuel López Obrador es el principal beneficiario y el más interesado en mantener vigente el tema y nos ha colocado en jaque.

¿Qué está en juego? Es pertinente ubicar en su debida dimensión los dilemas de la confrontación. Los mexicanos no cabemos en la camisa de fuerza de sí o no al desafuero. No existen elementos para tal referéndum. ¿Estamos ante un episodio más de la histórica disputa por la nación? ¿El dilema es democracia o autoritarismo? ¿Dependencia o independencia? ¿Desarrollo con justicia social o mayores desequilibrios? ¿Dios contra el diablo, el bien contra el mal? Somos parte voluntaria o no de la pugna entre dos obsesiones por el poder, dos modos de ejercer el mando personal, del presidencialismo exacerbado con matices y diferencias de signo social y económico, de formas, contenidos y métodos de gobernar. El enfrentamiento entre los dos personajes políticos más poderosos puede ser de grandes consecuencias para todos y por ello nos ha involucrado.

Publicar es también es una inmensa responsabilidad. Hace muchos años, creo que desde 1975, cuando escribí una ponencia para El Colegio de México, Un gobierno de coalición democrática, que tantas dificultades me acarreó, no me había sido tan difícil abordar un tema. Me costó trabajo atreverme a tocar el asunto del desafuero en contra de Andrés Manuel López Obrador y más aún, poner en negro sobre blanco mis ideas. Sobran los temas coartada para hacerle al avestruz. Mi posición es absolutamente solitaria. En mi hogar la democracia es cotidianidad. Discutimos hasta por la mínima tontería y mucho más en torno a cuestiones trascendentes. Así ha sido y así seguirá siendo. Aclaro lo anterior pues en un medio de intolerancias lo que uno diga se endosa a todo el núcleo familiar. Puedo callarme, hacerle al occiso pero no quiero. Va mi Ibook en prenda.

La irresponsable responsabilidad presidencial. El responsable principal del clima de confrontación es el Presidente de la República. Me siento orgulloso de aquél folletín Diez razones para no votar por Vicente Fox, del que divulgué casi un millón de ejemplares. Repasadas al paso del tiempo son profecías ya cumplidas. Como presidente, Fox ha sido el enemigo número uno de la izquierda mexicana. Lo era desde antes. Justo en julio de 1997, cuando Cuauhtémoc ganó el gobierno del Distrito Federal, Vicente Fox encabezando al grupo de la derecha anticomunista se propuso evitar a toda costa que el PRD llegase a la Presidencia. Durante los dos primeros años de su mandato, procuró buenas relaciones con el Peje pero ante la evidencia de la creciente popularidad y de las preferencias electorales a favor del jefe de Gobierno –que Fox conoce mejor que nadie–, optó por eliminarlo a toda costa. Esta es la esencia del asunto. That is the question. La irresponsabilidad foxista se multiplica en el imaginario popular ante el fracaso del gobierno, su constante torpedeo de las instituciones, la impunidad de sus valedores y colaboradores, la percepción de una corrupción creciente, la ausencia de peces gordos, la complicidad con Amigos de Fox, con sus gobernadores, con la defraudación empresarial. Querámoslo o no, cierto o no, el eufemismo gente, asimila el desafuero como la eliminación del contendiente con más posibilidades de ganar desde la izquierda y pregona que Fox le está abriendo las puertas de Los Pinos al retorno del PRI.

El torpedeo contra las instituciones. Desde la presidencia las instituciones han sido objeto de una ofensiva permanente y despiadada, deliberada. Hoy cobra mayor vigencia y actualidad la renuncia de Alfonso Durazo, tan comentada y tan poco conocida –a quien lo solicite se la puedo enviar por e-mail–, que es una radiografía seria y responsable del conjunto de fenómenos que tanto lesionan al país. Fox gobierna como jefe de camarilla, de una cofradía semisecreta, no legal. Nadie puede disputarle a don Vicente el de Guanajuato, la supremacía en la lucha por el debilitamiento del Congreso de la Unión, de sus dos cámaras; la ofensiva en contra de los partidos políticos, incluido el PAN; de los medios de comunicación; de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; de los gobernadores de los estados; de la presidencia misma, del ejército, de las iglesias, del IFE; de las comisiones de derechos humanos. Las relaciones internacionales han caído en la sima del descrédito, en la trivialización. La PGR ya de suyo en fase terminal, ha perdido su autonomía funcional y quedó reducida a la función de santa inquisición, a medio de ajuste de cuentas, de indiciación de opositores, fabricación de chivos expiatorios y a brazo armado del revanchismo. México carece de abogado de la nación y tiene en cambio un general del espionaje y de la invención de procesos e inculpación de inocentes. Una rápida revisión hemerográfica aporta datos contundentes.

