EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Para Emmanuel Macron, los problemas comienzan

Gaspard Estrada

Julio 26, 2017

Hace poco más de dos meses, Emmanuel Macron tomó posesión como presidente de la República. Desde entonces, el nuevo jefe del Ejecutivo francés ha tomado una serie de iniciativas políticas en el plano internacional, que le han permitido estar en el centro de la agenda política y mediática mundial. Después de las reuniones presidenciales del G-7 y del G-20, Macron recibió al presidente ruso Vladimir Putin, en el palacio de Versalles. En esa ocasión, no dudó en denunciar el funcionamiento de los medios rusos de información como RT y Sputnik, que harían propaganda y no periodismo. Más adelante, se reunió con la canciller alemana Angela Merkel para anunciar que Francia y Alemania caminarían juntos para relanzar el proyecto europeo, inclusive reformando los tratados regionales para llegar a tal objetivo. Este activismo diplomático tuvo réditos en la popularidad del mandatario, que comenzó su segundo mes de gobierno con una envidiable tasa de aprobación de más del 60 por ciento. Sin embargo, durante las últimas semanas, una serie de noticias tanto en el plano internacional como doméstico han puesto de relieve la dificultad que tendrá Macron por delante si realmente tiene como objetivo reactivar la economía francesa, así como transformar a la Unión Europea.
En primer lugar, su voluntad de acercarse a Donald Trump, a pesar del discurso racista y xenófobo de éste, invitándolo a la fiesta nacional el pasado 14 de julio, fue diversamente apreciada en Francia. Por un lado, los portavoces del gobierno señalaron que esta invitación sólo correspondía a un protocolo ya establecido, en el sentido de que en 2017 se celebraba el centenario de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, por lo que era natural que el jefe de Estado de aquel país participe de esta celebración. Pero el ejército canadiense también desfiló ese día y el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, decidió no viajar a París para no darle la mano a Donald Trump.
Sin embargo, los principales problemas del presidente francés se encuentran en el terreno doméstico. A su llegada al Palacio del Eliseo, Macron pidió a la llamada Cour des Comptes, el órgano de Auditoría del Estado, emitir un informe sobre la situación de las finanzas públicas del país. Como era de esperarse, los resultados no fueron nada halagadores para el gobierno anterior del ex presidente François Hollande. Contrariamente a lo anunciado por este último hace unos meses, Francia no estará en medida de respetar sus compromisos presupuestales frente a la Comisión Europea, si la trayectoria de gasto público no disminuye. Desde entonces, los ministros del área económica, compuestos en su gran mayoría por personalidades de derecha, han anunciado recortes a los ministerios, en particular al de la defensa nacional. A raíz de esto, la cúpula militar dio muestras de descontento. El jefe del estado mayor conjunto del ejército, el general De Villiers, hizo un pronunciamiento frente a los diputados de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, dónde hizo hincapié en su voluntad de preservar los recursos de los militares, que vivieron numerosos recortes durante el gobierno anterior. El problema es que este diálogo con los diputados fue filtrado a los medios de comunicación, y la respuesta del nuevo presidente fue fulminante. El 14 de julio, antes de la ceremonia militar, Macron hizo un pronunciamiento ante la cúpula militar, donde dejó claro que él es el jefe del ejército, y que por ende no era “necesario que se expresen desacuerdos en la plaza pública”. Pocos días después, el general De Villiers renunció a su cargo. Si bien Macron logró consolidar su autoridad frente al poder castrense, los franceses no aprobaron en su mayoría este hecho, y por el contrario han comenzado a tener dudas sobre la gestión del presidente, quien en un mes perdió una decena de puntos en las encuestas. Si Macron no da gestos de querer tener un diálogo con la sociedad en vez de querer a toda costa imponerse a los demás, es posible que los resultados de las próximas encuestas sean negativos para el presidente de Francia, así como que aumente la oposición a sus reformas.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada