Óscar Ricardo Muñoz Cano

Con el propósito de mostrar lo singular y especial que es vivir en la Costa Grande de Guerrero, la joven artista plástica Ángela Espino Quintana elabora una serie de libros de arte bajo el nombre de Hilos de identidad: Bordando relatos costeros, con el que además, pretende recordarnos que vivir en la costa confiere un tipo de identidad.
“Se trata de valorar esta vida que tenemos; lo bello de vivir en la costa es la naturaleza, el paisaje, se trata de apreciar y fortalecer un sentido de identidad y pertenencia entre nosotros, también”.
En charla telefónica a Zihuatanejo, donde radica, la joven de apenas 23 años recordó que dicha serie de libros de arte son en sí un proyecto que cuenta con un estímulo del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) de Guerrero 2024, en su categoría Creadores e Intérpretes, y aprovechará el formato de libro para explorar ideas creativas y exponer diversas situaciones con ayuda de la ilustración e intervenidos con bordado, principalmente.
De hecho, reveló que este formato, el de bordado, lo conoce no sólo por la carrera –estudió Arte y Diseño– sino porque las mujeres de su familia se han dedicado a la costura, al bordado, “por lo que crecí entre hilos y agujas y aprendí a bordar con técnicas que ahora utilizo para crear proyectos artísticos”.
Así, puntualizó la egresada de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Taxco, “propuse crear una serie de cuatro libros, ya tengo el primero, que hablen sobre aspectos de la costa de Guerrero donde nací y crecí, y con hablar me refiero a representar visualmente cosas que me interesan como son la naturaleza y la cotidianidad”.
Mientras que un primer libro habla sobre habitantes costeros –luego de señalar que le pareció más armonioso al oído referirse a costeros que a costeños– y que va no sólo del ser humano en sí, sino de la fauna y flora que comparte el espacio, por lo que las ballenas las tortugas, los cocodrilos o las palmeras están presentes, un segundo libro será sobre los oficios que se trabajan en la costa, tales como los de los pescadores, los lancheros o los cocoteros.
El tercero, agregó, tratará cosas como los accesorios y el calzado tan característicos de la costa como son las chanclas, “que no en todos los lugares es un calzado apropiado y que, sin embargo, aquí lo es, más allá del arquetipo de que representan comodidad y descanso”.
Finalmente, el cuarto y último libro explorará el tema del mobiliario costero, siendo la silla Acapulco o las hamacas los más usados.
Lo que hay en la costa no lo hay en ningún otro lado, reiteró, “para los costeros que llevamos acá tanto tiempo son cosas que tal vez resultan muy cotidianas por lo que no reflexionamos acerca de su singularidad, de que son cosas especiales que son nuestra identidad”.
Sobre el proceso, Espino Quintana recordó que este proyecto tiene un origen en uno similar que desarrolló al término de sus estudios de arte en Taxco y que bajo el nombre de Relatos costeros habla sobre las tortugas marinas ya ha sido expuesto en lugares como la Academia de San Carlos en la Ciudad de México –en noviembre de 2024–, dentro de la exposición colectiva Otras formas de leer, y que este miércoles 23 de abril se expondrá también en el vestíbulo de la biblioteca José Vasconcelos también de la capital del país como parte de una nueva exposición.
Aseguró que ya hay detrás investigación de campo “para conseguir experiencias estéticas que me lleven a la creación, al desarrollo de diseño de cada libro, hacer los bocetos”, en el entendido de que estos son totalmente ilustrados, con bordado “y sin texto aún”.
“Estos cuatro libros serán piezas únicas, pero más adelante buscaré imprimirlos, sacar una versión que se pueda distribuir, por qué no, en escuelas públicas o bibliotecas para hacer que este proyecto tenga un alcance mayor”.