EL-SUR

Jueves 19 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Rebeca Solnit: del feminismo punk al centro del mundo

Adán Ramírez Serret

Septiembre 13, 2024

Rebeca Solnit (Connecticut, 1961) es quizá una de las feministas más representativas dentro del mundo de la escritura. Autora de libros tan importantes como Los hombres me explican cosas (Man explain things to me) que han trascendido los círculos especializados para convertirse parte del día a día para explicar actos del patriarcado; el mansplaining es a tal grado parte del mundo que, de manera paradójica, triste y chistosa al mismo tiempo un día un hombre le explicó el concepto a Solnit misma quien lo acuñó: un hombre le explicó su propio concepto.
Rebeca Solnit comenzó a escribir sobre feminismo, a tener una agencia política desde los años 80, cuando ser feminista significaba participar en una parte marginal del mun-do, y así lo cuenta Rebeca Solnit, pues lo primero que publicó salió en una revista punk.
Estamos sentados en la terraza de un hotel del centro de Querétaro, corre un viento fresco, el cielo es azul y Rebeca Solnit come un bollo relleno de cochinita. Es pleno Hay Festival y en la sala de prensa además de los periodistas de la fuente cultural van de entrevista en entrevista premios Nobel, autores como Alberto Fuguet o ganadoras del Óscar de Ucrania. Pero Solnit es un centro en medio de toda esa turba de fama y talento. Está al fondo y es imposible no mirarla de reojo o más bien de frente y disfrutarla.
Me dicen que se extiende demasiado y que vaya rápido. Así que voy hacia ella, que de manera sorprendente está de buen humor y con todas las ganas de platicar de todo mientras da una que otra mordida a su bollo de cochinita.
Mientras esperaba a Solnit, aproveché para leer uno de sus ensayos, el libro que tenía en la manos era Las rosas de Orwell, que comienza con en el texto El Día de los Muertos. Se trata de una crónica escrita con frescura, de esas que dan ganas de respirar y más en una mañana de sábado y con Solnit al fondo. El ensayo es sobre las flores y sobre Orwell, ese escritor fascinante que además de sus obras icónicas, era un ensayista con una prosa que parece escrita sin ningún otro fin que reflexionar un poco sobre el mundo, aunque toca, por supuesto, de los temas más acuciantes de su tiempo y el mundo como la guerra, el comunismo y el futuro de la humanidad y, de manera sorprendente los explica más de sesenta años después.
Este ensayo de Solnit sobre Orwell, comienza así: “En la primavera de 1936, un escritor plantó rosales. Yo lo sabía desde hacía más de tres décadas y nunca había reflexionado lo suficiente acerca de lo que eso significaba”. Solnit cuenta que para esos días de noviembre tendría que estar en su casa en San Francisco, donde las calles están plagadas de altares y cempasúchiles; pero que en lugar de eso, está en Londres camino a Cambridge en busca de los rosales de George Orwell. Es una crónica al más puro estilo del nuevo periodismo en donde con los elementos del relato seguimos los pasos de Orwell en su vida bucólica y de repente Solnit suelta una perla: “Si ‘guerra’ tiene un antónimo quizá sea ‘jardines’”.
Solnit me espera al fondo con una sonrisa, lista para hablar de feminismo. Le pregunto sobre el cambio en la sociedad, como el feminismo ha pasado de ser marginal, de asustar a la gente cuando alguien decía que era feminista a marcar el paso del mundo. Me intrigaba mucho con cuáles de los feminismos se identifica. Y dice, por supuesto, que con los que tienen que ver con la igualdad, con los que son un movimiento en contra del racismo y del clasismo y que son aquellos que siempre fueron punk, apestaban en un mundo lleno de odios y violencias y hoy siguen confrontando cualquier forma de pensar que implique discriminación.
Rebeca Solnit, Las rosas de Orwell, Ciudad de México, Lumen, 2022. 348 páginas.