EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión  

Rutina de un confinado

15 de abril de 2020, Acapulco, Guerrero. Lo peor de la cuarentena es no poder ver, ni abrazar, ni acariciar a los hijos, nietos, hermanas, sobrinos, amigos y camaradas. Hermosa la luna roja, las aguas del mar, la bahía, la flora marina… Acapulco es Acapulco incluso encerrados Soy vulnerable a las enfermedades de las vías … Continúa leyendo Rutina de un confinado

Abril 20, 2020

15 de abril de 2020, Acapulco, Guerrero. Lo peor de la cuarentena es no poder ver, ni abrazar, ni acariciar a los hijos, nietos, hermanas, sobrinos, amigos y camaradas.
Hermosa la luna roja, las aguas del mar, la bahía, la flora marina… Acapulco es Acapulco incluso encerrados
Soy vulnerable a las enfermedades de las vías respiratorias, al frío y a los cambios bruscos de temperatura. Normal. Ya no soy un chaval.
Mi descripción médica es aterradora: cardiopatía congenital de adulto; infarto en 2013; dos Stens; lavado pulmonar como tratamiento por posible cáncer, tuberculosis, hongos o no sabían qué; niveles vitales bajo control médico; sordera física de un 80%, etc., etc… De niño padecí una fiebre intestinal, después una peritonitis tratada clínicamente… ¡Antes digan que sigo sobre la tierra! Estoy a punto de cumplir 80 años
y sin embargo no estoy para el arrastre. Vivo pleno de proyectos y de ilusiones. Repudio la bioética mengeliana, la tendencia al exterminio como opción por la exclusion y la ineficiencia neoliberal… Está en juego el concepto y la noción de vida que debe prevalecer en la sociedad mexicana. No es el dilema de escoger entre el trigo y la paja…
Después de navidad en Tuxpan, viajamos a Acapulco a esperar el año nuevo con Arturo, Samanta y Santiago. Arturo nos rentó un departamento. El clima estuvo formidable y ante el mejoramiento de mi salud Arturo nos pidió, casi ordenó, quedarnos a pasar el invierno. Así lo hicimos. En esos días de enero salió del taller el Libro 3. Artes y Humanidades de la Colección La izquierda Mexicana del siglo XX y organizamos su presentación en noviembre en Morelia, el 21 de febrero en la FIL Minería y en Tuxpan. María de la Luz viajó a Morelia a una conferencia, todavía tuvimos el valor de acompañar a Chicali en su cumpleaños número 84. Una tarde maravillosa convivimos con René, Blanca y sus familiares acapulqueños.
Recibimos la visita de Migue, Raque y Chayo, desde La Pintada. Los Román nos invitaron a ser padrinos de velación de la boda de Gustavo que celebrarán en diciembre. María de la Luz y yo como pareja nos vivimos juntos, comimos en una tarde muy grata con Maribel y con Juan Angulo.
Fui a la CDMX a una cita fallida.
La amenaza del coronavirus se convirtió en epidemia, después en pandemia y surgieron las medidas sanitarias, las advertencies y el llamado ¡quédate en casa! Y estamos en casa. Prácticamente sin salir. María de la luz se quedó con las ganas de invitar a sus amigas a festejar su cumpleaños o por lo menos a encontrarse con ellas. Viajó a la Cdmx a una reunion de michoacanos con Alfonso Ramírez Cuellar justo el día del accidente del Metro, en uno de cuyos vagones iban cinco compañeros entre ellos Juan Pérez… Se impactó mucho y parecía que empezaba la adversidad…
Dedicimos acatar las instruccciones con todas las de la ley y quedarnos en casa. Yo no he salido para nada. Quizá como me recordó Arturo, los tres años en Lecumberri nos entrenaron en el encierro involuntario. Estamos muy cómodamente instalados. Mi compu a punto del colapso, pero Arturo me compró una nueva que todavía no termino de dominar bien… Tengo un rincón propio para escribir, leer, revisar Internet para estar conectado y al tanto, Televisión, cable, Netflix…
Mi rutina es rutinaria. Despierto con ganas de vivir, sano en general. Como decía Juani “duermo bien, como bien, trabajo poco y no me duele nada”. Leo correos, mensajes, portadas de los diarios y revistas, escribo algo. Tomo mis medicamentos religiosamente, por la mañana una limonada enriquecida con vitamina C, mis por lo menos dos tasas de café, eso sí de La Pintada, me levanto, escojo mi vestimenta, me afeito, me baño y me acicalo como si fuese a salir a la oficina, a una cita o reunión, trato de ponerme guapo…
Almorzamos siempre muy rico, normalmente huevos al gusto, enfrijoladas, entomatadas, manjares y despensa. Comemos normalmente tarde y merendamos muy leve con un te natural muy recomendable. María de la Luz es una experta con Netflix y ahora hasta yo me desvelo viendo sus series preferidas. Nuestra sana distancia no implica dormir separados. Seguimos con la maravillosa cultura de acostarnos juntos, abrazados y amorosos. Despertamos como siempre entrelazados, ahora un poco tarde… Escuchamos las noticias. María de la Luz tiene el truco de que la mañanera la adormece y ahora la novela de las siete con Hugo López de protagonista central también. Ella sale a caminar un buen rato…
Yo me mantengo chinga y jode. Gestionando e intentando milagros en los tiempos de Covid-19. Escribo lo que se me antoja, digo lo que pienso también como siempre. La cuarentena me impidio recoger mis ejemplares del Libro 3 y tanto su venta como su promoción quedaron diferidos. Tengo compromisos y acreedores que sufren las inclemencias de la falta de pagos pero algo y poco a poco voy resolviendo. Hago lo posible en Diconsa para que adquieran los productos de La Pintada y cumplan sus compromisos…
