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Cultura  

Celebra la revista Debate Feminista sus 30 años; es un referente en el tema en América

La publicación, que empezó política y literaria y ahora tiene una intención completamente académica, incluye trabajos sobre el movimiento LGBT+ y los hombres también participan en ella, informa la directora Hortensia Moreno

Erika P. Bucio / Agencia Reforma Ciudad de México

Agosto 08, 2020

La portada del número de aniversario de Debate Feminista, ilustrada con una obra del pintor chiapaneco Fabián Chairez Foto: Tomada de Internet

Erika P. Bucio / Agencia Reforma

Ciudad de México

Debate Feminista empezó hace 30 años como una pequeña empresa casera hasta volverse una revista fundamental para entender el feminismo en México y América Latina.
Aunque no consiguió un gran éxito comercial en el país y sufría para sostenerse de las suscripciones, su resonancia es continental. Cada vez que viajaba su fundadora, Marta Lamas, antropóloga y activista, llevaba las maletas llenas de ejemplares, que se vendían muy rápido.
En la voz de Hortensia Moreno, su actual directora, trasluce el orgullo de ver asociado su nombre con la revista desde el primer número.
Un proyecto en el que Lamas, quien llevó las riendas de la publicación durante 25 años, hasta el número 50, invirtió “tiempo, inteligencia, trabajo y dinero”.
Una vez cumplido el ciclo del gran proyecto editorial de la revista Fem, se propusieron hacer una revista feminista. La publicación semestral nacía para ser un “puente entre el trabajo académico y el político”.
En 2015, al comenzar a ser editada por el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, el proyecto dio un vuelco decisivo, asegura Moreno en entrevista.
La revista cultural, “a veces casi literaria”, de política y discusión, se convertía en una publicación académica.
“Aquella revista que se había propuesto ser puente del movimiento feminista y el pensamiento feminista, entre el activismo y la vida intelectual del feminismo, se convirtió en una revista de la academia”, refiere Moreno, escritora y profesora universitaria desde 1975.
Aunque, ataja, conserva parte importante del espíritu original.
Si bien no desaparece su faceta política, plantea Moreno, ya no es tan inmediata. Su prioridad es dar salida a trabajos de investigación, ensayos académicos y reseñas críticas que, como refiere la publicación en su objetivo, permita a sus lectores “participar en los principales debates intelectuales y políticos generados por el pensamiento feminista sobre la situación de las mujeres”, así como ser partícipes de los problemas a los que se enfrenta la comunidad LGBT+.
“Somos una revista académica, esto quiere decir que ya no vamos a publicar manifiestos políticos, ya no vamos a publicar poesía, ya no vamos a publicar relatos, ni discusiones ni diatribas, sino que vamos publicar investigaciones”, sostiene la directora.
Como publicación académica, con una versión digital desde 2016, Debate Feminista se presenta como un espacio para divulgar la investigación sobre temas en estudios de género, feminismos y sexualidades.
A 30 años de distancia de su aparición, Moreno observa una mayor presencia del movimiento feminista en el ámbito público, en las instituciones y medios de comunicación.
“Esto ha hecho que muchos hombres se declaren no públicamente feministas pero muestren actitudes e ideas más feministas que las que, a lo mejor, había hace 15 o 30 años.
“Hay una mayor afinidad: ya no vemos el feminismo como una guerra entre los sexos, los hombres y las mujeres en dos bandos opuestos, sino que contamos con más aliados por parte de los hombres, y además han aumentado los estudios sobre masculinidades”, dice la académica, quien ha visto en estos años aumentar el número de autores hombres en la publicación.
Y también percibe una “nueva visibilización” de actores sociales que habían estado más o menos silenciados en décadas anteriores, como el colectivo LGBT+.
Entre los pendientes, refiere el cómo se configuran los feminismos en esta época, y pone la mira en las más jóvenes, a quienes buscan atraer.
“Recuperar el pensamiento de las más jóvenes, atraerlas, entenderlas, hacer un proceso de traducción entre los movimientos activistas, lo que se está dando en la calle y lo que se está pensando en la academia”, define.
“Diría que es un problema crónico del feminismo, pero no sólo del feminismo, el hecho de que, de pronto, vemos qué hay una brecha grande entre el espacio donde se producen las ideas y el espacio donde se produce la acción”.
Tender los puentes que desde su fundación, en 1990, Debate Feminista se propuso levantar.
La fiesta por los 30 años en el Teatro Bar El Vicio se cebó ante la pandemia, pero la celebración está en los contenidos en su portal (debatefeminista.cieg.unam.mx), donde se publica el número 60.

El Salvador Novo desnudo de Chairez, en la portada

El retrato de Salvador Novo pintado en homenaje al escritor por Fabián Cháirez en 2013 sirve de portada al número de aniversario de la revista Debate Feminista.
Aparece con el torso desnudo y porta un vestido ampón, detrás el escudo nacional, garabateado para “representar una patria machista”.
De acuerdo con la revista, la admiración del pintor chiapaneco por Novo obedece al hecho de vivir abiertamente y de manera digna y aguerrida su homosexualidad en una época en que el machismo regía en todos los ámbitos del país, incluyendo el artístico.
“Novo se enfrentó a un México hostil –por decir lo menos– con las personas sexodiversas y mantuvo siempre una actitud elegante pero contestataria para con ese entorno. Al fondo de la pintura se puede ver garabateado el escudo nacional mexicano con la intención de representar una patria machista. El personaje –Novo– refleja cierto hartazgo”, se explica.
Cháirez fue centro de una polémica reciente tras la exhibición en el Museo del Palacio de Bellas Artes de su cuadro La Revolución, que muestra a un Emiliano Zapata desnudo, con tacones, montado sobre un caballo blanco con una erección.