“Que siga y que siga el gusto, y que viva Ometepec”.
José Agustín Ramírez Altamirano

Ometepec es la tierra en que nací, es mi patria chica. Fuente inagotable de alegría; de recuerdos, de tristeza. Es la madre amorosa que consuela, que te inspira, que te alienta.
Alguna vez fue comparado con Macondo de García Márquez en sus Cien años de soledad.
Y es que personajes de mi tierra como Chicomudo; Cuatro Adobes; Capitán Pollo; Chinco Pechos y Juan Garabato, bien podrían ser elementos protagónicos de tan laureada novela.
Ometepec también es tierra fecunda de grandes profesionistas en todos los campos.
“Ometepec es la pequeña Grecia, en donde surge todo”, decía el cantautor chilenero Marcos Martínez. Y aunque tengo una entendible querencia, creo que esta frase sintetiza el aporte que mi terruño hace a la riqueza cultural de Guerrero.
El aparente aislamiento (por encontrarnos apartados de la carretera nacional y lejos de la capital del estado), sin duda nos hizo luchar para fortalecer nuestra economía, pero sobre todo, ver hacia nuestro interior para sacar lo mejor de nosotros. La influencia de la culturas indígena y afromestiza dejaron vestigios arqueológicos (desaprovechados hasta ahora); pero sobre todo, marcan el carácter alegre del ometepequense, que se reflejan a través de la música, las innumerables fiestas patronales, las artesanías y la gastronomía.
Tenemos una fuerte tradición oral que se traduce en una rica narrativa, con anécdotas de hechos reales que son rememoradas en reuniones donde se fortalecen lazos de amistad.
Hay quienes consideran a la poesía como la síntesis de la expresión literaria. Nosotros tenemos en don Juan García Jiménez un exponente de la vena creativa de la región. Y si recordar es como beber de la memoria, cito una estrofa de su poema Si pudiera hablar contigo: Pero tu ser no era hecho solamente de palabras poéticas / sino también de palabras ausentes / del padre… del esposo / tu círculo bohemio entrelazaba días de vino y rosas / derramada al filo de la palabra familia.
En lazo indisoluble con nuestro carácter festivo, en torno a la mesa nos reúnen el mole rojo; el caldo de iguana; la barbacoa de hoyo; los tamales de chipile; el bazo de res relleno, queso, requesón y una variedad de presentaciones de huevo guisado en caldo con chile verde, rojo o unas picosas enchirmoladas.
Somos parte de la forja de la nación: en marzo de 1813, el general José María Morelos y Pavón, procedente de Oaxaca, se trasladó a Ometepec. En 1910, el general Enrique Añorve Díaz organizó en Ometepec el maderismo, que se extendió hasta Pochutla por el estado de Oaxaca. (Enciclopedia de los Municipios y Delegaciones de México / INAFED).
El son de la chilena y el bolero, con su fuerza expresiva y romanticismo, la reflejan compositores como el afamado Indalecio Ramírez, los hermanos Mateo y Alfredo Aguirre López, Gabriel Ramírez Rodríguez, Juan Morales López, Manuel Sánchez Carmona, Salomón Ortiz López, Aquileo Bracamontes Dávila y Moisés Vargas.
Nuestra vecindad con Oaxaca acercó a Álvaro Carrillo al bello nido, quien casó en segundas nupcias con Ana María Incháustegui Guzmán (oriunda de Ometepec), y ese afortunado encuentro lo hizo regresar en innumerables ocasiones como ya lo he narrado.
En septiembre, miles acuden a la que es considerada la fiesta más grande de Costa Chica, en honor a San Nicolás Tolentino y la danza del multicolor Toro de Petate. Pero no es la única fiesta que se celebra en Ometepec, así: El Macho Mula y Los Diablos, en septiembre; la Danza del Tigre y Los Tlaminques, en octubre; La Tortuga y La Conquista, en diciembre; Los Doce Pares de Francia, en mayo; la cabalgata en honor a Santiago Apóstol en julio; son una muestra de un carácter festivo que honra nuestros orígenes.
Me complace conocer el esfuerzo de Laura y Allis, dos jovencitas paisanas que persiguen su sueño musical luchan por salir adelante en la capital del país, donde se ha reconocido su talento y ya grabaron un disco como Las Hermanas García; también se han presentado en foros como La Casa del Lago y el Canal 22 al lado de Armando Manzanero. También llevaron su música a Londres y Oxford, Inglaterra. En estricto sentido de justicia, debemos reconocerlas como embajadoras del bolero y la bohemia de la Costa Chica de Guerrero.
La creatividad y el talento de mis paisanos y paisanas. El trabajo; la voluntad; la lealtad a sus tradiciones, sin duda son atributos que impulsarán el desarrollo del bello nido, si se toman de la mano los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil.

Del anecdotario

Cuando inicié en la actividad política allá por los años 80, el entonces gobernador de mi estado Alejandro Cervantes Delgado, me dio la oportunidad de fungir como su secretario particular y tres años después como secretario general de Gobierno, cargo en el que me antecedieron José Francisco Ruiz Massieu y Humberto Salgado Gómez, dos políticos con vasta experiencia y gran preparación académica.
Tengo muy presente la primera vez que un columnista de un diario de Chilpancingo hizo ataques a mi persona lo que me alarmó pues me parecía injusto lo que había escrito acerca de mí. Pronto busqué un encuentro con el entonces gobernador para explicarle que nada correspondía a la verdad.
Serenamente me preguntó: –supongo que te vas a dedicar a la política ¿verdad joven Aguirre?
–Sí don Alejandro, la política me apasiona y me siento feliz de hacer algo por mis paisanos.
–Pues entonces acostúmbrate, que te dé lo mismo que te alaben o te critiquen.
Sabias palabras… ¡La política es así!