* El funcionario, Jesús Torres Quiroz, dice en un boletín que se desconoce la forma en que se evadió el narcotraficante
Alfredo Mondragón * Para la Procuraduría General de la República (PGR), el director del penal de Acapulco, Jesús Torres Quiroz, es el principal “responsable y sospechoso” junto con cinco custodios, de la fuga de un narcotraficante, el 30 de diciembre, por lo que de un momento a otro serán detenidos, informaron fuentes de la dependencia federal.
En la fuga del narcotraficante Florentino Mejía Lujano, efectuada durante un jaripeo organizado por el director general de reclusorios de Guerrero, José Luis Trujillo Sotelo, están implicados el conductor de la camioneta de redilas, que transportó los cuatro novillos y una persona del exterior vinculada con el narcotráfico, incluido el director y los custodios, informaron fuentes de la PGR.
El director del panal, Torres Quiroz, negó que cinco custodios se encuentren arraigados y pidió que las autoridades competentes “finquen responsabilidad a quien la tenga”. Luego, por medio de un boletín, indicó que se “desconoce la forma en que logró evadirse el interno”.
A cuatro días de la fuga del narcotraficante, el director del penal, Torres Quiroz, puso del conocimiento del caso a las autoridades federales, quienes ya habían iniciado la averiguación A001/A3/2002, por el delito de evasión de presos y lo que resulte; y se ordenó a la Policía Judicial Federal (PJF) la localización del fugado e investigación de los hechos.
Torres Quiroz acudió ayer a declarar ante el subdelegado de la PGR en Acapulco, Martín Gerardo Saldaña Sixto, desde las 12:00 hasta las 16:30 horas y fue interrogado por agentes del Ministerio Público Federal y de la PJF sobre la fuga del narcotraficante. Al salir de las instalaciones federales, su nerviosismo era manifiesto.
Al salir de la Subprocuraduría de Procedimientos Penales B de la PGR, Torres Quiroz se mostró renuente a informar a los reporteros de la situación de la fuga y declinó informar acerca de su declaración ante el MPF: “Pregúnteles allí, si usted va a la oficina yo le entrego una nota, yo lo espero con mucho gusto”.
Torres Quiroz aseguró que desde el día de la fuga (30 de diciembre) interpuso la denuncia correspondiente ante la Agencia del Ministerio Público (MP) de la colonia Zapata, pero el titular de dicha instancia, Carlos López Sotelo, informó en entrevista que no tenía ninguna indagatoria, a pesar de que está registrada bajo el número TAB/ZAP/1148/01, interpuesta por la secretaria general del reclusorio, Odila Mendoza Ramírez.
A pregunta expresa, el director del penal negó que cinco custodios estuvieran bajo arraigo en el mismo reclusorio y aceptó que las autoridades correspondientes “finquen responsabilidad a quien la tenga” y negó que el prófugo haya gozado de privilegios al interior de la penitenciaría.
Por la tarde, llegó a la redacción de El Sur, un boletín de prensa de la Dirección General de Readaptación Social, donde el titular, José Luis Trujillo Sotelo, da a conocer la fuga del narcotraficante Florentino Mejía Lujano e informó que a las 21:00 horas, una vez que efectuó el pase de lista el custodio Víctor Manuel Olea Contreras, responsable del dormitorio C, donde estaba el prófugo, se percató de la ausencia de éste.
Agrega en el boletín que una vez enterado el director del penal, Torres Quiroz, se ordenó la búsqueda de Mejía Lujano en el interior y exterior del penal, y al no encontrarlo se presentó la denuncia ante el MP del fuero común.
Dice que declararon en relación al caso la secretaria general de Cereso, Mendoza Ramírez, el jefe de seguridad, Sánchez de la Cruz; el comandante responsable de la custodio de la puerta principal, Ramírez Zapata, y el custodio encargado del dormitorio, Olea Contreras, para “deslindar responsabilidades”.
En el comunicado, indicó que: “Es importante señalar que como parte de los festejos de Navidad y Año Nuevo se realizaron diversas actividades que concluyeron con una cena de fin de año. Torneos de futbol, basquetbol, una misa con el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, la orquesta sinfónica de Acapulco y la monta de un toro mecánico y la monta de cuatro novillos”.
Florentino Mejía Lujano, de 37 años de edad, originario del poblado Las Mesas, municipio de Petatlán, fue detenido el 24 de mayo del 2000 por agentes de la PJF, junto con Magdaleno Rangel Orozco de 50 años de edad, en el motel El Cortijo, ubicado en la calle Vasco Núñez de Balboa y Vizcaíno, atrás del centro comercial Gigante Cuauhtémoc, en Acapulco, cuando realizaban una transacción de compraventa de 950 gramos cocaína, que tenían ocultos en una maleta, confiaron fuentes de la PGR.
El juez cuarto de Distrito, Jaime Figueroa Salmorán, sentenció a siete años y seis meses de cárcel a Mejía Lujano –a quien se le encontró la droga– y a Rangel Orozco –quien permanece en el penal– por encontrarlos responsables de delitos contra la salud en su modalidad de posesión con fines de comercio y narcotráfico denominado clorhidrato de cocaína, según quedó asentado en el expediente 39/2000.
El encargado del dormitorio C Víctor Manuel Olea Contreras, el encargado de la puerta principal Régulo Ramírez Zapata: el jefe de seguridad, Joaquín Emilio Sánchez de la Cruz; el primer comandante de custodios, José Efraín de los Santos Vidal y el segundo comandante Humberto Francisco Salinas Jacinto, fueron arraigados e interrogados en el mismo penal el miércoles, por el agente del MP, López Sotelo.