EL-SUR

Sábado 07 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Reflexiones sobre las elecciones

Héctor Manuel Popoca Boone

Febrero 10, 2005

 

La política no necesariamente es la extensión de la guerra por otros medios no menos perversos. Quedó demostrado que el fin no justifica los medios, ni se puede valer de todo, con tal de obtener o preservarse en el poder. El que lo haga así, resulta derrotado a la corta o a la larga. Cierto, los del poder, quienes sean, son más proclives a echar mano de las malas artes de la política, porque tienen dinero para disponer e impunidad para actuar.

La repudiada estrategia para ganar a la mala, no prosperó. El pueblo con su voto masivo lo impidió. Se estrelló contra la dignidad de los guerrerenses; que está muy por encima de la dádiva, la póliza, la despensa o el dinero. Pudo más el ansia de un pueblo por el cambio histórico que la coacción, el amedrentamiento y la corrupción. Fracasó la inhibición y la compra de conciencias y votos.

Lección memorable dada el 6 de febrero pasado. Sin duda alguna tamizará el porvenir político de estas tierras del sur. Actuó un pueblo abriéndose paso a un futuro mejor al desterrar como práctica y consigna de gobierno la simulación, el engaño y el cochupo. Hoy, todavía eso está como posibilidad, mas no como concreción; la trascendental realización dependerá de que el pueblo nunca jamás baje la guardia en su alto valor cívico y en su dignidad ciudadana inestimable. Al nuevo gobernante estatal no se le ha entregado un cheque en blanco sino una exigencia en efectivo, para el aquí, el ahora y para seis años.

Honestidad, transparencia, rendición de cuentas y contraloría social permanentes y recurrentes son las antorchas que iluminarán un camino largo y sinuoso por recorrer, atravesado por el rezago, la marginación y la pobreza. La alborada y plenitud de un nuevo gobierno, del pueblo y para el pueblo, deberá ceñirse a tales prácticas y fines sociales.

Adquiere relevancia no solamente exigir a los funcionarios una conducta honesta, congruente y legal motivada por altos fines de justicia social. También requiere que sus acciones sean juzgadas a la luz de los resultados obtenidos y que existan mecanismos efectivos para aplicar sanciones o reconocimientos, de acuerdo con el grado de cumplimento del deber adquirido.

Como expone la analista política Marisela Aguilar Salas: la política necesita no de una sino de dos éticas: una que enseñe a los servidores públicos a actuar con rectitud en las acciones públicas. Y otra, que otorgue importancia a las consecuencias de esas acciones. Esto es, los políticos en el gobierno deben de tomar en cuenta la fecundidad de los resultados y no solamente la buena intención de sus actos.

Ética política significa, por lo tanto, atender, a la vez, los valores y el cumplimiento eficaz de la responsabilidad encomendada. El arte del político en el poder estriba en la capacidad de conciliar la ética de la convicción (como ética de principios) con la ética de la responsabilidad (como ética de resultados).

Por otra parte, los partidos políticos no escaparon de una tendencia distintiva a nivel nacional; se mostraron ante la sociedad, en términos generales, escasos de contenido ideológico, con enunciados coyunturales, divididos internamente por ambiciones y posiciones encontradas de grupo, pocas propuestas innovadoras, sin mayor claridad y rumbo. En síntesis, no se vio la solidez esperada en la conducción y en la organización de la contienda electoral, mucho menos en las convicciones y en los principios de los cuales debieran haber estado revestidos.

De seguir transitando este sendero, transformaremos a la democracia, más pronto que luego, en una absurda y vacía lucha por el poder; y a los partidos políticos en meras lanzaderas de trepadores y trapecistas. Entraremos de lleno al reino del pragmatismo, que desdibuja a los organismos políticos, los vuelve grises e iguales. Estamos a tiempo de parar tal tendencia. El pueblo lo demanda. Que el camino para conquistar el poder democrático en Guerrero no sea nunca más el fraude, la mentira ni el engaño; sino las ideas y las propuestas de gobierno, inteligentes y viables, que nos vacunen de la demagogia y la oquedad.

 

PD1. Así son las cosas, zanca: debes tener en cuenta que la lealtad a Guerrero y a su pueblo, está muy por encima de lealtades a grupos o personas. Además, no confundas lealtad, que es distintiva de los amigos y que admite discrepancia, con incondicionalidad, que no permite disentir y que es propia de los rastreros y lambiscones.

PD2. Cada persona contiene otras personas posibles y cada mundo contiene otros mundos mejores. El mundo que necesitamos y anhelamos no es menos real y posible que el mundo que conocemos y padecemos.

PD3. Hay quienes observan la realidad tal cual es y se preguntan por qué, y hay quienes se imaginan la realidad como jamás ha sido y se preguntan por qué no. Bernard Shaw.