EL-SUR

Sábado 14 de Septiembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

To my fellow americans

Juan García Costilla

Marzo 09, 2016

Donald Trump es el anti-candidato independiente, si asumimos que la principal característica que esa etiqueta seduce y convoca a muchos electores gringos, y cada vez a más mexicanos, es el alejamiento y contraste con todo lo “malo” que representa en la conciencia colectiva un candidato político partidista.
O sea, un candidato independiente, en el mejor sentido de la expresión, y en la más virtuosa de sus cualidades, se supone lucha en contra del sistema político dominante, no a favor de él. Se supone que representa la voz y defiende los intereses de “la gente”, no al poder político tradicional; piensa, habla, actúa, reacciona y se comporta como la gente “normal”, no como político trajeado y formalote, circunspecto y contenido, axcartonado y previsible; dice la verdad, al menos la suya, con sinceridad espontánea y clara, no miente, oculta, ni engaña, no usa en su discurso retórica confusa, lugares comunes, frases hechas ni contradictorias.
De bote pronto, aunque esté inscrito en la contienda presidencial estadunidense como candidato del Partido Republicano, parece obvio que nadie mejor que Trump encaja en el perfil que se supone debe tener un candidato independiente.
Es el Vicente Fox candidato del PAN, el Peje reloaded, el Bronco remixed. A huevo, el independiente más chido para el respetable electorado, es atrabancado, mal hablado, brusco, impulsivo, a menudo medio naco o naco en serio, agresivo, y hasta majadero y broncudo… porque así debe ser, poner en su lugar a todos los políticos y mandar al diablo las formas aceptables de la política, para competir y ganar en cancha ajena.
Pero con más botes del balón… como que al contrario. De hecho, pior que los más piores políticos.
No tan solo miente y engaña, como los políticos que critica y de los que dice distanciarse, lo hace con todos los dientes y bien cinicote. No sólo divide y olvida a los ciudadanos más vulnerables, los enfrenta, discrimina, separa.
No sólo defiende intereses del gran capital empresarial y financiero, sino que culpa de todos los males gringos a los sospechosos usuales. Claro, para Trump y los republicanos, gays, afroamericanos, y especialmente, los migrantes chinos, musulmanes, latinos y, particularmente, los mexicanos.
Tons, Trump es pior que los piores. Como independiente, el tal Donald no es enemigo del poder y su sistema, es enemigo de “la otra gente”, y amigo sólo de “su gente”.
Por eso, desde México cada día más tenemos hartas ganas de gritarle pinche-loco-pendejo-hijo-de-la-chingada-ojete-racista-idiota-nazi, y un montón de improperios más. Encabrita tanto, que duele la panza ver y oir las majaderías del pelirrojo copetón gabacho. ¡Cuando menos el nuestro es carita y educado, y no fierote como el suyo!, pensamos los mexicanos al grito de guerra con cara de ardor.
Por ésta que a punto estoy de escribirle a todas mis conocencias gringas, por nacimiento, naturalización y residencia, encarecidos mensajes (claro, vía inbox) para pedirles dos cositas:
Una, que me expliquen con peras y manzanas ¿por qué, siendo la mayoría buena onda, inteligentes, educados y políticamente correctos, republicanos y demócratas, se les coló semejante mequetrefe hasta la cocina preelectoral?
Dos, que por favor me digan, juren y prometan, que el tal Trump nomás es llamarada de petate, que no representa su sentir ni pensar, que también a ellos les parece nefasto, y que les da harta pena el oso que les está haciendo pasar internacionalmente.
Pero antes, para estar seguro de lo razonable y atendible de mi encarecido mensaje, me di una vuelta por las calles virtuales de las redes sociales de mis conocencias gringas. Lo bueno fue que la mayoría son anti Trump, como quería que fueran. Lo malo, que una minoría no tan pequeña como deseaba, es pro Trump; pero lo peor, fue que en esa minoría, hay no pocos musulmanes, chinos, latinos y mexicanos.
De por sí ninguna de mis conocencias es demócrata o republicano incondicional. Sé o me consta que todos, desde Reagan, han votado por candidatos a la presidencia de ambos partidos. Como nosotros, votan por las personas, y cada vez más a partir de su personalidad e imagen, de su “carisma”.
Por eso, pensándolo bien, se me hace que mejor no les escribiré mi encarecido mensaje. Igual y los incomodo e importuno gacho, porque chance don Donald se vea más mequetrefe desde fuera que desde dentro.
Siendo honesto, es fácil entender cierto nivel de xenofobia e intolerancia racial, que también se nos da los mexicanos, sobre todo en esta era de migración masiva por doquier, atraída principalmente por las naciones ricas y desarrolladas. Y más fácil, porque en Estados Unidos viven 61 millones de personas que nacieron en otro país (el 20 por ciento de la población), mientras que en México viven menos de un millón de migrantes (menos del uno por ciento de su población total).
Claro, los gringos pueden y deben aguantar más vara que cualquiera, pues son ricos y poderosos. Es una obligación tan moral, como inmoral es que 85 personas concentren la riqueza de más de la mitad de la población mundial (el uno por ciento). Pueden y deben aguantar más también, porque no es lo mismo ser presidente de Estados Unidos de América, que presidente de Estados Unidos Mexicanos.
Por eso, pensándolo mejor, siempre sí les escribiré mi mensaje y aún más encarecido. Porque si elegimos aquí un presidente mequetrefe (que ya llevamos varios), las consecuencias negativas las sufrimos casi nomás nosotros; pero si al presidente mequetrefe lo eligen allá, las consecuencias negativas serán para ellos, pero también para nosotros y casi todos los de fuera.
Deben entender eso, y también lo que entiende su actual presidente Barack Obama. “Sigo creyendo que el señor Trump no será presidente. Y la razón es que tengo mucha fe en la gente de mi país. Ser presidente es un trabajo serio. No es el anfitrión de un progama de entrevistas o de un reality show.
“Los estadunidenses son muy sensibles, y creo que al final tomarán una decisión sensible. No es promoción, no es marketing. Es duro (ser presidente). Y mucha gente cuenta con que haremos bien nuestro trabajo.
“Cualquiera que esté en donde estoy ahora tiene los códigos de las armas nucleares, y puede ordenar que jóvenes de 21 años vayan a la guerra, y tiene que garantizar que el sistema financiero no se colapse, y a menudo es responsable no sólo de lo que sucede en Estados Unidos, al menos 20 países más que tienen graves problemas recurrirán a nosotros para apoyarlos de alguna forma”.
Y también les escribiré para decirles que sobre aviso no hay engaño, porque en una de esas, alguno de nuestros infames capos la tomará personal en contra de Trump y ordenará a sus sicarios, vaya usted a saber qué maldad.

[email protected]