El desafuero, partidos y Congreso. El tema del desafuero es eminentemente político con una alta carga jurídica y de procedencia. Si se tratase de una cuestión más de aplicación del Estado de derecho, de combate a la impunidad, a los usos y abusos, a los excesos del poder, al combate a la corrupción entonces quizá todos deberíamos de apoyar la decisión que tome la Instructora. Pero no es así. Todo lo contrario. Somos testigos y quizá actores de una maniobra política ilegal, inmoral e injustificada, envuelta en el celofán del derecho. Para la inmensa mayoría de los mexicanos el asunto del predio El Encino es sólo la coartada de una trampa que daña a todos los actores políticos. Fox pretende endosarle la factura del costo político de la eliminación de López Obrador al PRI y al PAN. ¿Estarán ellos dispuestos a hacerle el trabajo sucio? Las consecuencias son imprevisibles pero no cruzarán el pantano incólumes. El desafuero lesionará en alto grado a los ya de por sí tan desacreditados partidos nacionales.

¿En razón de qué intereses y conveniencias la Cámara de Diputados de la LIX legislatura debe ser el instrumento de tamaño desatino? No me digan que en aras de la legalidad, como pregona don Emilio Chauyfett Chemor. ¿Y Aguas Blancas, y Acteal y el Fobaproa y El Charco? ¿Y los amigos de Fox, y el Pemexgate y un millón de etcéteras? Quizá si hubiesen empezado por otros casos pendientes de decisión. La Cámara tan atacada, desacreditada, sometida a un juicio de controversia constitucional por el tema del presupuesto y de sus facultades exclusivas, en el centro de                           una feroz ofensiva mediática, desobedecida, menoscabada, tiene además que prestar el servicio gratuito de obediencia y de peón en una jugada ajena. Los legisladores del PRI pueden construir el sarcófago de su deceso y autocontemplar gozosos pasar el cortejo fúnebre a su eterna sepultura. La pugna entre dos fundamentalismos está subyugando a casi todos.

El desafuero y el PRD. El PRD es ya uno de los primeros damnificados de esta confrontación insensata. Colocado en una situación de guerra, el mando central único decidió que el asunto principal de la agenda es la resistencia al desafuero y por lo tanto la democracia interna, los grandes asuntos nacionales e internacionales, las causas y los ideales, todos los anhelos quedan diferidos para mejor ocasión. En aras del fuero total, Leonel Cota es impuesto y aceptado, se cancela la democracia interna. El partido que surgió en protesta contra las imposiciones, en aras de la “unidad” se convierte en la parroquia de la unidad sin unidad real, sin democracia y sin futuro.

En Guerrero todo debe quedar sujeto a los trece puntos del mando único. Por lo mismo entonar el himno local del comité de unidad, diferir el debate del PRD y de la izquierda que Guerrero necesita, privar a su misma militancia del derecho a optar y a decidir, dejar pasar las reformas apremiantes, abstenerse de los esfuerzos para formular el programa de gobierno y el Plan Estatal de Desarrollo. ¿Para qué pensar, escribir, debatir, elaborar? ¡Todos a pegar calcomanías y carteles, a difundir videos, a hacer pintas y colgar espectaculares; todos a colgarse el moñito tricolor, todos al servicio del supremo tlatoani de izquierda! Finalmente son los militantes la mano de obra barata al servicio del caudillo en turno.

El desafuero y la sucesión. Si Andrés Manuel es desaforado y sometido a juicio perderá todas sus posibilidades de figurar como candidato a la Presidencia de la República. La Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos no deja lugar a ninguna duda. Veamos:

“Artículo 38.- Los derechos o prerrogativas de los ciudadanos se suspenden (tales como los de votar y ser votado. amn): [..] II.- Por estar sujeto a un proceso criminal por delito que merezca pena corporal, a contar desde la fecha del auto de formal prisión; III.- Durante la extinción de una pena corporal; V.- Por estar prófugo de la justicia, desde que se dicte la orden de aprehensión hasta que prescriba la                           acción penal; y VI.- Por sentencia ejecutoria que imponga como pena esa suspensión. La ley fijará los casos en que se pierden, y los demás en que se suspenden los derechos de ciudadano, y                           la manera de hacer la rehabilitación”. Hasta aquí el texto de la Carta Magna.

