Recuerdan a Ludwik Margules

En el Centro Cultural Universitario, hace 40 años, Ludwik Margules (1933-2006) llevó a las tablas De la vida de las marionetas, obra de Ingmar Bergman, considerada por Juan José Gurrola, Olga Harmony y otros conocedores como la mejor puesta en escena del teatro mexicano, lo que no es poco decir. Ludwik tomó el guion que sirvió a Bergman para la película del mismo nombre, lo adaptó y dirigió a Rosa María Bianchi, Julieta Egurrola, Luis de Tavira y Fernando Balzaretti en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, largo callejón que contó con la extraordinaria escenografía que durante un año discutió el gran Alejandro Luna con Margules, lo que dio por resultado un espacio que remitía al barrio rojo de Amsterdam, donde las sexoservidoras se exhiben en aparadores. Con su extraordinaria creatividad, el genio nacido en Polonia dio curso a una obra de enorme tensión dramática, llena de chispazos y novedosas fórmulas que sorprendían al público, como aquello de cambiar de escena con apenas media vuelta de los actores. El estreno ocurrió el 20 de marzo de 1983 y ahora la Cátedra Patrimonial Ludwik Margules celebró el programa Teatro y cine; interinfluencias, transformaciones y diálogo, durante el cual se rindió homenaje a Farnesio de Bernal, actor fallecido en abril de este año, quien también participó en la representación de la obra bergmaniana.
El programa de la Cátedra

María Teresa Paulín, autora del libro El teatro depurado y sin concesiones de Ludwik Margules, directora de la citada Cátedra Patrimonial respaldada por el Instituto de Artes de la Univer-sidad Autónoma de Hidalgo, le declaró a la colega Merry MacMasters que Margules “generó un antes y un después, fue un parteaguas en el desarrollo teatral del país y fue un pedagogo que formó a muchas generaciones de actores y directores de teatro y cine. Siempre iba un paso adelante, fue un visionario”. Por esto y más, resulta altamente merecido que se vuelva sobre la obra y la personalidad de Ludwik, para lo cual ofrecieron conferencias los citados Tavira y Bianchi, así como el crítico Fernando de Ita y el historiador José Luis Barrios, al igual que Ángeles Castro Gurría y David Olguín, Flavio González Melo y el cineasta Carlos Carrera. La doctora Paulín recordó que Margules filmó la película La madrugada (1980), y los documentales Cuaderno veneciano (1977) y En clave de sol (1981). Lamentablemente, el querido Ludwik extravió en una noche tempestuosa Cuaderno veneciano, documental sobre el pintor Vlady que muy pocos pudimos ver. Pero debemos celebrar el homenaje, aunque lamentamos que el boletín respectivo saliera sin la debida anticipación. Otra vez será.

30 años del Canal 22

Hay que celebrar la existencia del Canal 22, que hace 30 años amplió la oferta cultural de la televisión mexicana, que entonces contaba con el Canal 11 y ahora tiene también el 14 y otras emisoras. Para un comentarista de espectáculos y empleado del 22, ese canal “es una de las historias más valientes de toda la industria de la televisión mexicana”, porque según él ese canal no iba a existir, pues Carlos Salinas lo iba a privatizar, como hizo con los canales 7 y 13, pero la comunidad artística, cultural y científica “luchó para que esa frecuencia se conservara, para que se respetaran los medios públicos nacionales”, que, agreguemos, fueron entregados al capital privado en una operación en la que participó con 25 millones de dólares Raúl, el hermano del ex presidente. En la conversión del Canal 22 en medio cultural, el mérito es del llamado Grupo Nexos, que reunió firmas de muchos intelectuales para que Carlos Salinas se parara el cuello como gran benefactor de la vida cultural de México. En reciprocidad, aquel presidente nombró, como primer director del 22, a José María Pérez Gay, en aquellos tiempos parte del citado grupo. En fin, es bueno que exista el Canal 22, pero mejor sería que su presupuesto fuera menos mezquino.

Breviario…

El 2 de julio la Danzonera Isora Club cumple cuatro años de formada y lo celebra en el legendario Salón Los Ángeles acompañada de la Orquesta Kfe, de la danzonera La Playa y de La Única Internacional Sonora Santanera (así se llama para distinguirse de otro conjunto también llamado Sonora Santanera). Isora Club tomó su nombre de un danzón homónimo de la cubana Coralia López Valdés, compuesto en 1941. En fin, que lo importante es ir al salón de baile de la calle Lerdo a mover el esqueleto. @@@ Rindió sus frutos la gestión de Fernando del Collado, coordinador de la Cátedra Miguel Ángel Granados Chapa, pues Tomás Granados Salinas, hijo de Miguel Ángel, entregó a la UAM-Cuajimalpa los archivos del célebre periodista, mismos que comprenden apuntes, borradores, memoranda, reconocimientos, informes, columnas, artículos, ensayos biográficos, cartas y fotografías. Un tesoro para los investigadores. @@@ La 54 Legislatura de Zacatecas entregó ayer al fotoperiodista Pedro Valtierra Ruvalcaba la muy merecida distinción de Ciudadano Ilustre del Estado, “para honrar su trabajo y talento, así como su compromiso con el arte y su aporte a la cultura y la sociedad”.