EL-SUR

Sábado 18 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Dedica el presidente dos minutos a la cultura, de los 55 de su Tercer Informe

Sobre el desarrollo de la ciencia sólo hace una breve alusión a la entrega de becas

Septiembre 02, 2021

Ricardo Sánchez / Agencia Reforma

Ciudad de México

De los 55 minutos del mensaje que ofreció este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, apenas dos fueron para hablar del sector Cultura.
Detrás del tiempo dedicado a celebrar su política de petrolización, el desarrollo de mega obras –como el Tren Maya y el aeropuerto Felipe Ángeles– y la gestión de la pandemia de Covid-19, el mandatario presumió los tirajes masivos del Fondo de Cultura Económica (FCE).
“En materia de promoción cultural, hemos publicado 79 títulos de grandes autores, con 4 millones 380 mil ejemplares gratuitos o a precios módicos. Se incluye la colección 21 para el 21, con motivo de la conmemoración del México independiente”, dijo sobre los títulos presentados la semana pasada por el director del FCE, Paco Ignacio Taibo II, de escritores como Octavio Paz, Amparo Dávila y Rosario Castellanos.
Al igual que en informes anteriores, el titular del Ejecutivo Federal destacó la construcción de los “parques culturales y ecológicos” del Bosque de Chapultepec –uno de los proyectos más criticados por el gremio cultural al acaparar los recursos del sector– y del Lago de Texcoco. Mientras que Las Islas Marías dejaron de ser penal para convertirse en el Centro de Educación Ambiental y Cultural Muros de Agua-José Revueltas, aunque este último actualmente sin actividad pública.
Aunado a lo anterior, el tabasqueño aseguró que se montaron mil 530 exposiciones artísticas y arqueológicas dentro del país y en el extranjero.
Sostuvo que “se cuida y se promueve el patrimonio cultural e histórico de México”, a pesar de que en el último par de años han sufrido afectaciones por incendios recintos como la Iglesia de la Santa Veracruz, en el Centro Histórico capitalino, o el Templo de Santiago Apóstol, en Nurio, Michoacán; e integrantes del Sindicato Nacional de Restauradores del INAH han advertido riesgos para la conservación del patrimonio por los recortes al sector.
Además de presumir el trabajo para mejorar el contenido de libros de texto –rediseño impulsado por el director de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, y que sólo tuvo listos dos volúmenes de 18, con una cuestionada calidad–, López Obrador refirió las conmemoraciones por los 200 años de la consumación de la Independencia, los 500 años de la caída de Tenochtitlán, y los 700 de la fundación de la misma.
Ésta última, denominada como “fundación lunar” por el gobierno capitalino, es una efeméride que carece de sustento a opinión de expertos como los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján.
“Las culturas heredadas de nuestras grandes civilizaciones han sido siempre nuestra salvación, las culturas siempre nos han salvado. Nos han salvado ante agresiones, huracanes, temblores, inundaciones, incendios, sequías, epidemias, malos gobiernos, saqueos y otras desgracias”, expresó el mandatario.
“Por eso no debemos olvidar nuestro pasado. Ni el pasado que inicia con la invasión (española) de hace 500 años, ni mucho menos el pasado que tiene que ver con el México prehispánico, lleno de cultura y de grandes civilizaciones. Sus enseñanzas son la base para que en la actualidad podamos edificar todos juntos desde abajo un mejor porvenir”.

¿Y la ciencia?

Si el sector cultural contó con dos minutos en el Tercer Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo referente a la ciencia no fue más allá de una breve mención.
“Hemos aumentado en 9 mil 370 las becas de posgrado e investigadores para llegar a un total de 125 mil 816, y recientemente se amplió al doble el número de médicos que recibirán una beca para cursar una especialidad en el país o en el extranjero”, fue todo lo que dijo el titular del Ejecutivo federal ante sus allegados más próximos, desde Palacio Nacional.
Lo presumido por el presidente en realidad ha sido criticado como una medida en detrimento de estudiantes y académicos, quienes en marzo pasado reclamaron que las convocatorias publicadas por Conacyt no incluyeran la realización de posgrados en el extranjero en ciencias que no estén relacionadas con salud, con excepción de un par destinadas a bellas artes.
“Fui aceptado al doctorado en @UniofOxford, pero lamentablemente no podré irme debido a que este año @Conacyt_MX decidió retirar el apoyo a estudiantes de ciencias sociales en el extranjero. Así como yo, somos varios. México no gana limitando oportunidades a su juventud”, criticó el investigador y activista Sebastián Guevara este fin de semana en su cuenta de Twitter.
Igualmente en materia de becas, hubo un retraso de ocho meses en la renovación de convenio y pago a las beneficiarias del Apoyo a Madres Mexicanas Jefas de Familia para Fortalecer su Desarrollo Profesional, de Conacyt; mientras que 11 becarios mexicanos que llevan a cabo estudios de posgrado y proyectos de sustentabilidad energética en Reino Unido fueron dejados a su suerte tras la cancelación del Fondo Sectorial Conacyt-Sener.
Esto último como parte de la eliminación de 109 fideicomisos –91 de ellos del sistema de fondos para la investigación–, a pesar del reclamo generalizado de miembros de gremio científico, quienes incluso explicaron a legisladores en parlamento abierto la necesidad de tales instrumentos para financiar el sector.
No obstante, el mandatario federal enlistó este miércoles la cancelación de fideicomisos y fondos “que se manejaban de manera discrecional, deshonesta y en beneficio de minorías” –aunque al día de hoy sigue pendiente el informe oficial que detalle tales malos manejos– entre las medidas que han permitido a su administración “liberar más presupuesto en beneficio del pueblo”.
Conacyt, cabeza del sector, no mereció ni una sola mención del presidente, a diferencia, por ejemplo, del informe pasado, cuando se destacó el desarrollo y fabricación de “los primeros ventiladores 100 por ciento mexicanos para salvar vidas en riesgo por Covid-19”, de los que la dependencia no ha sido clara en cuanto a su distribución, y algunos médicos los han criticado por no cumplir con las características necesarias para el correcto apoyo mecánico ventilatorio de pacientes.