Andrés Manuel y sus voceros deben hablar con la verdad y con rigor. Hoy no se está definiendo la sucesión presidencial. No es automática la ecuación: si AMLO sale de esta ya será candidato. Hay mucho camino que recorrer y muchas cuestiones que resolver. Existen otras opciones en el seno mismo del PRD y en la sociedad para encontrar a quien puede ser el mejor candidato y también el presidente que anhelamos los mexicanos. Una más de las grandes ventajas al evitar la confrontación es facilitar una discusión mucho más libre y deliberativa, ajena a los chantajes y a los dogmas de fe. La sucesión requiere de un amplio diálogo plural sobre los grandes problemas nacionales, los derechos de las minorías, la relación con el mundo de la inteligencia, del conocimiento y de la cultura, a los recursos para el desarrollo, montos y fuentes, al contenido de un proyecto alternativo, a los asuntos de la transformación democrática. Hoy la elaboración y el debate están pervertidos y secuestrados en el dilema fundamentalista del sí o no.

López Obrador es un genio del espectáculo político. Tiene a su lado a doña Tere Struck, quizá su única aliada leal. Para él todos los demás son compañeros de viaje. Ella es una magnífica comunicadora, una creadora de dioses políticos, ella ayudó al encumbramiento de don Carlos Hank González y casi consiguen modificar el 82… El Ángel de la Ciudad no pudo ser candidato. Tere tiene desde 1996 un trabajo sistemático y exitoso al lado de Andrés Manuel. Ella debe de estar haciendo changuitos para que no se le vaya a derrumbar el ídolo de medios que denodadamente ha creado. Tere es genial pero políticamente desatinada. El uso del moño tricolor es propagandísticamente irreprochable ¿Quién no admite o se resiste; quién no desea con gusto portar un moño con los colores nacionales? La patria soy yo. ¿Se vale? Y entonces dónde quedó el repudio al uso faccioso y partidista de los colores en el logotipo del PRI. ¿No es la misma idea de cuando el PRD los pretendió?

Los ciudadanos no debemos permitir que nos traten como a menores de edad. Valga. Ya ni los niños se tragan los cuentos de hadas. Somos parte de una sociedad con creciente capacidad de pensamiento crítico. Para mí Andrés Manuel es un mexicano de izquierda que como todos los seres humanos reúne infinidad de cualidades y un ramillete de deficiencias. Me rebelo ante la preeminencia que le ha dado al camachismo y a la postración del PRD ante los ex priístas.

Estoy contra el desafuero y por un México democrático, justo, incluyente, plural, un México con todos. México no es país de un solo hombre y tampoco de sólo dos, por muy simpáticos, poderosos, audaces, intrépidos, talentosos o populares que sean. México no es país de un sólo lema. La resistencia al desafuero requiere otras consignas simultáneas. Por ejemplo: ¡No al desafuero! ¡Sí a una izquierda libertaria, solidaria, democrática, moderna, propositiva, deliberante!

¡No al desafuero! ¡Sí a la pluralidad! ¡No al desafuero! ¡No al presidencialismo autoritario!

¡No al desafuero! ¡Sí a la construccion de un Estado derecho!

Y así por el estilo… Tengo una posición clara, ciudadana, libre, activa, participativa y deseo con todas las fuerzas de mi alma contribuir a multiplicar el pensamiento crítico de quienes me conceden el privilegio de escribir, de publicar y sobre todos de quienes emplean algo de su tiempo a leerme. Vivo luego escribo. Disiento luego vivo.

El desafuero es una jugada extrema de perder perder. Lo más conveniente para México, jurídica, política y socialmente es que la Comisión Instructora no emita dictamen y que el diferendo tome otros cauces.

Cajita de Olinalá

Gabinetitis. ¿Usted ya tiene su gabinete? ¿Ya lo llamaron? ¿Ya redactó su currículum? Pronto aparecerán los avisos de ocasión. Se solicita aspirante a mando medio superior, secretario de despacho. Requisitos: saber leer y escribir, figurar en el PRI, no pertenecer al movimiento democrático y mucho menos al PRD, de preferencia integrante del Frente Cívico de Acapulco, apolítico, priísta o militar con magníficas dotes de trepador. ¡No te calientes granizo! No es por allí. Zeferino no gobernará únicamente con sus cuates, no tiene derecho a poner al frente de la seguridad pública a un militar, mucho menos de militarizar a la PGJE, pues este es un asunto eminentemente político y lo es más en Guerrero…

 

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