Francisco Morales V. / Agencia Reforma

Ciudad de México

El arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, fundador del Proyecto Templo Mayor, entre numerosas contribuciones a su campo de estudio, fue elegido para recibir el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022.
Reunido en Oviedo, España, este 18 de mayo, el jurado destacó las excepcionales cualidades científicas de Matos, especialmente por propiciar el diálogo contemporáneo con las culturas prehispánicas.
“Por su excepcional contribución al conocimiento de las sociedades y culturas prehispánicas. Con este fallo, el jurado quiere reconocer el extraordinario rigor intelectual del premiado para reconstruir las civilizaciones de México y Mesoamérica, y para hacer que dicha herencia se incorpore con objetividad y libre de cualquier mito”, se expuso en la ceremonia de anuncio del galardón.
Nacido en la Ciudad de México en 1940, a Matos se le celebra, principalmente como el fundador y primer director del Proyecto Templo Mayor, uno de los proyectos arqueológicos más celebrados del mundo y que el jurado del Princesa de Asturias destacó en su fallo.
“Sus trabajos e investigaciones en Tula, Teotihuacán y, muy especialmente, en el Templo Mayor de Tenochtitlán, constituyen, por la intensidad y la continuidad de las investigación de campo, páginas ejemplares del desarrollo científico de la arqueología y del diálogo fecundo con el pasado entre culturas distintas y entre las ciencias sociales y humanas”, se leyó.

Dos países hermanos unidos por lazos indisolublres

Consultado por la Fundación Princesa de Asturias, Matos Moctezuma celebró la concesión del premio con una reivindicación entre los lazos de España, país que entrega la distinción, y México.
“El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales es para mí un altísimo honor que mucho agradezco. México y España son países hermanos que están unidos por lazos indisolubles y deberán estrechar aún más sus relaciones. Este galardón me llena de orgullo y llegan a mi memoria los nombres de mis maestros, que me formaron en el campo de la antropología y, en particular, de la arqueología”, declaró.
“Penetrar en el pasado para traerlo al presente ha sido la labor que de manera constante he desempeñado a lo largo de mi vida. El día de hoy veo con enorme satisfacción los frutos de esa tarea, que me permitió conocer nuestra propia historia y cómo esta se unía con la historia de otros países como España”, abundó.
Arqueólogo formado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y maestro en Ciencias Antropológicas, con especialidad en Arqueología por la UNAM, Matos Moctezuma también ha contribuida al conocimiento de Comalcalco, Tepea-pulco, Bonampak, Cholula, Coacalco y Tlatelolco.
“Por su inteligencia científica, por su capacidad de divulgación y por su compromiso social, Eduardo Matos Moctezuma y su obra sirven de inspiración para las próximas generaciones de científicos sociales y de ciudadanos”, destacó también el jurado.
Miembro de El Colegio Nacional, el Seminario de Cultura Mexicana y la Academia Mexicana de la Lengua, entre otras instituciones, en sus declaraciones a la Fundación Princesa de Asturias, Matos agradeció a la UNAM y al rector, Enrique Graue Wiechers, por haberlo propuesto para recibir el galardón, así como a la Academia Mexicana de la Lengua y a su presidente, Gonzalo Celorio, por las mismas razones.
Celebra el premio el actual
director del Proyecto Templo Mayor, Leonardo López Luján

Continuador de un legado que comenzó hace 44 años, cuando Eduardo Matos Moctezuma fundó el Proyecto Templo Mayor, el arqueólogo Leonardo López Luján, su actual director, celebra con su equipo el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales concedido a su maestro y al de muchas generaciones.
En entrevista, destaca las claves que han hecho de Eduardo Matos Moctezuma un “todo terreno” de la cultura y las ciencias sociales en México.
–Luego de más de seis décadas de trabajo arqueológico de Eduardo Matos Moctezuma, labor que se reconoce con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, ¿qué sería lo principal que usted destacaría de su vasta contribución?
–Yo calificaría a Eduardo como un individuo “todo terreno”, alguien que ha destacado en una gran diversidad de campos siempre relacionados a la ciencia y la cultura de México: es un investigador de clase mundial, un divulgador carismático que cautiva a las audiencias, un hombre institucional, un funcionario con una ética a toda prueba, un maestro generoso y un gestor cultural cuya huella quedará indeleble por generaciones. Eduardo nos ha legado un mundo mejor.
–Además del Proyecto Templo Mayor, ¿qué otras contribuciones de Eduardo Matos Moctezuma destacaría? Ya sean otros proyectos arqueológicos, sus libros, o su labor de divulgación.
–Destacan, además de Tenochtitlan, los proyectos emblemáticos que Eduardo dirigió en Tula, Tlatelolco y Teotihuacan: él es figura clave en esas cuatro grandes “T” del centro de México. Igualmente destacaría yo sus contribuciones intelectuales relacionadas con la idea de la muerte entre los pueblos indígenas, con el concepto Mesoamérica y con la práctica de la arqueología interdisciplinaria, muy a la manera en que lo predicó el gran Manuel Gamio. Otro ámbito sobresaliente es el de la historia de la arqueología, el estudio de nuestros ancestros académicos.