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Martes 07 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Encuentra el Coneval fallas en la aplicación del programa federal Cultura Comunitaria en Guerrero

También en Oaxaca y Durango hay burocracia, dificultades para registrarse en la plataforma y “cuellos de botella” en la administración de los recursos para el pago de los creadores participantes, dice el documento Evaluación de diseño con trabajo de campo 2019-2020

Ricardo Israel Sánchez / Agencia ReformaCiudad de México

Julio 09, 2020

 

Dificultades en la plataforma de registros, topes burocráticos para la difusión de actividades y hasta “cuellos de botella” en la administración de los recursos, son algunos de los problemas administrativos del programa de Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura (Secultura) federal.
Así se lee en la Evaluación de diseño con trabajo de campo 2019-2020, del programa Cultura Comunitaria, que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realizó a partir de entrevistas con beneficiarios, operadores y funcionarios, además de visitar algunos de los sitios donde se instrumenta el programa.
Cultura Comunitaria surgió en 2019 con el propósito de promover el ejercicio del derecho a la cultura entre personas, grupos y comunidades que enfrentan problemas de marginación y violencia, y que tradicionalmente han tenido acceso limitado a la oferta cultural de otros programas públicos.
En esta evaluación, llevada a cabo entre abril de 2019 y junio pasado, se expone que aunque la Dirección General de Vinculación Cultural de la Secultura es la unidad responsable del programa, encargada de dirigir y coordinar el diseño y desarrollo del mismo en coordinación con las instancias estatales y municipales de cultura, en realidad esto último no ha ocurrido así.
“En los tres estados visitados (Guerrero, Oaxaca y Durango), se identificó poca coordinación entre el programa y las instancias estatales y municipales de cultura. La comunicación parece ser principalmente de carácter protocolario y los funcionarios estatales y municipales están poco involucrados en las actividades del programa.
“En pocas ocasiones existe una colaboración y coordinación activa, y en varios casos se desconocen las características del programa y por lo tanto también existe un desconocimiento de las funciones que deben cumplir para el desarrollo del programa federal”, apunta Coneval.
Asimismo, se observó la realización de actividades en cabeceras municipales o cerca de éstas, donde la oferta cultural es más amplia, por lo que no es posible asegurar que se esté beneficiando a personas con oportunidades limitadas de ejercer sus derechos culturales.
Por otro lado, en ocasiones se ha retrasado la difusión oportuna de las actividades puesto que se debe esperar a que la Dirección General de Comunicación Social de la Secultura autorice los carteles digitales, lo cual ha ocurrido pocos días antes de que se lleve a cabo el Jolgorio –como se denominan los encuentros–.
La aprobación de las actividades también ha demorado, y ha llegado a darse hasta uno o dos días antes.
Uno de los principales problemas identificados son “cuellos de botella” en la administración de los recursos necesarios para la operación de eventos y pagos por prestación de servicios a agentes culturales.
“Se considera relevante revisar los contratos existentes con las firmas que facilitan la operación en campo, estableciendo criterios de desempeño, que incluyan, por ejemplo, rango del número de solicitudes de pago de servicios a agentes culturales, pagos a proveedores de materiales, y solicitudes de gastos operativos, en los que se establezcan tiempos promedios de atención un calendario de depósitos para pagos por parte de la Secretaría de Cultura”, se lee en las recomendaciones.
El organismo también sugirió establecer mecanismos de pago con un trámite más accesible para agentes culturales en comunidades con bajos índices de desarrollo, de modo que el papeleo no represente una barrera para obtener su retribución y, por lo tanto, su participación.
Así como considerar un fondo revolvente de caja chica para que los operadores del programa puedan hacer frente a los diferentes gastos locales que se presentan en la organización e implementación de eventos.
Aunado a esto, otro aspecto que representó un problema para el personal operativo de Cultura Comunitaria es el módulo Telar, una plataforma donde se registran las características, condiciones laborales y demás información relevante para sobre los agentes culturales locales, y que alimenta la Red Nacional de Cultura Comunitaria.
Sin embargo, el proceso de captura es muy largo, aproximadamente 45 minutos por cédula de información de cada agente cultural, además de que los operadores no siempre cuentan con recepción de internet para llevarlo a cabo. Por lo que Coneval recomienda simplificar y flexibilizar los tiempos definidos para el proceso de carga de información.
A pesar de todas estas señalizaciones y recomendaciones, la Secultura celebró en un comunicado el reconocimiento de Coneval acerca de que en tan solo un año de operación se cumpliera “con la difícil tarea de implementar una estructura de trabajo que le permitió iniciar actividades a nivel nacional”.
“Logrando una valiosa contribución atendiendo las necesidades culturales de población tradicionalmente excluida de otros servicios culturales”, citó la dependencia dirigida por Alejandra Frausto Guerrero.
Finalmente, la Secultura aseguró que, antes de darse a conocer los resultados de la evaluación, se han atendido problemas como los procesos de coordinación interinstitucional y el apoyo administrativo en territorio, a través de la convocatoria para 32 operadoras y operadores estatales, que serán una figura de enlace directo con instituciones culturales, agentes culturales y otros proveedores de servicios del programa.