EL-SUR

Sábado 14 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

¿Pueden las policías municipales contribuir a la seguridad y a la paz?

Jesús Mendoza Zaragoza

Septiembre 12, 2022

La actual polémica centrada en el paso de la Guardia Nacional a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha puesto de relieve los esfuerzos de las autoridades federales en torno a la seguridad pública a partir de las fuerzas armadas, como la fórmula que devolvería la seguridad al país y las condiciones para una paz sostenible. De esta forma, la seguridad se está poniendo en manos de las fuerzas armadas y no se ha visto el mismo interés en el saneamiento y la formación de las policías estatales y municipales. Es cierto que el ámbito federal es decisivo, pero no estamos viendo esfuerzos de gran calado en las policías.
Hoy quiero hacer algunas consideraciones relacionadas con las policías municipales, que han estado bajo el estigma de desprestigio, ineficacia y cooptación por la delincuencia organizada. Tomando en cuenta que el municipio es la parte más vulnerable del Estado mexicano y sus policías lo han sido más aún, tal parece que se han quedado en el desamparo como si ya no tuvieran redención. No vemos esfuerzos sustantivos por mejorar las condiciones de estas instituciones más ligadas a lo territorial y más cercanas a la población.
El Centro de Investigación y Acción Social por la Paz (CIAS por la Paz), una institución social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, fundado en el año 2015, para contribuir a la construcción de la paz, acaba de publicar un informe titulado Policía municipal y organización comunitaria: Un desafío para la paz, para presentar un estudio riguroso de las buenas prácticas en ocho municipios que han logrado sostener bajos índices  delictivos en México: Chihuahua, Chihuahua; Saltillo, Coahuila; San Pedro Garza García, San Nicolás de los Garza y General Escobedo, Nuevo León; Cherán y Tancítaro, Michoacán; y Nezahualcóyotl, Estado de México, en el periodo 2010-2020.
Esta investigación surge por el interés de incorporar a las policías municipales en los procesos de reconstrucción del tejido social para impactar en la reducción del delito y la delincuencia en el ámbito local, así como para contribuir a la construcción de un modelo de seguridad ciudadana en México como un elemento fundamental para el buen convivir en los territorios.
El interés primario del CIAS por la paz ha estado en el tema de la reconstrucción del tejido social como una estrategia fundamental para la construcción de la paz desde abajo, a partir del fortalecimiento comunitario, cuando la gente puede empoderarse y convertirse en interlocutora y partícipe en y desde el ámbito de la sociedad en procesos de participación ciudadana. Desde esta perspectiva surgió el interés por incorporar a las policías municipales a los procesos de reconstrucción del tejido social, de manera que las policías se vayan resignificando a sí mismas mediante vínculos estrechos con la comunidad y mediante acuerdos con los actores cercanos a la misma comunidad.
La investigación del CIAS por la Paz permitió identificar 18 factores de cambio que han estado presentes en los casos de los ocho municipios seleccionados y que han ayudado a la reducción de delitos y a la sostenibilidad del proceso. Algunos de estos son formación en derechos humanos y perspectiva de género, satisfacción de pertenecer a la corporación, conocimiento del territorio, conocimiento de las causas de la violencia, una ética de servicio, rendición de cuentas, espacios de encuentro con ciudadanos y capacidad para generar confianza, entre otros.
Una clave para entender la pulverización de la sociedad es la desconexión entre los ciudadanos y la desconexión con todo el entorno: con las familias, con la escuela, con el territorio, con las instituciones gubernamentales, con las organizaciones sociales, con todo, pues. Por lo tanto, el gran desafío está en la reconexión de todo el entorno y con todos los actores. En este sentido, para el tema de la seguridad, es necesaria la reconexión entre la comunidad y las policías municipales, de manera que el referente central de éstas sea, precisamente, la comunidad y se pase del concepto de seguridad pública respaldada por la fuerza al de seguridad ciudadana por el hecho de que los ciudadanos se hacen cargo de su propia seguridad y de que hay un enfoque de derechos humanos.
La gran propuesta de este estudio de CIAS por la paz está en que la policía municipal puede reinventarse, disminuir delitos, aumentar la confianza de la ciudadanía y, en consecuencia, contribuir para la reconstrucción del tejido social de las comunidades más golpeadas por la violencia. De esta manera, las policías hacen un proceso en el cual pasan de ser meramente reactivas a ser preventivas, de acuerdo con su propia naturaleza.
Estamos hablando de una policía de proximidad, una policía vinculada al territorio y a la comunidad, una policía con habilidades para recuperar la confianza y para construir acuerdos. Una policía que actúa desde abajo y que complementa las acciones gubernamentales que se generan desde arriba, desde los ámbitos estatal y federal, una policía que previene la opción por las autodefensas que han complicado las condiciones de inseguridad entre nosotros.
¿Por qué no abrir estos caminos de transformación de las policías municipales, recuperándolas para la comunidad?