EL-SUR

Lunes 21 de Octubre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Nunca más sirvientas, dignas amas de casa

Abelardo Martín M.

Octubre 15, 2024

 

A dos semanas de su toma de posesión, la Presidenta Claudia Sheinbaum muestra ser una gobernante con un plan estructurado para continuar y acelerar la transformación del país, que tiene prisa en instrumentar, es decir, lo primero es garantizar que su compromiso con los más necesitados está vigente y más activo en el llamado Segundo Piso de la Cuarta Transformación.
Sus palabras, el lenguaje corporal, la enjundia y la decisión que mostró al referirse al tema tan devaluado y despreciado del trabajo doméstico y sus referencias al periodo histórico de la conquista de llamada Nueva España dejan perfectamente claras sus interpretaciones y su postura frente a ambos hechos.
Su defensa del trabajo doméstico es incuestionable e invaluable, su posición frente al llamado dominio español define a su gobierno y es casi seguro que por los conductos diplomáticos se llegará a acuerdos benéficos para la relación con España y también para la interpretación objetiva de un periodo de tres siglos en la historia de España y América.
En muy poco tiempo la presidenta Sheinbaum ha dejado muy en claro que ejerce el cargo para el que rindió protesta hace quince días exactamente, y desmiente todas las opiniones acerca de su papel frente a su antecesor, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha cumplido lo que no se cansó de repetir a propios y extraños, que él, Andrés Manuel, se retiraba de la política y se dedicaría a actividades personales. Todavía hay quienes quisieran verlo agazapado tratando de influir en su sucesora, cuando que la realidad es que ella siempre ha tenido las agallas para hacer y decir lo que cree una militante política de toda la vida. Ahí está el testimonio de su defensa del trabajo doméstico que representará, sin duda alguna, la reivindicación de las labores de la casa, pero también la valoración justa de la mujer y de los hombres, ya muchos por cierto, que se dedican a estas actividades laborales.
Por otro lado, el pasado fin de semana dio el banderazo de inicio de los trabajos preliminares del ferrocarril México-Querétaro, de donde se desprenderán dos ramales, uno para llegar a Guadalajara y Nogales, y otro a Nuevo Laredo, como el proyecto vertebral de su programa de trenes de pasajeros en todo el país.
Destaca el reconocimiento al ejército mexicano, en especial al gremio constructor de ingenieros militares encabezado por el general Gustavo Vallejo, a quienes se encargó ahora el tren México-Querétaro obra emblemática que nunca se logró y siempre se prometió desde hace más de medio siglo. Ahora si es casi seguro que en 2029 pueda hacerse esa ruta en ferrocarril rápido.
También anunció un plan de rescate del oriente del estado de México, donde habitan más de diez millones de personas, desde Ecatepec hasta Chalco e Ixtapaluca, en la zona conurbada con la Ciudad de México; antes había dado a conocer la puesta en marcha de un programa de conservación de carreteras en todo el territorio nacional. En el caso del Oriente de la Cdmx convendría tomar como ejemplo acerca de lo que la violación de las leyes urbanas puede hacer, ya que la mayor parte de los fraccionamientos de esa zona en el estado de México, fueron edificados sin planeación ni rigor urbanístico alguno y ahí están ahora las consecuencias.
En este lapso, la Presidenta se ha dado tiempo para realizar dos visitas al puerto de Acapulco, inundado por el huracán John, a once meses del embate que en 2023 sufrió por el meteoro Otis, de cuya destrucción aún no se reponen ni los lugareños ni la infraestructura portuaria y turística, y que ahora requiere nuevamente de la solidaridad y el apoyo nacional.
Pero lo que más llamó la atención de los medios de comunicación, en días pasados, fue el anuncio de la nueva estrategia de seguridad, pues toca uno de los puntos más sensibles y sobre el que la población ha hecho más reclamos.
El documento presentado señala cuatro ejes para la operación de la estrategia mencionada: atención a las causas; consolidación de la Guardia Nacional; fortalecimiento de la inteligencia e investigación, y coordinación con las entidades federativas.
El planteamiento tiene lugar en un momento en que en algunos puntos del territorio nacional la criminalidad se ha recrudecido hasta alcanzar niveles impensables; en Sinaloa, por ejemplo, Culiacán y otras poblaciones llevan más de un mes sumidas en una violencia imparable, que incluye asesinatos, secuestros, bloqueos e incendios, entre otros actos delictivos, que también se observan en otras entidades del país.
En Guerrero, la ejecución y decapitación de Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, a menos de una semana de haber tomado posesión, es muestra del empoderamiento de los grupos criminales, que unos días antes habían ejecutado al secretario general del ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, y a quien iba a desempeñar el cargo de secretario de Seguridad Pública municipal, Ulises Hernández Martínez.
Es evidente que además de la estrategia nacional publicitada, se requiere aplicar planes específicos para rescatar zonas en donde el crimen organizado ha rebasado por mucho la capacidad de las autoridades municipales o estatales, ante lo cual la población se siente y se sabe absolutamente inerme.
Además del tema de seguridad, que ha alcanzado niveles críticos, hay muchos frentes abiertos en los que la Presidenta deberá intervenir a la brevedad. Sobresale la instrumentación de la reforma al Poder Judicial, mediante la cual se transitará a la elección de jueces, magistrados y ministros el año próximo, lo que ya es ley, pero aún enfrenta resistencias porque se han afectado intereses y prebendas a lo largo de muchos años.
Y luego está el escenario económico, en donde se enfrentarán riesgos si en el vecino país el ahora candidato del Partido Republicano, Donald Trump, lograra hacerse por segunda vez de la presidencia. Esa complejidad explica la prisa de la Presidenta para actuar y poner en marcha sus planes. El tiempo de un gobernante siempre es muy corto aunque desde fuera parezca lo contrario. Y en los tiempos actuales, caracterizados por la incertidumbre y la volatilidad, ese fenómeno se acentúa.
Está claro que el llamado “bono democrático” del que “gozaron” los ex presidentes al inicio de sus respectivos gobiernos, hoy no se necesita porque la presidenta tiene la decisión y la voluntad de continuar con los principios, el programa y las normas del movimiento de la Cuarta. Transformación, sólo que con sus rasgos personales, su voluntad inquebrantable y su militancia comprobada. O sea, más claro, ni el agua.