No tenemos carencias gracias sobre todo al respaldo amoroso de Arturo que nos provee de lo necesario y más. Estamos listos para lo que se viene. Cuando decidimos cancelar o diferir la fiesta con motivo de mis 80 años lo hicimos con plena conciencia. Todo parece indicar que ya pasó lo peor y ahora viene lo más cabrón.
Midiendo mis fuerzas creo que me debo concentrar en terminar el Libro 4. Diccionario Biográfico de la Izquierda Mexicana del Siglo XX, mi obligación con la UNAM es entregar el original y será su responsabilidad toda la edición, desde preprensa hasta reproducción y acabado. Ya únicamente tenemos pendientes las semblanzas de los imprescindibles y de mujeres en lucha. Yo personalmente me ocupo de algunos de mis camaradas más queridos y cercanos, de quienes mejor conozco y mantengo la convocatoria a la colaboración.
Poco a poco avanzo en la recepción de colaboraciones. Como decimos, será una obra a miles de manos, abierta, de la cual nadie se quedará fuera excepto quienes así lo deseen por omisión o agrafismo. He logrado algunos ofrecimientos de apoyo muy irregulares y de difícil concreción pero llegaré hasta dónde se pueda. Tengo como meta entregar los originales a fines de agosto. Con lo que tenemos ya hay material muy importante y este diccionario siempre estará abierto en un sitio web especial…
El rector Graue se comprometió conmigo y personalmente a publicar el libro ya entregado a la Coordinación de Humanidades: El 68 en rojo. Y a respaldar hasta el final la colección La Izquierda Mexicana del Siglo XX… No sin dificultades pero alimento mi esperanza…
Dentro de mi rutina cultivo la ingesta moderada (quizá no tanto como es debido) de tinto. De plano el mezcal ya no me cae bien.
Me mantengo atento a la evolución o involución de los partidos y organizaciones de izquierda, a la presencia de los partidos comunistas y obreros del movimiento internacional. Me anima la superioridad social y humana de países como China, Vietnam, Cuba, Corea del Norte, Laos y la evidente existencia en los países más desarrollados de corrientes en favor del socialismo democrático y humano… Colaboro en lo que me requieren, opino por escrito y me han solicitado el original del libro Ser y función social de los estudiantes para una edición conmemorativa del 150 aniversario del natalicio de Lenin y alimento la esperanza de conmemorar el bicentenario de Federico Engels en diciembre de este mismo año quizá ya en un México mejor…
En fin a mis casi 80 años y en plena cuarentena confieso mis deseos de vivir, de luchar, de amar… Me siento con vuelos de águila para participar en la construcción de un mundo y un México mejor…
La pandemia es dantesca e inhumana, muestra las debilidades y la grandeza del ser humano, de la sociedad y el desastre del capitalismo neoliberal y exterminador.
En México esperamos lo peor. No quiero ver escenas de cadáveres tirados en la calle, apilados como ha ocurrido en Ecuador e incluso en Nueva York, la ciudad más rica del mundo, como las calamidades en España, en Italia… Me indignan y aterran los incendios forestales, la mayoría provocados y me emociona la solidaridad tuxpense a pesar de la indiferencia de las autoridades estatales y federales, con honrosas excepciones.
Espero la reanudación de actividades en la UNAM para retomar las gestiones de la edición del libro El 68 en rojo, la entrega de mi fototeca y conocer los avances en la digitalización de mi archivo
No acepto la idea simplona y perversa de tratar a los “adultos mayores” como desechables. Cierto, somos muy vulnerables pero sería muy mal precedente tirar por la borda sus sueños, proyectos y anhelos. La pandemia ha puesto en evidencia la crueldad de una sociedad gobernada por políticos de la tercera edad que menosprecian e incluso pretenden una poda de ancianos envuelta en el celofán del asistencialismo manipulador.
Tengo miedo, ¡claro y por supuesto! Me quedo en la casa, trabajo en mis proyectos pero demando de López Obrador un giro a la izquierda. Otra política económica, fiscal, social y de salud… La que están ejecutando no tiene nada que ver con las necesidades y los anhelos de nuestro pueblo, de sus electores de izquierda. Es urgente de toda y pronta solución una reforma política que amplíe los derechos, cierre la puerta a las tentaciones autoritarias y excluyentes.
Una nueva era equivale a un buen gobierno y a una sociedad libre y participativa, a un gobierno con la ciudadania en todos los órdenes del poder.
En la nueva era seremos en plural, es el tiempo de la solidaridad, de superar el egoismo, el individualismo, la explotación del hombre por el hombre y de la naturaleza por el hombre…
Estamos en el umbral de una nueva sociedad, casi a las puertas del socialismo con libertad y democracia.
México no puede ser gobernado por un solo partido y mucho menos por un presidente todopoderoso.
Llegó la hora de un gobierno de concertación programática…
¡Sigo en casa! No tenemos más remedio. Nos esperan otros 45 días de encierro.
¡No hay mal que por bien no venga!