Estados Unidos y Rusia tienen aún una “pequeña ventana de oportunidad” para salvar el acuerdo de alto el fuego roto esta semana en Siria, dijo el enviado especial de la ONU al país árabe, Staffan de Mistura, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU ayer en Nueva York.
De Mistura alertó que la confianza en sus intenciones para resolver la crisis se ha visto “gravemente dañada”. “Quiero creer, porque sigo siendo un ingenuo oficial de la ONU, que realmente querían decir lo que dijeron (…) y querer realmente querían que funcionara”, señaló. “Les estoy pidiendo, de hecho urgiendo a los dos que hagan un esfuerzo para ver si pueden salvar su acuerdo”.
Ante los ataques con una frecuencia e intensidad sin precedentes contra el este de Alepo, bajo control rebelde, De mistura pidió al Consejo que garantice un alto el fuego de las hostilidades contra los civiles, el establecimiento de treguas humanitarias de 48 horas cada semana en los combates y evacuaciones médicas.
El Consejo delibera tras una petición al respecto de París, Londres y Washington en la noche del sábado. Occidente pretende aumentar la presión sobre Moscú para que éste influya en su aliado sirio Bashar al Assad para frenar los ataques.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo ayer que el uso de bombas antibúnker en Siria lleva la violencia en el país a “nuevas profundidades de barbarie”, al recordar que los combates en Alepo han “forzado a hospitales y escuelas a operar en sótanos”.
“Estas bombas no están destruyendo bunkers; están destruyendo a la gente común buscando un último refugio”, dijo en nueva York en una reunión al margen de la sesión del Consejo de Seguridad. “La ley internacional es clara: el uso sistemático de armas indiscriminadas contra áreas densamente pobladas es un crimen de guerra”, añadió.
Las fuerzas del Gobierno sirio reanudaron ayer sus ataques aéreos contra zonas bajo control rebelde en la ciudad de Alepo, en el norte del país, tras una breve interrupción, informó ayer mismo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Desde la noche del sábado murieron 23 personas, entre ellos al menos dos niños, señaló el director de la asociación, Rami Abdel Rahman. La aviación siria había interrumpido sorpresivamente esta mañana los ataques.
Desde que se rompiera el alto el fuego en Siria el pasado lunes, más de 231 civiles perdieron la vida en la zona bajo control rebelde de la provincia de Alepo, según el Observatorio. La ONU habló de los ataques aéreos “más intensos y continuados” desde el inicio de la guerra civil en 2011, dijo el portavoz de Ban Ki-moon, Stephane Dujarric, que manifestó la conmoción de éste por la escalada militar.
Estados Unidos responsabiliza del ataque a Rusia, pero Moscú niega las acusaciones.
La Coalición Nacional Siria opositora advirtió que la operación en Alepo deja sin perspectivas el proceso de paz en el país y dijo que Rusia no puede seguir siendo parte de las negociaciones porque es “aliado del régimen en los crímenes contra nuestro pueblo”.
Rusia rechazó sin embargo las críticas. “Recuerdo en (la década) del 2000, cuando se le pedía a Rusia que se colocara del lado justo de la Historia contra Irak”, dijo la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Sajarova, en declaraciones a la agencia de noticias Interfax. “El que exija a Rusia pruebas de su voluntad de paz, debería mostrar primero que no es un agresor en los países de la región”, señaló. Hasta el momento la Historia ha demostrado todo lo contrario, agregó.